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Pirotecnia a la venta, pese a los riesgos

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Veracruz recuerda situaciones como las explosiones del 2003 en que el saldo fue de 38 personas muertas y decenas de lesionadas

Xalapa, Ver.- El uso, venta y elaboración de fuegos artificiales ha cobrado vidas humanas, y ocasionado la perdida de alguna extremidad, esto a consecuencia de la “confianza” que adquieren los productores de cohetes con el paso del tiempo, y por la permisiva de los adultos al darlos a jugar a los niños y niñas. 

Uno de los incendios por pirotecnia que marcaron la historia de Veracruz, fue el ocasionado en el mercado Hidalgo, en el Puerto, cuando un puesto con venta de cohetes hizo explosión y de ahí reacción en cadena, como resultado lamentable fueron 38 muertes en vísperas del 01 de enero del 2003. 

En enero del 2011, el mercado “Antonio M. Quirasco” en Misantla, se incendiaron 50 locales, en el que resultaron cinco personas intoxicadas que más tarde fueron atendidas en el hospital. 

Desde entonces se manejaron dos hipótesis como causantes del incendio: Uno que se originó la explosión a causa de un corto circuito en la instalación eléctrica y el otro que “unos muchachos estaban lanzando cohetes, al parecer buscapiés, las chispas llegaron al papel y de ahí se originó el incendio”. 

Uno más reciente, fue el 14 de diciembre del 2016, en la colonia Tlatelpa, del municipio Ixhuatlán del Café, una casa se incendió por el manejo de pólvora para la fabricación de pirotecnia de forma clandestina; el que dos niños y tres adultos resultaron heridos, fueron trasladados al Hospital Regional IMSS en Coscomatepec porque presentaban quemaduras de segundo y tercer grado; , horas después fallecieron cuatro de ellos. 

En el año 2012, en pleno diciembre, unos jóvenes jugaban con cohetes en la colonia Libertad, en el municipio de Perote y lanzaron una “Paloma Gigante”, cuando pasaba otro ciudadano. La explosión ocasionó graves quemaduras en una de las extremidades. Al grado que desprendió la planta del pie, por lo que fue trasladado a un hospital de la capital el estado. 

El 24 de diciembre del año 2012, una niña jugaba con un cohete en el municipio de Perote, mismo que hizo explosión cuando jugaba y ocasionó una herida severa, que casi pierde el ojo izquierdo. 

En el año 2013 en la comunidad Las Carboneras, del municipio Las Vigas, un niño con edad de nueve años encendió un cohete de arranque, que le explotó y al momento perdió su mano derecha. El menor de edad fue apoyado por su familia y elementos de Protección Estatal para trasladarlo a un hospital de Xalapa. 

En agosto del año 2013, en la comunidad de Cuahtamingo, perteneciente al municipio de Jalacingo, ocurrió una explosión al interior de un domicilio particular, en el que se presume era una fábrica clandestina de cohetes. 

Resultaron heridos de gravedad un niño con cinco años de edad; un joven con 17 años y un adulto con 29 años. Los tres fueron enviados al hospital de Altotonga, para recibir los primeros auxilios y más tarde trasladados vía aérea en un helicóptero de la secretaría de Protección Civil estaral, hacia el hospital de alta especialidad en el puerto de Veracruz. 

El 23 de diciembre del año 2015, falleció el encargado de un polvorín o fábrica de juegos pirotécnicos que al parecer contaba con permiso de la secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) localizado en la comunidad de Allende- Altotonga, perteneciente al municipio de Jalacingo. 

El hecho ocurrió cuando el encargado se dirige a su camioneta, abre la puerta trasera y se origina la explosión, del vehículo. Se presume que había algún líquido o pólvora regada y al hacer fricción con la puerta se originó la explosión. 

El inmueble, utilizado para la fabricación de cohetes, no fue alcanzado por la explosión, porque estaba ubicado a diez metros de distancia. Ahí se 

encontraban otras tres personas en la fábrica de cohetes de arranque, sin que resultaran lesionadas. 

En enero del año 2016, en el municipio de Martínez de la Torre, unas personas elaboraron un muñeco con pirotecnia, como tradición para despedir al año viejo. 

