• Cultura

Escritora veracruzana presentará obra en Londres

  • e-consulta Veracruz
Fernanda Melchor es una de los 20 jóvenes mexicanos considerados nuevas voces de la literatura mexicana

Xalapa, Ver.- Las ganas de contar una historia pesan más que todas las incertidumbres, y así es como escribí Falsa liebre: por pura necedad, expresó la joven escritora veracruzana Fernanda Melchor, cuya obra será publicada  en inglés  por la editorial Pushkin Press, en una antología que se presentará en la  Feria Internacional de Libro de Londres “Market Focus”, que será del 14 al 16 de abril de 2015.

Dicha antología, cuya versión en español será publicada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), es el resultado de una selección llevada a cabo por un jurado integrado por los escritores Guadalupe Nettel, Cristina Rivera Garza y Juan Villoro.

Por su inclusión en esta antología, Fernanda Melchor comentó en entrevista exclusiva estar “muy contenta de haber sido elegida por tres escritores de trayectoria a los que ni siquiera conozco en persona; el que se hayan tomado el tiempo de leer mis textos y considerar que merecían representar a la literatura mexicana de avanzada en el extranjero, me causa mucha satisfacción”.

Otras jóvenes plumas seleccionadas son Juan Pablo Anaya, Gerardo Arana, Nicolás Cabral, Verónica Gerber, Pergentino José, Laia Jufresa y Luis Felipe Lomelí, Brenda Lozano, Valeria Luiselli, Emiliano Monge, Eduardo Montagner Anguiano, Antonio Ortuño, Eduardo Rabasa, Antonio Ramos Revillas, Eduardo Ruiz Sosa, Daniel Saldaña, Ximena Sánchez Echenique, Carlos Velázquez y Nadia Villafuerte.

Esta fue la lista de la iniciativa “México 20”, la cual busca valorar las nuevas voces de la literatura mexicana. Fue presentada recientemente por CONACULTA, British Council y Hay Festival Xalapa, con motivo de la celebración del Año de México en Reino Unido y el Año de Reino Unido en México.

Al respecto, la autora veracruzana mencionó que “poder participar en un proyecto así es una oportunidad excepcional para encontrar lectores en idiomas y culturas distintos y no sólo en Gran Bretaña, pues el inglés, como lengua franca, llega a lugares en los que el español no.

Ahora bien, es una oportunidad solamente, nada está garantizado. Al final ni siquiera la consistencia de la obra es determinante para triunfar en el mercado, donde influyen muchos factores que nada tienen que ver con lo literario”, comentó la ganadora del concurso literario Caza de Letras convocado por la UNAM en 2007.

Fernanda Melchor, es beneficiaria de la XX emisión del Programa al Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico de Veracruz (PECDA), por su proyecto literario en proceso bajo el título Más allá de todo, el cual es "una novela negra cuya historia tiene lugar en la llanura costera. Es una historia de obsesión y amores frustrados.

Lo más difícil de todo es no volver a escribir Falsa liebre. Se dice que los escritores hacen girar su obra entera en torno a una única obsesión, pero esto no significa que tenga uno que repetirse todo el tiempo. Cuando eso sucede, se deja de ser escritor y se convierte uno en una marca", expresó la también periodista.

Justamente desde la perspectiva del periodista, a propósito de su trabajo en Aquí no es Miami, Fernanda Melchor comentó contundente que “el periodista trabaja con palabras al igual que el escritor, pero al periodista no le importa la historia que está contando ni si el lector le entiende; al periodista le importan más los efectos que su texto puede causar en la realidad: denuncian, instigan pero no cuentan. Lo que hice con las crónicas de Aquí no es Miami fue concentrarme en el contar: en Veracruz hay millones de historias que se pierden porque nadie se toma la molestia de escribirlas”.

Sin embargo, su motivación para escribir literatura antecede al periodismo entre sus intereses, pues Melchor quería escribir novelas desde adolescente “y publiqué mis primeros cuentos varios años antes de publicar una nota. Si estudié comunicación en vez de letras fue porque yo intuía que estudiar letras sólo me enseñaría a escribir sobre autores y novelas, no a ser un autor ni a escribir una novela.

Además, me producía ansiedad la posibilidad de que me obligaran a leer determinados libros de determinada manera: si algún resquicio de libertad tuve de joven fue poder elegir exactamente lo que yo quería leer”, explicó. 

“La primera vez que sentí que realmente estaba contando lo que quería contar, y la primera vez que publiqué algo y me pagaron fue cuando escribí crónicas, cuando me dediqué a contar historias que no eran de mi invención. Escribir crónicas me ayudó a aflojar la mano y el cerebro: yo no tenía que inventar nada y podía concentrarme en buscar una buena forma de contar. Así que sí, no podría escribir lo que escribo ni como escribo sin haber pasado por el periodismo”, concluyó.