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Al archivo los casos de violencia sexual en México: OACNUDH

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La mayoría de los casos no son investigados o denunciados y menos sancionados, pues se les trata como hechos menores

Xalapa, Ver.- (AVC) La mayoría de los casos de violencia sexual en México no son investigados o denunciados, pues se les trata como hechos menores, expresó Jesús Peña Palacios, representante adjunto en México de la Oficina del Alto Comisionado en México de las Naciones Unidas en Derecho Humanos (OACNUDH).

Al participar en el foro sobre “Tortura Sexual: Realidades que también viven las veracruzanas”, reconoció que lamentablemente no se sanciona ni se denuncia plenamente el tema de la tortura, en particular el de la tortura sexual.

En su ponencia durante la primera mesa de trabajo, expresó que la tortura es una práctica presente en el país, como lo dio a conocer el informe que recientemente se presentó y que generó, incluso, inconformidades de parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Explicó que el tema de la tortura es una práctica que debe ser desechada de las actividades policiales y judiciales, pues México ratificó los acuerdos y esta es una situación que ni siquiera en los peores contextos de violencia o de guerra en un país se deben permitir.

Reconoció que si bien México muestra compromiso en el combate de estas prácticas, por ser parte de los acuerdos y tratados, también se demuestra que siguen ocurriendo estos delitos, pues se detecta que en la mayoría de los casos, “se recurre a la tortura para obtener confesiones” de parte de personas detenidas.

Dijo que es una preocupación para la OACNUDH que las mujeres sean violentadas sexualmente como parte de estas prácticas de tortura, pues de acuerdo con los informes que tienen en sus manos, ellas siguen siendo desde desnudadas, tocadas, agredidas física y psicológicamente hasta violadas por parte de sus agresores. 

“La tortura sexual a mujeres es preocupante”, insistió, por ello la importancia de que se implemente esta campaña denominada “Rompiendo el silencio, todas juntas contra la tortura sexual”, pues agresiones como estas no solo implican el daño físico, sino también sufrimiento psicológico.

Dijo que de acuerdo con las recomendaciones que hizo la oficina del Alto Comisionado, la sanción a este tipo de prácticas debe ser proporcional a la agresión que sufrieron las víctimas y no debe ser investigada por la misma organización cuyos elementos generaron la tortura.

Lamentó que en el caso de México, de acuerdo con los datos que tienen en su poder, la mayoría de los casos de violencia sexual no son investigados o denunciados, además de que muchas veces las agresiones sexuales son tratadas como agresiones menores.

A este conjunto de agresiones, dijo, además se suma la revictimización de las mujeres que la sufrieron, pues se les lleva en más de una ocasión a ratificar sus declaraciones, se les expone públicamente mientras declaran, se les niega discreción y el propio personal las juzga incluso cuando son sometidas a exámenes periciales.