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Recomiendan instructores reforzar vigilancia en centros acuáticos

Ayer murió una joven que aprendía a nadar en el zoológico de Veracruz, tras tener un ataque epiléptico.

Tras la muerte de Cindi León Soriano, de 28 años de edad, quien tomaba clases de natación en el zoológico Miguel Ángel de Quevedo, quedó en evidencia que debe reforzarse la vigilancia en los centros de enseñanza.

La joven pedagoga sufría de ataques de epilepsia, se encontraba nadando como lo hacía regularmente cuando uno la tomó por sorpresa y se ahogó. Su profesor Ángel Hernández Martínez, indicó que al no verla en el carril comenzó a buscarla y la halló en el fondo de la alberca y a pesar de la reanimación cardiopulmonar no pudo hacer nada por la joven.

Un instructor de natación, quien pidió mantenerse en el anonimato, explicó que este tipo de instalaciones son de cuidado, sobre todo para personas que padecen enfermedades como la de la occisa, por lo que se debe de tener una atención especial en ellos.

“Hace como un año tuve aquí un jovencito que también tenía ataques epilépticos, desde que entró su mamá nos dijo que sufría la enfermedad y le pusimos a una maestra para que estuviera en su carril vigilándolo siempre”, expresó.

Indicó  que el muchacho tuvo al menos cuatro ataques dentro de la alberca, pero su vida nunca peligró pues de inmediato la profesora saca su cabeza de agua y lo ponía en resguardo hasta que pasaban las convulsiones.

“Aunque ella estaba a su cargo yo siempre le estaba echando un ojo, una vez le grité porque vi cómo se ponía tieso y ella lo alcanzó, sacó su cabeza del agua y luego acomodó el cuerpo del chico sobre su pecho, lo tenía agarrado por debajo de las axilas, porque las convulsiones sí eran fuertes”, explicó.

El profesor consideró que es necesario que en las albercas se tengan cuidados especiales con personas que tengan algún padecimiento específico, aunque puede ser un caso aislado el que ocurrió en Viveros, “es un aviso”.

Las autoridades del Ayuntamiento de Veracruz lamentaron el suceso y dieron su apoyo a las personas que estaban a cargo en ese momento de la alberca, pues dieron los primeros auxilios debidamente.