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Con árbol a punto de tirar su casa, María y Alfonso temen quedar sepultados

  • Carlos Navarrete
El árbol ya causó daños en la vivienda de los adultos mayores, quienes viven en la colonia 21 de abril, en el puerto de Veracruz

Veracruz, Veracruz.- María Victoria Eries González una mujer de 64 años que se dedica a la venta de jugos en la vía pública teme quedar sepultada en cualquier momento dentro de su vivienda ubicada, en la colonia 21 de abril, en el puerto de Veracruz, a causa del crecimiento desmedido de un árbol de higuera. La falta de dinero le impide hacer algo al respecto.

Su esposo, Alfonso García, trabaja como taxista durante el día. La unidad del transporte público no es de su propiedad; él solo labora como empleado para alguien más y lo que gana como ruletero no le alcanza para mandar a derribar el árbol. 

El tronco de la higuera creció a tal medida que logró abrir las láminas y debilitó la madera de por sí deteriorada por el paso del tiempo. 

De acuerdo con María, ella y su esposo llegaron a vivir a la vecindad de la calle 4, entre Velázquez de la Cadena y Carlos Cruz, en la colonia 21 de abril, hace 35 años. Con esfuerzo y dinero lograron levantar una casa hecha de láminas y maderas, a la cual el tiempo ya le cobró fractura. 

La madera presenta daños a causa de la presencia de las termitas y las láminas lucen oxidadas. Para evitar que colapse, Alfonso García colocó algunos palos que sirven como sostén para la vivienda, pero tal parece que no soportarán por mucho tiempo. 

Hace cuatro meses, María Victoria notó que el árbol de higuera sembrado en su patio trasero había crecido a tal grado de que las ramas y el tronco levantaron sus láminas y cuartearon el piso de la casa. 

Las raíces del árbol también provocaron que la estructura se levantara y quedara de lado, con el riesgo de colapsar en cualquier momento. 

"Ya le pedimos ayuda aquí al Sindicato de Limpia Pública y un señor quedó que iba a mandar a otro señor para que nos cortara el árbol, pero el señor vino, puso muchas trabas, luego vino otro que dijo que venía y nada más", narra. 

Con sus propios medios, Alfonso comenzó a cortar algunas ramas, sin embargo, no es suficiente, pues María Victoria asegura que lo que se necesita es derribar por completo el tronco antes de que provoque el colapso de la vivienda y ella y su esposo queden sepultados

"La situación es muy difícil. Mi esposo está muy enfermo, estuvo 10 días en cama, pero tiene que salir a trabajar para conseguir dinero", dice.

En caso de que la higuera sea derribada, los adultos mayores buscarán la manera de reconstruir parte de la vivienda para reforzar la estructura.