Sucesión, con inflación. ¿Amenazas y riesgos crecientes?

  • Rafael Arias Hernández

A  98 días del inevitable final, o antes si sucede lo posible.

Más y más amparos, expulsiones, denuncias, procesos y acciones de la justicia contra ineficientes y delincuentes en el gobierno. Más y más miles de millones de pesos desaparecidos. Crece la  deuda pública; así como la destrucción y debilitamiento de instituciones. Más, ocurrencias y caprichos,  inconformidades y protestas. Más desempleados, pobres, hambrientos, sedientos e inseguros. 

Nueva Legislatura Estatal, en 68 días. Se espera no sea cómplice y servil;  que exija responsabilidades y persiga delincuentes.

PRI, en larga agonía. PAN y MORENA en competencia abierta.

El gobierno de la alternancia en pleno fortalecimiento: por la limpieza debe empezar, para no decepcionar.

Con “Mover a México”… La economía, es clave

De los múltiples aspectos destaca, que en abril del presente año, el Banco de México advirtió lo que ahora se empieza a padecer: aumento en los precios.

Esto debería ser una seria preocupación y ocupación de gobernantes, funcionarios y políticos en Veracruz y en todo el país.

Lamentable y preocupante porque no se ocupan, o no lo suficiente. Sobre todo en la aldea,  atrapada en años de circo electoral y los que faltan.

A los que están y ya se van, solo les preocupa librar a la Justicia, no ir a la cárcel y salir como el jibarito: “loco de contento, con su cargamento…..”

La mala noticia es que los índices inflacionarios  están sufriendo mayores presiones tanto por un contexto internacional adverso, la devaluación que en los últimos años supera el 40 %, y siguen abajo los precios del petróleo; como por un contexto nacional, cada vez más complicado con políticas y reformas estructurales que no funcionan y en su mayoría actúan incrementando  precios, como los gasolinazos y complicando la rigidez o insuficiencia de producción interna de bienes y servicios básicos,  para el consumo nacional.

“… Agustín Carstens, al comparecer en el Senado de la República, destacó que para este año se pronostica un crecimiento económico de 2 a 3 por ciento y para 2017 de 2.5 a 3.5…Asimismo  dijo que la tasa de inflación para 2017 se prevé se mantenga en 3 por ciento aunque, señaló, hay presiones por la economía mundial y ésta pudiera dispararse, ante lo cual el Banco de México tendría que actuar sobre las tasas de interés.”(LaJornada120416)

Del contexto estatal veracruzano, no hay mucho que decir, ya que la situación va de mal en peor. No hay políticas públicas en acción y los resultados son trágicos y deprimentes.

Más pobreza y hambre…

Se sabe, que la inmensa población que obtiene los ingresos más bajos, destina la mayor parte, a la adquisición  obligada de alimentos y productos básicos o indispensables. A precios crecientes, se reduce su capacidad de compra; y hasta se provoca, su endeudamiento.

En cambio, en el extremo opuesto, resultan menos afectados los de mayores ingresos, quienes dedican una menor parte a la compra obligada, y pueden dejar de adquirir otros bienes y servicios.

Principio general aceptado es que, en todo caso, el consumo depende de la variación o estabilidad de los precios, del ingreso real y no del nominal.

Preguntemos a las amas de casa, verdaderas expertas en economía, ¿cómo la ven? ¿Qué tanto  ha perdido, en estos tres años, el poder adquisitivo familiar?

No se necesita hacer encuestas y sesudos estudios. Basta  escuchar el clamor popular y el hartazgo social.

Bien se sabe la respuesta,  compraran cada vez menos de lo que hacían, con casi la misma cantidad de dinero que tenían o que ganaban.

Lo peor para un país lleno de pobres y en aumento, es que a ellos se afecta más.

Atender a los más débiles…

A reserva de abundar, se puede comentar en general, la relación  entre el ingreso y la inflación en México.

Para  2014, poco menos de la tercera parte de los hogares con mayores ingresos ( concentraron, casi las dos terceras partes de los ingresos corrientes totales;, mientras que más de las dos terceras partes (el restante 70 %) de los hogares  obtuvieron sólo poco más de una tercera parte (el 37.5 %) del ingreso (ENIGH, 2014).

