El timón y la tormenta hacia un cambio verdadero

  • Rafael Arias Hernández
Es tiempo de pasar del decir al hacer, de convertir dichos en hechos.

Andrés Manuel, Cuitláhuac  y otros militantes y activistas de MORENA, se han convertido por decisión y elección popular en gobernantes, en servidores públicos electos.

Esto es, sin duda, privilegio y a la vez responsabilidad,  que debe reflejarse en resultados tangibles y medibles. Ciudadanos y sociedad así lo exigen y esperan.

La orientación o rumbo, en los agitados mares de la transformación,  también se han establecido.

Ha llegado la hora de lograr la transformación decidida y apoyada democráticamente por la voluntad popular; tiempos de pasar  del decir al hacer, de convertir  dichos en hechos.

Para empezar, siempre oportuno  insistir y precisar, que el cambio no es automático, divino o milagroso. Tampoco debe ser simulado, ni manipulado para seguir  igual o peor. No es labor de superhéroes, ni de llaneros solitarios. En una democracia es siempre, responsabilidad del origen y destino de la representación pública y el poder gubernamental: es deber ciudadano y social, gobernar al gobierno.

No está por demás recordar  brevemente,  que en términos generales, para emprender y  convocar, involucrar e incorporar a este gran esfuerzo, es conveniente tener presente, cuando menos, los siguientes puntos:

1.-Saber del tamaño del daño,  pérdidas, sacrificios y retrocesos ocasionados,  padecidos y presentes,  para erradicarlos, disminuirlos y evitarlos, así como identificar responsables, cómplices y causantes.

2.-Precisar qué hacer y lograr, viabilidad de objetivos y metas, para coordinar y orientar esfuerzos y recursos.

3.-Señalar por qué y a quienes se pretende atender, rescatar y favorecer, en general y prioritariamente.

4.-Determinar cómo y con qué se intenta llevarlo a cabo. 

5.- Seleccionar qué formas de dirección y administración, seguimiento y control, se utilizarán. 

6.- Cumplir con transparencia y acceso a la información;  rendición de cuentas  y fiscalización institucional,  ineludibles y obligatorias,  a todo servidor público.

7.- Definir cómo se va a impulsar y fortalecer la participación y evaluación social, que tienen   garantizar, obligatoriamente y sin excepción, todo gobernante y  funcionario  público. 

Importante estar activos, atentos y participantes, en muchos de los aspectos que respecto a estos puntos, han empezado a concretar y hacer realidad, los nuevos gobiernos. Cambiar para mejorar, es  compromiso general, no es solo responsabilidad de  gobernantes y servidores públicos, lo es también de todo ciudadano y de la sociedad.    

TRANSFORMACIÓN, DEL DECIR AL HACER Y LOGRAR.

Tiempo al tiempo. La oportunidad de cambiar apenas empieza, y ya se comprueba que en muchos aspectos, la tormenta, la situación está peor de lo que se sabía y creía. Lo cual identificado y asociado con sus responsables, autores y colaboradores, explica en parte algunas oposiciones y resistencias al cambio.

A casi cincuenta días del nuevo gobierno, tanto federal como estatal, se acumulan  informaciones y análisis, opiniones y expectativas de todo tipo.

De ahí que, en principio, frente a un cambio de esta naturaleza, no hay que olvidar, que es normal que abunden exigencias,  expectativas,  y  justificados reclamos. Sobre todo,  de los  millones y millones de excluidos generación tras generación, de los numerosos sacrificados y atrapados en pobreza, hambre, marginación e inseguridad. Es de responsabilidad y justicia, no olvidar  a los olvidados y marginados. Solidaridad y apoyo, están decididos.

Hay y habrá  obstáculos,  ya que algunos son y serán afectados en sus beneficios y ventajas. Así, entre  sus primeras acciones,  se movilizan,  manifiestan y cuestionan, forma y fondo, defectos y alcances del iniciado cambio; incluso,  en muchos casos,  exagerando y distorsionando situaciones y aspectos, que fácilmente se convierten,  en noticia o escándalo público.

En todo caso, bien por vitalizar participación ciudadana y social, en la pluralidad. Que bueno, que se ejerzan libertades y derechos, para expresar acuerdos y desacuerdos,  para apoyar o disentir. Lo importante es involucrase, lograr consensos, conjuntar esfuerzos  y avanzar, en todo lo que se tiene que cambiar; y, desde luego, reconocer y fortalecer lo que debe permanecer y mejorar.

