Estamos hoy aquí para manifestar nuestro repudio al asalto que el gobierno del estado encabezado por Javier Duarte, ha cometido a la Reserva Técnica del Instituto de Pensiones del Estado. Estamos aquí para expresar nuestra inconformidad por el histórico, permanente y sistemático ataque a la seguridad social del estado, que nos ha puesto en una situación de muy grave riesgo, porque tanta corrupción, tanto despilfarro y tanta ineficiencia, tienen al IPE al borde de la quiebra.

Y si el IPE quiebra, ¿quién va a pagar las pensiones y jubilaciones? ¿Quién va a castigar a los culpables? A los de hoy y a los de ayer. A los sumisos directores del Instituto que nunca han sabido defenderlo, a los incondicionales consejeros, que han permitido verdaderos latrocinios, y que hoy, por cierto, asustados por la magnitud de su propio atraco, simulan deslindarse del despojo, como si fuéramos a creerles.

A todos ellos, incondicionales de la avaricia, que durante años han lucrado con nuestro futuro y nuestra esperanza, ¿quién va a castigarlos?

Estamos hoy aquí, porque queremos reclamarle a este gobierno insensible, su desinterés por resolver el gran problema del pago de las pensiones, para reclamarle las agresiones de todo tipo que ha emprendido contra quienes lo hemos dejado en evidencia:

* Las agresiones legales mediante una reforma a la ley que nos obligó a ir al amparo;

* las agresiones económicas, a través de la retención de los pagos de las pensiones que nos obligó a salir a calle a protestar;

* Y después, en el vértice de su soberbia, desvergüenza y arrogancia, las agresiones físicas con los cuerpos policiacos, contra adultos mayores, contra seres humanos indefensos, débiles y enfermos que no están dispuestos a permitir que le arrebaten los medios para su sobrevivencia.

Estamos hoy aquí, para denunciar que el 11 de febrero de este año, el Consejo Directivo del IPE aprobó la propuesta del gobierno del estado de entregarle 766 millones de pesos bajo el argumento de ser utilizados para el pago de pensiones. Aunque por boca de los propios consejeros, supimos que en realidad lo que se propuso fue un trueque de la reserva técnica, a cambio de un conjunto de inmuebles como el estadio de futbol, el Acuario, el Velódromo, entre otras, pero estas estas propiedades no fueron entregadas.

El jueves 12 de mayo, nuevamente el Consejo Directivo del IPE autorizó, a solicitud del gobierno de Javier Duarte, la entrega de otros 350 millones de pesos de la reserva técnica, otra vez bajo el argumento de usarlas para el pago de pensiones, cosa que se contradice, nuevamente, con el hecho de que, a cambio de esa aprobación, el Consejo Directivo recibió la nueva propuesta de propiedades inmobiliarias que el gobierno ofrece a cambio de la reserva técnica. Puras patrañas, el gobierno necesita recursos y lo más a la mano es el dinero del IPE y sin importarle las consecuencias, lo toma con la complicidad del Consejo Directivo.

El saqueo es brutal, el IPE se queda sin dinero y las propiedades no le servirán para nada.

* Primero porque para poder convertirlas en dinero hay que venderlas y eso no es fácil.

* Segundo porque, en el mejor de los casos, si el IPE se las queda y las administra, lo más seguro es que nunca sepamos cuanto recibe de ingresos y las ganancias terminen en manos de algún funcionario corrupto. Pero en el peor de los casos puede suceder que, al final, ni se le entreguen esas propiedades prometidas.

Estamos hoy aquí para decirle a Javier Duarte que no queremos edificios, ni terrenos, ni negocios, queremos que devuelvan el dinero. Íntegro y con los rendimientos financieros que le corresponden.

Estamos hoy aquí, para exigir una profunda reestructuración financiera y administrativa del IPE y los cambios legales necesarios para garantizar el futuro de miles de veracruzanos.

Un cambio profundo para que los funcionarios corruptos no puedan volver a usufructuar nuestro dinero y si lo hacen, no vuelvan a quedar impunes.

Estamos aquí para exigir una profunda investigación que nos permita saber cuál ha sido el destino de los fondos financieros del IPE durante décadas.

* Para saber quiénes son los responsables del desfalco histórico, de la quiebra inminente.

* Para saber de qué modo mermaron nuestro patrimonio, nuestro presente, nuestro futuro, funcionarios sin escrúpulos, sin moral y sin vergüenza.

* Para conocer las complicidades y los cómplices y hacerlos que paguen sus delitos y que devuelvan lo que se llevaron.

Es indignante y ofensivo el daño histórico que el gobierno de Javier Duarte ha hecho a Veracruz. Es indignante y ofensivo que haya hecho de Veracruz, una tierra sin ley y sin justicia. Un estado con instituciones quebrantadas, con un orden jurídico pisoteado, con una sociedad agraviada por un gobierno que no supo gobernar, por un gobernador que se convirtió en su enemigo.

Es una pena que Javier Duarte haya convertido a los veracruzanos en un pueblo enfurecido por la afrenta y la burla de quien durante seis años se dedicó a lastimarlo.

Es indignante y ofensivo que a pesar de todos los agravios, nadie haya sido castigado, que la federación haya permanecido impávida ante tanto ultraje, y que no haya intervenido cuando el clamor popular exigía que alguien hiciera algo para defender a Veracruz de este gobierno depredador. Es una pena, que nadie haya hecho nada, que todos nos hayan dejado solos.

Estamos hoy aquí para decirle al gobernador Javier Duarte, a sus abyectos funcionarios y sus diputados sumisos y cómplices, que no permitiremos que sigan dañando nuestro presente, nuestro patrimonio y nuestra tranquilidad futura.

Estamos aquí para decirle a la sociedad veracruzana que ha llegado la hora de imponer el castigo a los corruptos.

Estamos hoy aquí para decirle a la sociedad veracruzana que ha llegado la hora de cobrar la factura a tanto agravio, a tanta afrenta, a tanta burla, a tanta ofensa. Y si alguien lo ha olvidado, estamos aquí también para recordárselo: ¡No más ladrones¡, ¡no más corruptos! ¡No más mediocres¡ ¡Veracruz tiene que cambiar!.