Transformación masculina
- Mujeres Que Saben Latín
Por: Paco Contreras
Al presente año ya le quedan escasos días para concluir, con la llegada del último mes llega la euforia por llenarnos de dicha y felicidad, creando ambientes donde los problemas sociales, las muertes, los feminicidios, la violencia estructural y la participación ciudadana se colocan en un segundo plano para llevarnos a centrar la atención en la fiesta y celebración en un supuesto ambiente de paz y armonía.
Evidentemente la situación que se vive en nuestra sociedad, es resultado de la cantidad de problemas sociales a los que nos enfrentamos, quedándonos los espacios donde la familia y las amistades confluyen para reencontrarse, compartir alimentos, anécdotas, recordar a las personas y los sucesos del año. Para que las fiestas puedan realizarse de la mejor manera es necesaria la presencia de tres elementos: Orden y limpieza, preparación de alimentos y atención a las personas invitadas.
Esas tres actividades se sustentan en las mujeres, en sus tiempos, capacidad de resolución, cuidado y atención a otras personas. Por lo tanto es importante reflexionar. ¿Cuál es la participación de los hombres en esto? De manera histórica se han replicado roles de género que nos llevan a espacios diferenciados a mujeres y hombres y que asignan tareas propias de esos espacios, sin mucha flexibilidad ni ánimo de cooperación.
La masculinidad hegemónica o machista, acerca a los hombres aprendizajes que implican la creencia de ser receptores de la atención y servicio de las mujeres, así como un reconocimiento de la autoridad que se les ha conferido por el simple hecho de ser hombres, mientras que los aprendizajse proporcionados a las mujeres les enseña a servir, atender y cuidar a los demás, siendo reprendido socialmente cuando una u otro se salen de ese rol.
Es verdad que las relaciones de género no son como hace generaciones, que algunos hombres se involucran en la crianza y cuidado de las hijas e hijos, que las mujeres han ganado espacios y se observan cambios en general, sin embargo, aún hay mucho camino por recorrer para hacer realidad la igualdad de género; las cifras a nivel mundial de violencias refuerzan esto.
En pleno siglo XXI es necesario que desafiemos lo aprendido y tomemos decisiones que favorezcan el involucramiento masculino en las actividades relacionadas con el hogar no sólo “ayudando” sino responsabilizándose en lo que corresponde a cada integrante de la familia. Incorporar estos cambios es esencial para contribuir a la igualdad real y efectiva.
Es fundamental generar cambios que lleguen a las nuevas generaciones y les acerquen nuevos aprendizajes, siendo de suma importancia que en el juego se vayan incorporando cambios que involucren juguetes sin estereotipos sexistas, a la par del ejemplo que los adultos deben dar sobre su compromiso a una vida libre de violencias para todos y todas.
Para que los adultos tengan la apertura a los nuevos aprendizajes, es necesario que se logre visualizar que la educación desde una masculinidad tradicional es el problema, por lo tanto, es necesaria una la ruptura con lo aprendido, este planteamiento no es sencillo puesto que para que los adultos logren dicha ruptura es necesario que de manera voluntaria vuelvan a experimentar y se utilicen patrones diferentes a estas experiencias, eliminando aquello que ya no sirve e incorporar lo que permita su crecimiento personal. Resulta urgente que los varones establezcan un contacto directo con sus emociones y su expresión sana y pacífica, comprender que realizar las tareas domésticas trae ganancias para la familia y que el trabajo femenino (doméstico o no) es de gran valor, por lo tanto, el reconocimiento de las cualidades y capacidades de las mujeres implica ganar y mejorar las relaciones de pareja, familiares, de trabajo, escolares, etc.
Para estar dispuesto al cambio es necesario que se esté convencido de las ganancias que esto conlleva, en Xalapa, Hombres Responsabilizándose de su Vida, cuenta con espacios de reflexión los martes de 17:00 a 19:00 horas, en la Facultad de Psicología de la Universidad Veracruzana, ubicada en Xalapa 2000 y los miércoles de 18:00 a 20:00 horas en el Centro de Integración Juvenil de Xalapa, ubicado en Acueducto esquina Ruiz Cortines de la Colonia Unidad Magisterial donde de manera colectiva reflexionamos sobre nuestras experiencias masculinas y los resultados que obtenemos con lo que hemos aprendido hasta ahora.
Sirva este espacio para invitar a nuestros lectores que el próximo año se integren en los espacios de reflexión y a la vez agradecer que nos sigan en esta columna y en nuestras redes sociales. Nuestro compromiso para el próximo año es seguir generando reflexión que contribuya con la construcción de relaciones basadas en la igualdad haciéndonos responsables de las decisiones que como hombres tomamos y alejando la violencia de nuestra cotidianidad.