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Veracruz y el abandono hacia sus edificios históricos

  • Inés Tabal G.
El Faro de Benito Juárez, el Exconvento Betlehemita y el Edificio de Telégrafos destacan entre las edificaciones abandonadas

Veracruz, Ver.- La humedad, el salitre, el paso del tiempo y el desinterés del personal a cargo de distintas edificaciones emblemáticas del puerto de Veracruz, hicieron que el deterioro y mal aspecto sean evidentes al transitar en las calles del corazón del Centro Histórico. 

El Faro de Benito Juárez, el exconvento Betlehemita, ahora sede de las oficinas del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) y el Edificio de Telégrafos son algunas construcciones que suman siglos en la memoria colectiva de los veracruzanos y que se mantiene en el olvido.

La pintura desprendiéndose, el moho que se adhiere a las paredes y los pedazos de concreto que se cayeron por el paso del tiempo, son característica que sobresalen a la vista de todos los ciudadanos que caminan en las inmediaciones.

Faro de Benito Juárez

Uno de los primeros edificios históricos que se aprecia al llegar al centro de la ciudad, es el Faro de Benito Juárez, ubicado en la avenida Zaragoza entre la calle que lleva su mismo nombre.

La torre que sobresale de su estructura revelan los vestigios del antiguo Convento de San Francisco, cuya construcción data del año 1715, considerado uno de los monumentos históricos más longevos del puerto.

Actualmente es utilizado como museo donde se puede encontrar diversos objetos que hacen alusión al expresidente Benito Juárez, manuscritos y algunas estatuas de bronce de las personas más destacadas de la reforma liberal entre ellos; Santos Degollado, Manuel Gutiérrez Zamora entre muchos otros personajes.

Por ahora el recinto se mantienen cerrado al público por causa de la pandemia del covid-19, mientras su fachada luce un deterioro en la pintura que se desprende de la pared, pese a que hace tres años fue rehabilitado con un presupuesto de 3 millones de pesos.

El lugar se tenía planeado convertirlo en un museo, para que contara con recursos y presupuesto para su manutención, pero este hecho nunca se logró consolidar, por lo que ahora sigue pasando desapercibido por administraciones que solo le asignan pocos recursos para su mantenimiento, aseguró Guillermo Macías Lagunes, representante del sector de Guías de Turistas de Veracruz y Antropólogo.

"Es bastante triste y lamentable que no se tenga interés de mantener los edificios históricos, esto lleva año de quejas y aún no se tiene conciencia y visión del mantenimiento de estas obras"

Pese a que el municipio porteño invirtió en distintas obras de urbanización, como la instalación de semáforos inteligentes en el primer cuadro del centro histórico, no hubo un presupuesto para el mantenimiento integral del edifico.

El equipo de La Silla Rota Veracruz, intentó comunicarse personal del Ayuntamientos para que diera su punto de vista ante este tema, pero hasta el momento no se tuvo respuesta.

Entre las inversiones que aplicó la actual administración en el mejoramiento de un inmueble histórico fue en la colocación de luminarias en el Baluarte de Santiago, cuyo costo alcanzó los 257 mil 527 pesos.

Además de mobiliario urbano con 3 millones de pesos y la rehabilitación de la avenida Independencia con el costo de 10 millones 489 mil 169 pesos, según datos del Organismo de Fiscalización superior de Veracruz (Orfis).

Edificio de Telégrafos

A unos cuantos metros de distancia se encuentra el Edificio de Telégrafos de la ciudad, levantado a finales del siglo XIX y principios del XX, junto con el Edificio de Correos por el ingeniero militar Salvador Echegaray, es uno de los 12 inmuebles que se construyeron en la época del Porfiriato.

Lo que representó para el puerto de Veracruz un gran avance en infraestructura y comunicación, ya que en esa época los principales medios de comunicación eran por el servicio postal y los telegramas, comentó el exdirector del Centro Histórico de Veracruz y arquitecto, Manolo Ruiz Falcón.

Ahora el inmueble yace olvidado por los ciudadanos y por la empresa Telecomunicaciones de México (Telecom), la cual tiene la custodia desde hace varios años y que no le ha brindado mantenimiento, 

La última remodelación fue en el año 2017 como parte del Proyecto Rescate del Centro Histórico rumbo a la celebración de los 500 años de la fundación de Veracruz.

Sus adornos de bronce, los vitrales rotos y las esculturas que se fueron perdiendo con el paso de los años, dejaron casi incompleto la monumental obra que dejó Porfirio Díaz, mientras que el desprendimiento del repello y el salitre están terminando por destruir la fachada del lugar.

"Es uno de los edificios más importantes, junto con el Faro de Venustiano Carranza, el de Benito Juárez, hechos por el Porfiriato en Veracruz y que corresponden a las obras del puerto", dijo Manolo Ruiz Falcón.

Exconvento Betlehemita

Actual sede de las oficinas del IVEC, el antiguo exconvento Betlehemita es otro de los monumentos históricos que tras el paso de los años y el descuido del instituto se encuentra lleno de humedad y de corrosión en su fachada, la cual lleva cuatro años sin ser restaurada.

La última rehabilitación que tuvo este edificio fue en el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, ya han pasado dos administraciones y hasta el momento no hay registro de un presupuesto asignado para este edificio con más 244 años de antigüedad.

Pese a que en el año 2019 la directora general del Instituto Veracruzano de Cultura (IVEC), Silvia Alejandre Peña, reconoció el deterioro en el que se encontraba el inmueble y pidió al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la ayuda para realizar un diagnóstico de estado de conservación y así hacer el proyecto de restauración.

Hasta la fecha no se tiene información de que la propuesta fue aceptada por el INAH, mientras que las consecuencias se siguen notando con las ventas llenas de óxido y el moho llenando la pintura blanca que contrasta con la amarilla que alguna vez tuvo.

Los especialistas argumentaron que es muy triste ver que estas edificaciones estén sucumbiendo al paso del tiempo y al nulo interés de las personas que se encuentran a cargo de los edificios, ya que todos ellos forman parte de la identidad del puerto de Veracruz y contribuyen al turismo de la región.