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En su día, peluqueros agradecen que Coatza está en naranja

  • Fluvio Cesar Martínez
El "Pelón" y don Carrada tienen más de 20 años en el oficio, aunque la igual que todos sufren por la pandemia del covid-19

Coatzacoalcos, Ver.- Con 25 años de peluquero o barbero, como actualmente se le conoce a José Francisco, éste ha sido un año complicado por la pandemia del covid-19, donde el trabajo se redujo más de un 50 por ciento desde abril pasado. Por ello, en el día del peluquero que se conmemora cada 25 de agosto, agradece a Dios por la vida y que Coatzacoalcos pasó al color naranja del semáforo epidemiológico, con lo que pueden funcionar al 50 por ciento de su capacidad.

“Lo primero que hay que hacer no solo hoy sino todos los días, es agradecer a Dios porque estamos con vida, y la segunda que ya está empezando a salir la gente ahora que bajamos a naranja, esperamos que así siga porque la verdad la economía si está muy crítica”, expresó muy positivo el dueño de la peluquería “El Pelón”.

Su negocio se ubica en la avenida Hilario Rodríguez Malpica, en el centro de la ciudad, donde sus clientes lo visitan cada semana, quincena o por mes, según quieran cortarse el cabello o cambiarse de peinado.

Es un año difícil donde el pastel y los refrescos para celebrar con sus compañeros, fueron sustituidos por gel antibacterial, cubrebocas, termómetro y tapetes sanitizantes que tuvo que comprar para recibir a sus clientes en la nueva normalidad, ahora que ya puede operar con la mitad de su capacidad.

“Aunque ya estamos en naranja no podemos bajar la guardia, por eso aquí tenemos el tapete, tenemos alcohol y gel, tenemos un baño para lavarse las manos, pistola para la temperatura y sobre todo trabajamos siempre con cubrebocas para protegernos a ambos”, explicó mientras hace un corte moderno a un joven de 20 años.

Todos los días desinfecta tijeras, maquinas, navajas y demás utensilios que ocupa para trabajar. También limpia asientos, sillas y el espacio que tiene a su alrededor con líquido desinfectante, aún cuando éste represente un mayor gasto.

Dejó de cortar barba

El Pelón ya es muy conocido en Coatzacoalcos, por ello sus clientes lo buscan aún cuando dejó de cortar la barba y bigote a los caballeros, una medida que decidió tomar por cuenta propia, pues asegura es una forma de contacto directo y podría contagiarse del virus SARS-Cov2.

“De hecho si te das cuenta yo les digo a los clientes que no se quiten el cubrebocas cuando los estoy rasurando, por eso no toco toda la parte de la cara, pues es un lugar donde podría estar el virus y me pueden contagiar o los puedo contagiar, por lo que solo cortamos cabello”, reiteró.

Su negocio luce limpio, abre de 8:00 a 20:00 horas, aunque en ocasiones antes pues los clientes no llegan como en meses anteriores. Algunos de los trabajos los realiza por cita programada, lo cual le permite organizarse durante la semana.

“Esa medida la mantendremos hasta que veamos que ya no hay contagios de covid y aunque pierda unos pesos, primero esta la salud propia y la de mi familia, así como la de clientes que confían en mi”, argumenta.

En México existen más de 300 mil peluqueros y estilistas

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI): en México existen poco más de 316 mil personas ocupadas como peluqueros y estilistas con una ganancia promedio 32.8 pesos por hora trabajada.

Siete estados, entre ellos Veracruz, concentran a la mitad de la oferta de barberos, peluqueros y estilistas en el país. Muchos de los cuales cerraron sus negocios a causa de la pandemia por algún tiempo.

De cada 100 peluqueros o estilistas sólo cuatro cuentan con la prestación de servicio médico, proporción que se incrementa a 13 cuando son subordinados y remunerados.

“Pues esta dificil la cosa, pero no hay de otra, nosotros aprendimos este oficio y de aquí sacamos adelante a nuestras familias”, expresa José Francisco.

Don Carrada aún no se recupera

En otro punto de la avenida Malpica, a varios metros de El Pelón, está la peluquería “Carrada” con 30 años de historia. Su nombre se debe al primer apellido de Arcadio, un peluquero que, gracias a su buen trabajo, se encuentra bien posicionado en el mundo de las tijeras y máquinas de corte, aunque eso no lo salvó de la mala racha que generó el coronavirus.

“La cosa está bien complicada desde hace tres meses porque no hay clientes y los gastos siguen al corriente como pagar renta, igual a Hacienda hay que pagar, pero no hay de otra hay que entrarle y pues lo poquito que caiga lo dividimos entre gastos y la familia”, dice el señor de más de 50 años.

Hoy en día, sobreviven con todas las medidas sanitarias para proteger a sus clientes. Y mientras charlaba con este medio, muestra cómo desinfectar sus herramientas. 

Don Carrada, dice que su cartera de clientes la conforman en su mayoría hombres de entre 30 y 60 años, pues gusta de hacer cortes formales, aunque cuando cae un corte "moderno", no desaprovecha la oportunidad de poner en práctica lo que ha aprendido en los últimos años.

El cierre de las calles aledañas al centro de la ciudad también fue un golpe directo a sus bolsillos.

“No se puede celebrar en este día y menos salir con la pandemia. Ahora que ya no cierran las calles a trabajar”, expresó. 

Los peluqueros comienzan a recuperarse de la mala racha y este día piden a sus clientes que no dejen de visitarlos.

“Es la mejor forma en que nos pueden ayudar, dándonos trabajo a los peluqueros”, remató Carrada.