Participación ciudadana

  • Nyx Diahann Sánchez Fierro
¿Qué sobresaldría si analizamos la aplicación de la ley y el funcionamiento del gobierno?

Democracia participativa, es un tema implícito a cualquier sociedad, existente, sujeto a ser cuestionado, pero sobre todo, carente. Entendamos a la democracia como el sistema político que regula el funcionamiento de un lugar y a la participación como la colaboración ciudadana para trabajar por un bien común; usualmente se tiene la idea de que la participación ciudadana es ir a votar, sin embargo, es un tema en el que vale la pena profundizar y darse cuenta de que manera existe una limitación de ideas al respecto.

Lógicamente se entiende que la democracia tiene un objetivo primordial que es el “progreso” pero, ¿qué hay detrás de esta idea? Como principal aspecto es importante guiarnos a través de los actores sociales que asumen este papel: los ciudadanos, la participación social y las necesidades comunitarias. ¿Todo es política? Por supuesto, la relación entre política y democracia refleja una lucha por el orden y la solidaridad para lograr un bien, para ello es importante conocer la importancia de la cultura cívica (civilidad) de los individuos para participar en los asuntos públicos, asumiendo el devenir político, estando informado de las decisiones políticas y vigilando su correcta aplicación.

La participación política a la que se hace mención, está sustentada por actos al alcance de todos los ciudadanos pero además de esto, comprometidos a un enfoque analítico; se requiere de la colaboración de los integrantes de una sociedad a través de la identificación cultural en la que estamos inmersos, una activa participación de la población en proceso de desarrollo, estar comprometidos para influir en las decisiones y ser parte de ellas, con la madurez suficiente para apegarse a las normas estipuladas por la sociedad, teniendo un objetivo claro y sujeto a los valores.

Existen distintas formas de participación, en sentido estricto se reflejan a través de la participación electoral, en sentido amplio que se puede observar a través de las decisiones públicas y en sentido intermedio, en donde se proyecta el ejercicio de la ciudadanía; esta idea no debería contemplarse como algo a lo que se tiene opción como ciudadanos, ni participar en medida de los beneficios obtenidos, ya que como derecho estamos sujetos a llevarlo a acabo y con ello también a asumir ciertas obligaciones. Los derechos son conocidos: todos los ciudadanos tienen libertad de opinión y expresión, tienen la posibilidad de investigar, recibir y difundir información, tienen derecho a la igualdad, a mantener contacto con instituciones a través de la ley de transparencia, a elegir su sistema de gobierno, al acceso e igualdad de las funciones públicas de un país, pero ¿cuáles deberían ser las obligaciones?

Hagamos una auditoria social, ¿qué sobresaldría si analizamos la aplicación de la ley y el funcionamiento del gobierno? Entre otros factores, que no hay una organización oportuna, que faltan ciudadanos con integridad (enfocados al bienestar social), que urge un cambio de cultura política, ya que parte de lo malo son las expectativas que se han generado al respecto, pero sobre todo, la crisis estructural en la que nos encontramos. ¿Cómo podríamos cambiar esta realidad? Participando, informándonos, expresando nuestras percepciones, ideas y propuestas, demostrando una capacidad evaluadora de la información, siendo oportunos, usando los mecanismos pertinentes para hacer llegar sus opiniones al gobierno, decidiendo en los asuntos públicos, analizando y evaluando el trabajo gubernamental, estando pendiente de la ejecución de acuerdos, entendiendo la situación real del país (bajo una idea propia), dirigiéndonos hacia el fin correspondiente, formando parte del sistema político en el que vivimos, entendiendo a la política de la sociedad, considerando la calidad y cantidad de recursos con los que se cuenta, hacer a un lado la neutralidad con la que nos expresamos del país, eso es lo que cambiaría nuestra realidad, si se refleja una cultura política y sumamos la participación equitativa tendríamos un cambio real sustentado en la voluntad política a través de dirigentes comprometidos y ciudadanos decididos.

Particularmente en América Latina surge un nuevo estilo político, esto se debe a la necesidad de defensa de la sociedad ante la agresión que enfrenta para atenuar antagonismos y para generar ámbitos basados en la responsabilidad y la solidaridad, la falta de eficiencia que presenta el gobierno y que se refleja en temas sociales como la inseguridad, no hay participación política, existe una inestabilidad económica, carencias propias del estado, falta de capacidad para canalizar la participación política, problemas geopolíticos, entre otros sucesos; esto, lejos de hacer una entidad gobernable, lo traslada a una situación ingobernable ya que existe una sobrecarga de exigencias sociales, insuficiencia de ingresos fiscales, crisis de gestión del gobierno y merma de la disposición a la obediencia. La corrupción es un tema que va más allá de la idea de “robo”, crea un conflicto social realmente importante, genera una crisis de desconfianza, controladora de recursos y bajo esta idea es como se ejerce la política actualmente.

Se requiere participación de calidad, no de cantidad, la mayor muestra que un ciudadano puede hacer como ser social es mantenerse informado, generar proyectos de autoayuda, solidaridad y subsidiareidad, evitar ser parte de la corrupción, del desinterés, hacer a un lado la cobardía, la apatía, el conformismo y la opresión. Es conveniente apreciar la actividad política como un acto humanista que contribuye y posibilita el desarrollo pleno e íntegro del hombre, de esta manera las expectativas políticas mejorarían.

Referencia bibliográfica:

Sánchez, H (2017): “Antología para el estudio y la enseñanza de la ciencia política” Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones jurídicas. Año 2017 Vol. 2  PP. 223-239

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Nyx Diahann Sánchez Fierro

Psicóloga social por la UAT (Tlaxcala), investigación en la conducta homicida. Docente en Bachillerato. Estudia maestría en Educación (UPAEP) y aborda temas de psicología, ética, educación  y sociedad.