Sucesión, finanzas públicas entre ineptos, mediocres y corruptos

  • Rafael Arias Hernández
Gobernar al gobierno es derecho y obligación de toda Democracia.

Sigue más de lo mismo.

A 9 días cambio de gobierno estatal, de alternancia; o del fin de una época y, en todo caso, de  confirmación o desengaño.

A poco más de una semana para comprobar si en realidad hay y habrá  cambio o simulación, cambio o más de lo mismo, cambio o “gatopardismo”, para que todo siga igual.

De ahí que hay que aprovechar la oportunidad y ejercer derechos y libertades. Empezando por informarse y asumir las responsabilidades.

Hay que participar o participar, no hay de otra. No necesaria y mucho menos obligadamente a favor y en abuso de servilismo y abyección; tampoco, con crítica y rechazo automático e infundado.

Toda contribución ciudadana y social ayuda a la solución. Probado está que silencio, desinterés y pasividad conducen a fomentar y apoyar ineficiencia y delincuencia gubernamental, a fortalecer  impunidad.

Gobernar al gobierno es derecho y obligación de toda Democracia.

ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS, DE MAL EN PEOR

El desastre financiero crece; y lo más grave, las lecciones no se aprenden, asimilan y aplican. Administración y finanzas oficiales  siguen siendo atendidos y manejados con ineptitud, mediocridad y corrupción.

Hasta hoy, en el sexenio que concluye, ya son 7 Secretarios de Finanzas y el problema aumenta. Ya son 7 usuarios de “la licuadora”, que se siguen en más de lo mismo, pues no saben de otra. Costos de  ignorancia y  costumbre, de comodidad, mediocridad y  perversidad en los cargos.

Pensemos antes de caer en tecnocrático discurso, o en adormecedor mensaje oficial del “todo va a  salir bien”.

Para empezar, sigue sin explicarse  cuánto llega y en qué se gasta; que no se dispone de todo lo que se anuncia; y de lo disponible, primero se paga a quien manda. La “licuadora” no se detiene; simplemente porque a quienes beneficia, así  conviene.

Lo más importante sigue ahí, sin entenderse ni atenderse.

Tanto el conocimiento actualizado y completo de  la problemática administrativa y financiera, como  las nuevas formas de legitimar todos los actos de gobierno.

En particular, me refiero a la urgente e imprescindible,  más y mejor participación ciudadana y social; la transparencia real y el verdadero acceso a la información oficial; la  puntual rendición de cuentas y su efectiva fiscalización; la evaluación social permanente y la retroalimentación para consolidar, fortalecer, o modificar.

INSTRUMENTOS DE COCINA Y DEL SAQUEO

Uso y abuso  de la famosa “licuadora”; de la lavadora y planchadora del ORFIS y la Contraloría,  con su contabilidad a modo o a “la carta”; y la encubridora “omisión” (que no Comisión) de vigilancia del Congreso, famosa por sus discapacidades: no ve, no oye, no encuentra nada.

Destaca, que siguen a cargo de las finanzas públicas, excepciones aparte, el mismo tipo de usuarios y beneficiarios, buenos solo para gastar y gastar; o recortar y sacrificar a los de abajo.

Intocables y reciclables, acostumbrados  beneficiarios de  opacidad, perversidad, complicidad, ineficiencia y delincuencia gubernamental, así como de continuidad de la impunidad.

Por lo pronto sigue sin saberse dónde pararon cientos de miles de millones de pesos; algunos miles de millones, simplemente  desaparecidos.

Tampoco se sabe la magnitud y complejidad del problema, pero sí que se padecen muchas de las consecuencias y crecen limitaciones y sacrificios del pueblo.

En todo caso, lo que quieren es más dinero, rescate, apoyo o deuda.

Se desconoce el tamaño del daño, parte central de dicho problema financiero; pero eso sí, siguen la misma forma de pedir más y  usar más recursos públicos, el mismo procedimiento de gastárselo, y hasta aumenta la cantaleta de siempre,  de que no hay recursos; pero eso sí, se sostiene la decisión de  no informar del problema y, al mismo tiempo,  de escandalizar y hasta exagerar, para que se les dé más y la licuadora siga funcionando. Qué curioso se tiene remedio y solución a lo que no se conoce.

¿Qué tantos beneficios les trae,  a los que manejan soluciones anticipadas?