Oportuno tener presente, una expresión de la vieja fórmula de la desigualdad: pocos tienen demasiado  y muchos tienen muy poco. 

Recordar que el tipo de consecuencias es diferente para unos que para otros,  sobre todo cuando se padecen los efectos de precios en aumento.

La inflación y la desigualdad son dos temas que  van de la mano. Parafraseando a  Slesnick (1990), la inflación ha sido considerada como el impuesto más cruel,  dado que genera un impacto regresivo. Y afecta más a los que menos tienen.

Si a esto agregamos que en Veracruz, como en México, no hay  reducción, sino incremento  de  pobreza, entonces aumenta también la desigualdad económica y siguen siendo los más pobres, los que más sufren, dado que no cuentan con los ingresos suficientes para cubrir sus necesidades.

En muchas formas son los más afectados. Más claro, si se toman en cuenta los pequeños, nano niveles del salario mínimo, así como lo cómicos e insignificantes aumentos anuales.

Por cierto, hay también la opinión, de que otros de los más afectados son los integrantes de la clase media, ya que ellos de inmediato padecen el aumento de precios.

Lo cierto es que urge reforzar las políticas públicas. Atender las carencias básicas que padece la población y que la inflación no profundice la pobreza. No solo hay que promover desarrollo y crecimiento económico, sino también mejorar la distribución de ingresos y  recursos,  así por lo menos, reducir desigualdades.

¿Se debe imponer el aumento del salario mínimo?, ¿hay otras formas de fortalecimiento del mercado interno?,  ¿debe el gobierno subsidiar parte del aumento de los precios de los alimentos y básicos?, ¿se debe apoyar el aumento de las tasas de interés?, ¿cómo incrementar y sostener la inversión?, ¿impulsar el ahorro o el crédito?, ¿cómo asegurarse de que esto y más, realmente favorezca a los  más pobres, débiles y desprotegidos?

*[email protected]:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez

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Rafael Arias Hernández

Actualmente es Investigador del IIESES y maestro de la Facultad de Economía de la UV.

Cuenta con  Licenciatura en Economía, por la Universidad Veracruzana. Obtuvo mención honorífica Cum Laude.  Maestría en Economía con especialización en Desarrollo Regional y sub especialización en Historia del Pensamiento Económico. Salt Lake City, Utah. USA. Diplomado por la U.V. en “Habilidades del Pensamiento”.  Alta Dirección AD2 Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas. (IPADE). Becario en los programas Lincon-Juárez y LASPAU.  Asesor académico y maestro de Enseñanza Media, Esc. De Bachilleres Noc. “Art. 3º Constitucional”, Xalapa, Ver. Maestro en la Facultad de Economía, y de la Maestría en Desarrollo Regional. Historia Económica, Desarrollo Económico, Desarrollo Regional, Taller de Investigación, Metodología, Habilidades del Pensamiento y otras cátedras. Maestro en “Técnicas de Debate” de la maestría en Acción Política y Administración Pública, de la Universidad Anáhuac. Xalapa, Ver.

Director General Técnico y Secretario General de la Universidad Veracruzana.

En el Gobierno Federal, fue Delegado Estatal de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial en Veracruz, y Director de Desarrollo Regional en SPP. En el Gobierno del Estado de Veracruz ha sido Asesor Económico, Jefe de Prensa y Comunicación Social, Director General del Instituto Veracruzano de Cultura, Director General de Industria, Comercio y Estadística, Coordinador de Participación Ciudadana, Coordinador Ejecutivo del Comité de Planeación para el Desarrollo (COPLADEVER). SEFIPLAN, (2010)

Miembro de diversas Asociaciones Civiles y ciudadanas, como el Colegio de Urbanistas y Planificadores, el Colegio de Economistas; la Fundación Cambio XXI A. C.; y de la Fundación Colosio A.C. Colaborador de diversas revistas y publicaciones académicas. Articulista de diversos periódicos, y de otros medios de comunicaciones nacionales, estatales y municipales.