Michoacán: gobernar el infierno
- Roberto Rock
Silvano Aureoles se despidió de la gubernatura de Michoacán el último día de septiembre con una serie de tuits en la que aseguró haberse “jugado la vida” durante su gestión. Pero en los próximos meses podría caer en la cárcel a juzgar por las evidencias de desfalcos al erario estatal, a lo que se suman presuntos desvíos de fondos federales, corrupción galopante y tolerancia hacia el crimen organizado.
Esta es la herencia que recibió el nuevo mandatario, el morenista Alfredo Ramírez Bedolla, que en marzo era aspirante a la alcaldía de la capitalina Morelia, pero le cayó encima la postulación para gobernador luego de que el abanderado inicial, Raúl Morón, fue defenestrado por la autoridad electoral. El estado agrega una rebatinga política entre el mandatario formal, el fallido equipo de relevo y varios exgobernadores, entre ellos Leonel Godoy, actual diputado federal. Y por si algo faltara, presunciones de injerencia del crimen organizado en los pasados comicios.
Ramírez Bedolla luce atrapado por una deuda pública de 21,000 millones de pesos -que creció sin control y a corto plazo, bajo Aureoles Conejo-; cuentas por pagar superiores a 13,000 millones y adeudos de 6,300 millones al ISSSTE y al IMSS. La Auditoría Superior de la Federación no halla contratos por casi 1,700 millones de pesos con cargo a partidas federales. En suma, un “hoyo” de casi 50 mil millones de pesos.
En la caja se sólo hallaron fondos para salir adelante este mes. A partir de noviembre, cubrir los gastos de sueldos, honorarios, aguinaldos y pensiones para burócratas estatales y la legendaria Universidad Nicolíta requerirá 5,000 millones de pesos.
Como un recurso desesperado para impugnar los adeudos heredado, Ramírez Bedolla reveló un primer bloque de evidencias sobre gastos excesivos de su antecesor para renta aeronaves, pero lo más grave es que la falta de pagos desarticuló los sistemas de seguridad en la entidad, incluidas las cámaras de vigilancia y el denominado C-4. Son de esperarse más denuncias similares, sobre otros rubros.
El telón de fondo de este infierno es el crecimiento de al menos nueve bandas del narcotráfico en territorio estatal, incluida la llamada Nueva Familia Michoacana y el Cartel Jalisco Nueva Generación, que conduce un michoacano, Nemesio Oseguera “El Mencho”, el capo más peligroso del país.
Se asoma apenas la radiografía de una descomposición general en Michoacán, que Silvano Aureoles no podrá ocultar aun sentándose de nuevo fuera de Palacio Nacional dotado de una modesta silla y unos cuantos papeles bajo el brazo.
Apuntes: Tras una serie de acciones judiciales desarrolladas en los años recientes contra funcionarios de segundo nivel durante la pasada administración en la ciudad de México, la actual jefa del Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, ha dado luz verde para proceder directamente contra su antecesor, Miguel Ángel Mancera, y su primer círculo de colaboradores, de acuerdo con reportes allegados a este espacio. Mancera es hoy senador. Denuncias formales podrían ser presentadas en las próximas semanas, tanto por delitos ligados con operaciones financieras e inmobiliarias con recursos de origen ilícito, lo mismo que el desvío de fondos públicos inicialmente asignados a fines como la reconstrucción tras los sismos de 2017 ooo Siguen fluyendo indicios sobre la fortuna acumulada por Juan Vergara Fernández, ligado al escándalo de empresas de fachada de los Álvarez Puga y poderoso secretario de Finanzas del gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, entre 2016 y 2018. Vergara arrendó en Cancún, bajo montos millonarios, oficinas al consorcio “Acustik”, encabezado por Roberto Arandia, que documentó a este espacio no haber sido socio de aquél, como se dijo aquí.
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Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Fue Subdirector Editorial de El Universal y Director Editorial General de El Gráfico y de El Universal. Actualmente, es vicepresidente de la Comisión Contra la Impunidad de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).