Por lo pronto frente al respaldo y la aprobación mayoritaria, de lo que se hace y propone hacer, también hay expresiones en contra y actitudes de cuestionamiento permanente,  a estos nuevos gobiernos. Algunas fundadas y otras inventadas y hasta exageradas. Sobre todo en contextos económicos y financieros, nacional e internacional, en muchos aspectos inestables, desfavorables o adversos.

Las presiones de las crisis  heredadas siguen presentes: crecimiento económico bajo, nulo o recesivo, a  todas luces insuficiente; persistente desempleo y subempleo,  bajos sueldos y pocas o nulas prestaciones; insistentes presiones inflacionarias, que ocasionan pérdidas de capacidad de compra  y acentúan pobreza y hambre; ineficiencia y delincuencia gubernamental, con gobiernos  sin control, mal administrados, sobre endeudados y afectados por corrupción y delincuencia; inseguridad y violencia,  con cada vez más miles y miles de delitos de todo tipo, sobresaliendo homicidios y desapariciones forzadas.

Con gobiernos y sus instituciones debilitadas; con  empresas públicas, saqueadas y quebradas. Como PEMEX, que ahora resulta ser,  una de las petroleras, más endeudada y saqueada del mundo. Y que, evidentemente, exige cambios de fondo  en su organización y operación, para asegurar su buena administración,  productividad y  eficiencia.

Dígase lo que se diga, hoy por hoy, ante la premeditada pérdida de capacidad de refinación y distribución propia, se requiere abasto suficiente y oportuno de combustibles fósiles, que en  el caso de la gasolina,  hay que importar casi el 70 % del consumo nacional.

En fin. Imposible ignorar y desatender el presente; y también no prever, que dichos combustibles, están siendo  sustituidos, por otras energías alternativas, que se abaratan y hacen presentes,  con gran rapidez deformando y transformando este importante mercado.

FORTALECIMIENTO LEGAL E INSTITUCIONAL.

Lo que es cierto y comprobable es que el costoso aparato político y gubernamental, debe funcionar bien y a tiempo. Improcedente que sea o pretenda convertírsele,  en parte de solución o  remedio,  con tantas  deficiencias, incapacidades y carencias.

Desde luego que el comportamiento personal es vital, pero también, al mismo tiempo, es imprescindible revitalizar los sistemas institucionales,  su estructura, atribuciones y funcionamiento, apegados a leyes que se cumplan y hagan cumplir.

Urge mejorar y asegurar capacidad de respuesta y buen desempeño, erradicar simulación, corrupción e impunidad. Simplemente, fortalecer  Estado de Derecho.

-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelArias

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Rafael Arias Hernández

Actualmente es Investigador del IIESES y maestro de la Facultad de Economía de la UV.

Cuenta con  Licenciatura en Economía, por la Universidad Veracruzana. Obtuvo mención honorífica Cum Laude.  Maestría en Economía con especialización en Desarrollo Regional y sub especialización en Historia del Pensamiento Económico. Salt Lake City, Utah. USA. Diplomado por la U.V. en “Habilidades del Pensamiento”.  Alta Dirección AD2 Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas. (IPADE). Becario en los programas Lincon-Juárez y LASPAU.  Asesor académico y maestro de Enseñanza Media, Esc. De Bachilleres Noc. “Art. 3º Constitucional”, Xalapa, Ver. Maestro en la Facultad de Economía, y de la Maestría en Desarrollo Regional. Historia Económica, Desarrollo Económico, Desarrollo Regional, Taller de Investigación, Metodología, Habilidades del Pensamiento y otras cátedras. Maestro en “Técnicas de Debate” de la maestría en Acción Política y Administración Pública, de la Universidad Anáhuac. Xalapa, Ver.

Director General Técnico y Secretario General de la Universidad Veracruzana.

En el Gobierno Federal, fue Delegado Estatal de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial en Veracruz, y Director de Desarrollo Regional en SPP. En el Gobierno del Estado de Veracruz ha sido Asesor Económico, Jefe de Prensa y Comunicación Social, Director General del Instituto Veracruzano de Cultura, Director General de Industria, Comercio y Estadística, Coordinador de Participación Ciudadana, Coordinador Ejecutivo del Comité de Planeación para el Desarrollo (COPLADEVER). SEFIPLAN, (2010)

Miembro de diversas Asociaciones Civiles y ciudadanas, como el Colegio de Urbanistas y Planificadores, el Colegio de Economistas; la Fundación Cambio XXI A. C.; y de la Fundación Colosio A.C. Colaborador de diversas revistas y publicaciones académicas. Articulista de diversos periódicos, y de otros medios de comunicaciones nacionales, estatales y municipales.