AMLO: La sucesión antisistémica…
- Juan de Dios Andrade
El Presidente Peña Nieto ya no da para más. Es triste decirlo, pero es la verdad. El año pasado se confirmó que su sexenio había concluido. Para unos, fue entre la tragedia de Iguala y la ‘Casa Blanca’ (la de México). Para otros, fue el naufragio en las elecciones de 2016, cuando el PRI perdió la mayoría de las gubernaturas en juego. En opinión de una tercera vertiente, fue el relevo en la Casa Blanca (la de Estados Unidos) lo que liquidó al sexenio en curso. Sin embargo, todo eso y muchas cosas más se pueden sintetizar en dos: la incapacidad del Presidente para resolver los asuntos del país y de lo que le atañe en el mundo global. Se nota en el hecho de no poder solucionar los conflictos al interior de su Grupo Compacto, con los gobernadores y grupos legislativos, en su propio Partido y en el rumbo errático ante la andanada de Donald Trump…
Emilio Chuayffet tuvo la idea de lanzar a un candidato atractivo para las mujeres, unido a una esposa salida del medio artístico. Pero para gobernar a un país hace falta algo más que eso y estamos testificando la debacle del otrora exitoso proyecto…
“Las rutas de la sucesión presidencial…”
Para la sucesión presidencial de 2018 se contemplaron tres rutas emparentadas: una elección anti-Peña, anti-PRI o anti-Sistémica. En la primera, quizá un candidato del PRI no identificado con el gobernante, podría servir. En el segundo, una carta independiente o ciudadana sería idónea para el Partido en el poder. Pero en la tercera, el riesgo de perder ante un aspirante opositor antisistémico resultaría difícil de evitar…
Los síntomas y la guerra de encuestas, algunas de ellas sin sustento científico, nos revela que la actitud antisistémica aumenta entre los electores. Pero hay algo más…
“MORENA y la ruptura interna del PRI…”
El pesimismo cunde en las filas del PRI, señal que dan por perdida la elección por esa vía partidista. Es innegable la migración rumbo a MORENA, que debe llegar a 2018 con la mayor estructura nacional posible. En una lucha sorda, Andrés Manuel ha venido desmantelando al PRI. Peña Nieto y sus aliados saben que un eventual triunfo del tabasqueño mermaría tanto a su Partido, que podría caer por debajo del PRD. López Obrador está llamando a un ‘pacto fundacional’. No quiere refundar al PRI sino al Sistema, dejando a MORENA como el nuevo pilar sistémico. Es difícil afirmar que un partido vaya a desaparecer, pero por lo menos el PRI quedaría muy disminuido…
Respecto a lo anterior, hay dos estrategias en especial que debemos sopesar. Una, en la que coinciden el PRI y MORENA, tendiente a posicionar una competencia intra-panista muy cerrada entre Margarita, Anaya y don Máximo, exgobernador de Puebla. Se busca provocar una fractura en tres partes que impida convertirse en opción al que resulte candidato. Otra, impulsada por Miguel Ángel Yunes, que enfoca al ‘canibalismo político’ entre MORENA y el PRI, donde el primero se está llevando la mejor parte. La intención del ‘Turco’ es anotarse un triunfo al presionar a Peña Nieto con el caso Duarte y mantener el control para decidir su propia sucesión. Sin embargo, también pega en el escenario nacional porque el nerviosismo cunde en el PRI nacional…
“El secreto de Andrés Manuel…”
Lo que está potenciando a López Obrador es que la tendencia anti-Peña y anti-PRI se ha desbordado a favor del voto anti-Sistema. Por eso se ha moderado en su discurso. Ya no manda ‘al diablo a las instituciones’, como hizo en 2006. Ahora se aboca a liderar la demolición sistémica y se abre a los empresarios con tal de generar confianza. Juega a su favor la alta concentración de rechazo al
Presidente, lo que impide que al tabasqueño le afecten los desatinos de muchos morenistas, incluso los propios. Es verdad que repunta en las encuestas pero falta evaluar si es por parte de la opinión pública o por el traspaso de estructuras priistas. Pero en todo caso, sería válido. Le haya dado Duarte recursos en la pasada elección veracruzana, lo cierto es que eso no basta para explicar su repunte…
En otras elecciones, el PRI ha gastado a manos llenas y perdido el día de la votación. Es la evidente incapacidad de Peña Nieto lo que en parte impulsa al de Tabasco, a la par de la migración de redes clientelares del PRI. En tanto no haya un estudio que aclare lo anterior, sería el fracaso del proyecto político del PRI lo que estaría favoreciendo a López Obrador. Increíble, de confirmarse…
“El juego de los poderes fácticos…”
