Cultura del Buentrato
- Mujeres Que Saben Latín
Por: Paco Contreras.
A partir de la cita de George Steirner, “lo que no se nombra, no existe” se propone una alternativa para atender la violencia de género, el “Buentrato”, que de entrada es una palabra que no existe en el diccionario, pero busca dar nombre a lo opuesto del “maltrato” representa la intención de profundizar e ir más allá de las causas, los tipos y las modalidades de la violencia. El Buen trato busca sentar las bases para la generación de ideas, estrategias, acciones, conductas y actitudes personales y colectivas para enfrentar la violencia de género en los ámbitos de pareja, familia, comunidad y sociedad, sin olvidar las instituciones.
Atender a las mujeres víctimas de violencia y de manera paralela a los hombres que han agredido a sus parejas nos ha permitido tener muy en claro las trayectorias femeninas y masculinas y como la construcción de estas identidades contribuyen a sostener y justificar la violencia, es por eso que la Cultura del Buentrato consiste en generar procesos que permitan dotar a mujeres y hombres de lo necesario para vivir desde la cotidianidad el respeto a la diversidad, la democracia de género, la Noviolencia y las relaciones de paz y justeza (actuar con impecabilidad, equilibrio, equidad, imparcialidad, rectitud, dar a cada cual lo que le corresponde).
En cuanto al trabajo con la población masculina es necesario comprender que no sólo se trata de dar respuestas a las peticiones o necesidades de las mujeres, el Buentrato es un estilo de vida que debe estar integrado en la práctica más que en el discurso, es decir, los hombres debemos actuar desde la igualdad, la armonía y el respeto a la integridad, los derechos y la dignidad de las otras personas, pero sobretodo de nosotros mismos y no solo adquirir un discurso que sirva para justificar y evadir nuestra responsabilidad.
El Buentrato hacia nosotros mismos, implica un profundo análisis que nos lleva a apreciar y respetar nuestra dignidad, reconociendo que somos personas que merecemos respeto, pero más allá de un privilegio que buscamos que las otras personas reconozcan y respeten, se trata de incorporar un autocuidado, de cubrir nuestras necesidades y hacernos cargo de nosotros con la finalidad de convertirnos en hombres seguros y que no necesitamos de la violencia para resolver nuestros conflictos.
Es de suma importancia comprender los efectos y resultados del ejercicio de la violencia, el abuso de poder y sobretodo reconocer las desigualdades existentes entre mujeres y hombres en todos los planos posibles, para realizar el análisis de nuestra cotidianidad, de conductas y actitudes personales que atentan y dañan la integridad o derechos de las demás personas.
El compromiso dentro de la Cultura del Buentrato, implica que cada quien asuma de manera responsable aquello que le corresponde tanto en lo individual y/o en lo colectivo, buscando a su vez la reconciliación e inclusión con la finalidad de reestructurar las relaciones que se vieron trastocadas por el ejercicio de la violencia.
El trabajo emocional, representa uno de los retos más complejos dentro de esta Cultura del Buentrato ya que implica que los hombres aprendamos a reconocer las emociones que se van presentando en nuestra cotidianidad y que a la vez tengamos la capacidad para gestionar y comunicar todo aquello que nos está pasado, dejando muy en claro que no hay emociones ni buenas ni malas y que todas en conjunto contribuyen a nuestro equilibrio y buen funcionamiento. Con la claridad que las emociones son inherentes a las personas, pero las conductas que les acompañan son decisión de cada quien, lo que no justifica de ninguna manera las conductas violentas.
El diálogo basado en una comunicación efectiva es una herramienta fundamental de la Cultura del Buentrato, puesto que a través de éste, podemos llegar a entender a las otras personas y a expresar lo que nos corresponde, de esta manera buscar el bienestar mutuo, definiendo cada quien lo que entienda por Buentrato y enriquecerlo en la cotidianidad tratando de alcanzar un estado de bienestar con tratos justos y sobre todo ambientes agradables, saludables y armónicos.
Finalmente, considero que hablar de Buentrato, nos da la oportunidad de buscar y encontrar soluciones, lo que nos permite generar relaciones afectivas y alejadas de la violencia, es importante reconocer que cada quién merece ser Bientratado en todas las esperas de su vida. Si existe interés de profundizar estas reflexiones y realizar un trabajo individual, les recordamos que existen opciones para reflexionar nuestras trayectorias masculinas y las áreas en las que debemos hacernos responsables, les invitamos a que en su lugar de residencia busquen estas opciones.