Xalapa, Ver.- Un especialista en perfilación criminal informó que los asesinos del fotoperiodista, Rubén Espinosa Becerril no actuaron como sicarios profesionales, porque dejaron rastros visibles.

Indicó que los sicarios profesionales cuidan los detalles de no dejar rastro en el hecho, lo que hace más complicada la búsqueda de los sistemas de identificación forense.

Mencionó que los asesinos del fotoperiodista y de Mile Virginia Martín, Yesenia Quiroz, Nadia Vera y Olivia Alejandra Negrete cometieron errores que un delincuente experto no hace.

“El personaje profesional vigila con días previos a la víctima, analiza su estrategia, en este caso no libraron la cámara de video vigilancia, las autoridades dicen que el móvil podría ser robo, pero ¿Qué se llevaron? Eso no se sabe, además un profesional no ocupa el vehículo para huir, trae su propio móvil”, indicó.

Explicó que para calificar como un robo los hechos de la colonia Narvarte, tendrán que declarar los supuestos detenidos y dar a conocer porque actuaron de esa forma.

Refirió que el patrón de conducta de un ratero comienza desde casa cuando a los niños no se les enseñan los valores y al enfrentarse al mundo exterior son vulnerables y aprenden a obtener un beneficio sin mayor esfuerzo.

Aclaró que la mayoría de los ladrones no usan armas de fuego reales, sino que utilizan imitaciones para amenazar la tranquilidad de la víctima, sin embargo prefieren las armas blancas como cuchillo, navaja o un palo.

“Los rateros prefieren entrar a las casas cuando no hay nadie, su comportamiento es de necesidad de obtener su beneficio, pero un ladrón no busca lastimar o matar, prefiere no dejar verse”, expuso.

Finalmente el especialista indicó que hubo “saña y desajuste emocional” de los delincuentes porque lastimaron previamente a las mujeres y al fotoperiodista, para después matarlos.

Indicó que los peritos tendrán que evaluar el perfil, investigar con los vecinos lo que vieron o escucharon, pero también con los amigos y la familia de las víctimas para conocer los motivos por los cuales les quitaron la vida.

“El ratero común se esconde, no se deja ver, y deja firmas como cuando entra a robar y hace necesidades de excremento en la puerta de la casa donde entró a robar, porque es tanta la adrenalina que le genera robar que hace sus necesidades”, finalizó. 

Avc