Coatzacoalcos, Ver.- El subdelegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Víctor Manuel Nazariego Ortiz, dijo que el alcalde de Acayucan, Marco Martínez Amador, ordenó el cierre de las oficinas ubicadas en aquel municipio.

La justificación del presidente municipal, detalló, fue la falta de ingresos por concepto de multas y sanciones económicas.

“La cerró el alcalde, estuvo ocho meses y como no dimos multas, porque pensó que en la Profeco iba a haber dinero, y como no hubo eso entonces el alcalde mejor cerró. Quería usar la Profeco para levantar quejas y multar a sus enemigos y nosotros no nos prestamos a esos intereses”, explicó.

En entrevista, Nazariego Ortiz lamentó la postura del alcalde de Acayucan, pues consideró que vio a la Profeco como una caja chica.

No obstante, los ayuntamientos de Nanchital y Minatitlán mantienen abiertas las oficinas de la dependencia.

La Profeco, reiteró, se ha convertido en una herramienta importante para los habitantes de la zona sur de la entidad, la cual –consideró- tiene una importancia similar a la de los servicios básicos.

Durante el primer semestre del año, recordó, han captado más 900 quejas por parte de la población.

“Desgraciadamente los alcaldes sin preparación, talento o visión van por otro concepto de intereses, no van por los intereses de la población. Con nosotros llega gente llorando que una alhaja la perdió, que su carro salió mal, que su tanque de gas, tanta necesidad que hay que nosotros tenemos que dar asesoría y ponernos la camiseta y hacer cosas que no debemos hacer como ir en una camioneta a buscar un tanque de gas para ayudar. A veces la gente es inválida, es ciega”, expuso. 

Avc