Al contener explosivos de alta fuerza, el muñeco se incendió y daño la vivienda, por fortuna, cuando ocurrió el incidente no había nadie en el domicilio, no hubo lesionados. 

En este diciembre del año 2016, en pleno festejo religioso para adorar a la Virgen de Guadalupe, el domingo 11 de diciembre, en la cabecera municipal de Nogales explotó una camioneta de la empresa “Soni Gas”, pero que fue utilizada para transportar peregrinos, que a su vez prendían cuetes. 

Una de las hipótesis de la secretaría de Protección Civil estatal, es que el tanque de gas de la camioneta tenía una fuga y que al contacto con los juegos de pirotecnia se ocasionó el incendio. 

Al momento resultaron lesionados dos niños, eran hermanos con edad de nueve y 11 años, que horas más tarde fallecieron al no soportar el dolor de las quemaduras ocasionadas por la onda expansiva que sufrieron. 

Para el coordinador de Protección Civil región Perote, Miguel Ángel Mata Armas, estos accidentes son ocasionados porque las personas se “confían” con el paso de los años al usar, jugar o elaborar la pirotecnia y dejan de tomar precauciones. 

Mata Armas con experiencia en Protección Civil por más de una década lamentó estos accidentes que posiblemente son originados por la “costumbre de trabajar ese tipo de material, que ya las medidas precautorias, ya no las toman como debería, no lo toman que es de tanto riesgo, porque es como un panadero que hace su pan a diario, así ellos hacen cohetes a diario. Lo toman como si no hicieran cosas de riesgo”. 

Por tal motivo, dijo que la secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) es “muy estricta” para autorizar un permiso de instalar un polvorín, porque es una labor de alto riesgo. 

“Les ponen muchas trabas. El principal requisito es que no deben estar en zona urbana. El polvorín debe estar a mil metros de distancia de las primeras casas. El problema es que la mancha urbana empieza a crecer y al rato absorben el polvorín y se viene un accidente y son muchos los afectados”, refirió. 

Por su parte, el coordinador de la región de Martínez de la Torre, Antonio Rosas Delón, mencionó que las pérdidas humanas o extremidades del cuerpo es porque los mexicanos y mexicanas no han advertido el peligro que es el uso de la pólvora como un juego, sin embargo, puntualizó, es parte de las tradiciones más arraigadas en el país. 

“Ha habido personas que pierden el oído, o afectaciones al oído, pierden la vista, o pierden alguno de sus miembros por estar jugando con pirotecnia, por ejemplo cuando juegan al llamado Viejo, que queman un muñeco de pirotecnia para despedir al año viejo”, explicó. 

Ambos coordinadores de Protección Civil, llegaron a la conclusión que estos accidentes pueden evitarse al realizarse recorridos u operativos de revisión coordinados por la secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) o cuando los ayuntamientos solicitan el apoyo a la secretaría de SPC. 

Rosas Delón indicó que la ex alcaldesa de Jalacingo, Alejandra Perdomo García en el año 2010 solicitó a la SPC la realización de operativos a fin de evitar polvorines o venta de cohetes clandestinos, bajo el permiso de la Sedena y con el apoyo de la ley de Armas y Fuegos Explosivos. 

Detalló que en acuerdo de Cabildo, y con la ley de Armas y Fuegos Explosivos, los ayuntamientos pueden elaborar un reglamento para prohibir la vente de cohetes en sus municipios y así evitar las tragedias. 

Finalmente Mata Armas indicó que hace un año el alcalde de Acajete, Ranulfo Eleazar Hernández Rodríguez solicitó el apoyo de SPC y a la Sedena para la realización de un operativo sorpresa en tienditas con presunta venta de cohetes y demás explosivos. 

“Hace un año en Acajete se decomisaron 120 kilos de cohetes nada más de lo que las tienditas tenían a la vista y este año el alcalde nos pidió que fuéramos otra vez y se retiraron 50 kilogramos, sólo de lo que tenían en las muestras, pero no podemos intervenir más allá. Y la SPC no entra, si no lo solicitan los ayuntamientos. Pero siempre la secretaría de Protección Civil está dispuesta a colaborar”, finalizó Mata Armas. 

Avc