Cuento de nunca acabar. Primero  mal administran esos escasos y valiosos  recursos públicos y hasta los desaparecen, reorientan o se quedan con buena parte de ellos; y luego,  quieren más, piden más, exigen más dizque para rescatar, salvar o enfrentar la insolvencia, desastre o quiebra o de la administración pública estatal. O lo devastado que está el Estado.

Y hay que insistir. Que curioso, no informan ni se informan. No hacen público, no quieren saber y precisar  monto y composición del problema, del destino del saqueo y la lista completa de beneficiarios. Tampoco precisan, ni les importa informar en que se va a gastar, mediante un programa o estrategia concreta, bien estructurada, de objetivos precisos y metas claras. Pero eso sí, tienen prisa para hacer lo mismo, ante inocultable situación de quiebra financiera.

SIMULACIÓN NO ES SOLUCIÓN

Urge  detener daños, pérdidas y retrocesos. Atender la creciente  inconformidad y protesta ciudadana y social, antes de que desemboque en violencia y estallidos populares. Preciso encontrar soluciones y no evasiones, ni posposiciones y simulaciones.

No más limitaciones y sacrificios a los de siempre, a la mayoría de la gente, al pueblo en general.

Ante  nuevas y adversas condiciones, irresponsable no hacer nada; contraproducente hacer lo mismo; y fatal,  equivocarse y persistir en  errores.

Indispensable considerar las condiciones adversas que crecen y se fortalecen, contra la economía mexicana y la veracruzana.

¿Se salva un municipio hundiendo a un estado, se salva a un estado hundiendo al país?

Nueva realidad que no se debe ignorar, como lo expresado recientemente, por el Presidente Peña a todos los gobernadores. “El Gobierno de la República no puede sustituir o reemplazar lo que está en alcance a las atribuciones y responsabilidad propia de cada uno de nuestros gobiernos estatales... tiene capacidades y alcances limitados. No podrá sustituirse lo que hace a la tarea y responsabilidad propia de cada gobierno. Todo gobierno, y más cuando se dan los revelos dentro de nuestra democracia, se asume desafíos, retos, y uno es el tema financiero. El Gobierno acompañará con amplia disposición los esfuerzos propios...”. 

Quien quiera oír que oiga…


*[email protected]:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez

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Rafael Arias Hernández

Actualmente es Investigador del IIESES y maestro de la Facultad de Economía de la UV.

Cuenta con  Licenciatura en Economía, por la Universidad Veracruzana. Obtuvo mención honorífica Cum Laude.  Maestría en Economía con especialización en Desarrollo Regional y sub especialización en Historia del Pensamiento Económico. Salt Lake City, Utah. USA. Diplomado por la U.V. en “Habilidades del Pensamiento”.  Alta Dirección AD2 Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas. (IPADE). Becario en los programas Lincon-Juárez y LASPAU.  Asesor académico y maestro de Enseñanza Media, Esc. De Bachilleres Noc. “Art. 3º Constitucional”, Xalapa, Ver. Maestro en la Facultad de Economía, y de la Maestría en Desarrollo Regional. Historia Económica, Desarrollo Económico, Desarrollo Regional, Taller de Investigación, Metodología, Habilidades del Pensamiento y otras cátedras. Maestro en “Técnicas de Debate” de la maestría en Acción Política y Administración Pública, de la Universidad Anáhuac. Xalapa, Ver.

Director General Técnico y Secretario General de la Universidad Veracruzana.

En el Gobierno Federal, fue Delegado Estatal de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial en Veracruz, y Director de Desarrollo Regional en SPP. En el Gobierno del Estado de Veracruz ha sido Asesor Económico, Jefe de Prensa y Comunicación Social, Director General del Instituto Veracruzano de Cultura, Director General de Industria, Comercio y Estadística, Coordinador de Participación Ciudadana, Coordinador Ejecutivo del Comité de Planeación para el Desarrollo (COPLADEVER). SEFIPLAN, (2010)

Miembro de diversas Asociaciones Civiles y ciudadanas, como el Colegio de Urbanistas y Planificadores, el Colegio de Economistas; la Fundación Cambio XXI A. C.; y de la Fundación Colosio A.C. Colaborador de diversas revistas y publicaciones académicas. Articulista de diversos periódicos, y de otros medios de comunicaciones nacionales, estatales y municipales.