Lo que hoy presenciamos se irá asentando o perfilando mejor a partir de las elecciones del año en curso, sobre todo en el Estado de México. Hace unos días, el PAN local dijo que el enemigo a vencer no era el PRI sino López Obrador. Delfina Gómez no tiene arrastre pero sí Andrés Manuel y la campaña podría arrancar empatada a tercios. Por eso el PAN no se refiere ni a MORENA ni a ella…
El Estado de México presenta síntomas como los arriba indicados. Los desacuerdos entre la clase política del priismo mexiquense van camino a la ruptura y parte de las redes se enfilan hacia MORENA. El riesgo de que el PRI sea desmantelado podría poner a López Obrador a las puertas de la Presidencia. Las lealtades por puros intereses son como los amores comprados. La posibilidad de perder el poder, provocaría el éxodo masivo para cobijarse con el tabasqueño…
López Obrador sabe que contar con una estructura nacional, sería la diferencia entre ganar o perder por tercera ocasión. Se nota que la mayoría de las inquietudes están en el entorno de Eruviel Ávila, aunque no son los únicos que presionan con emigrar…
Los tiempos están encima. MORENA forcejea con el PRI y con el PRD por las estructuras. Aquí se inserta la candidatura independiente de Emilio Álvarez Icaza. Tanto el PRD como la izquierda intelectual saben que también están en riesgo de ser desmantelados. Emilio podría funcionar como un dique que impida el arribo del voto de izquierdas a MORENA…
Es una lucha de supervivencia porque una nueva derrota de Andrés Manuel, generaría fuerzas centrífugas que tenderían a moderar posturas o a polarizarse con tintes ácratas…
“Al PRI no le alcanza para 2018…”
Los poderes fácticos tienden a aliarse. No dudo que, desde Los Pinos, vayan a presionar para mantener la disciplina en el PRI mexiquense, aunque habrá que ver si surte efecto. El escenario local perfila una alianza fáctica entre el PRI y sus aliados con el PAN-PRD, en una elección donde cada cual tendría su candidato a gobernador. Pero de poder ganar Delfina. Se ‘prestarían’ votos con tal de neutralizar el triunfo de MORENA y, de paso, mermar a López Obrador…
Pero aquí hay un problema con varios aspectos. Al PRI ya no le dan los números para ganar en 2018 y no faltan los que creen sería un desperdicio apostar al PRI en la gubernatura mexiquense. Josefina Vázquez Mota plantea que un triunfo de Alfredo del Mazo no suma gran cosa al PRI para la presidencial y no se sabe si pare el éxodo de priistas o ‘ponche’ al tabasqueño. Lo que Josefina propone es capitalizar y apuntalar al PAN y al PRD como la alianza del 2018, bajo el mismo principio de que cada polo de aliados lance su propio candidato y se decanten por uno en la víspera, evitando el triunfo de Andrés Manuel. Pero de ganar la alianza PAN-PRD, de todos modos cambiaría el equilibrio de fuerzas mexiquenses…
“El juego del poder…”
Un eventual triunfo de Josefina en el Estado de México abre otras variables. ¿Sería con fines de un gobierno de coalición en 2018 o localmente? Asimismo, se abren dos variables: Josefina como gobernadora convertiría a Eduardo Rivera en el candidato lógico en Puebla, con mayor razón si la candidata presidencial fuese Margarita Zavala. De ser Ricardo Anaya, dejaría el caso Puebla en manos de don Máximo y Martha Erika sería gobernadora poblana. Con Josefina gobernando desde Toluca, la candidatura panista se decidiría entre Anaya y Margarita, descarrilando a don Máximo…
Si Josefina cayese al tercer lugar, Anaya quedaría fuera de la contienda presidencial por apostar la candidatura de ella. El grupo de Anaya sería desmantelado, yendo a parar la mayor parte de su estructura de apoyo en manos de don Máximo o de Margarita. Ahí van pesar filias y fobias…
En ese forcejeo se decidiría si Martha Erika o Eduardo Rivera va por la candidatura al gobierno del Estado…
En el PRI, gravitan las posibilidades de Eruviel Ávila para 2018, mismas que dependen del resulta electoral local. Como es sabido, el ‘puente’ que une el traspaso de redes y estructuras del PRI a MORENA es Fernando Manzanilla. La carta inicial de Fernando es Eruviel como candidato del PRI o la ruptura a favor del tabasqueño, llevando consigo al gobernador saliente y a su aparato electoral…
2018 se decidirá por alianzas partidistas, por la tendencia ‘anti’ enunciada al principio y por los acuerdos de los poderes fácticos. El que gane, procederá a la refundación del sistema, quizá al establecimiento de un gobierno de coalición y a una reforma del entramado democrático. No hay duda…
Hasta entonces…
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Politólogo. Analista político y asesor. Especializado en historia y política mexicana, geopolítica y geoestrategia, Historia de las ideas políticas, teoría política y análisis de escenarios del poder. Autor de la columna Confines Políticos.