Por Sheyla Fuertes Lara

En México de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, hay alrededor de 10.9 millones de adultas y adultos mayores de 60 años y más, que dedicaron gran parte de su vida al trabajo y a la familia, y que su aprendizaje les deja grandes satisfacciones.

En la medicina, la gerontología es una ciencia que se encarga de estudiar los aspectos psicológicos, sociales, económicos y culturales de esta parte de la vida.

También comprende sus necesidades físicas, mentales y sociales, y como son abordadas por las instituciones gubernamentales y no gubernamentales que atienden y el envejecimiento de una población.

De la gerontología se conoce poco, no así de la geriatría, una rama de la medicina que se especializa en la atención de las enfermedades prevalentes en la vejez.

En el país, aún son pocos las personas que se dedican al estudio especializado de la gerontología, es decir, a analizar todos esos aspectos que inciden en la vida de una persona mayor y sobre los cuáles no todo mundo tiene interés.

Si bien es cierto, hay personas adultas mayores que viven en condiciones adecuadas, que tienen familias que se preocupan por su bienestar y les atienden; y que recibieron sus pagos a tiempo; hay otras más que viven en condiciones difíciles y se encuentran en el abandono.

Y es que los gobiernos federales y estatales no contemplan políticas públicas, para que esas personas que no reciben una pensión o no tienen una familia puedan ingresar a una institución adecuada donde les atiendan o reciban los tratamientos de salud que requieren.

Hace unos días, personas jubiladas que reciben sus aportaciones del estado, realizaron diversas manifestaciones en el centro de la ciudad de Xalapa, para exigir su pago mensual correspondiente.

Muchas de las personas que se manifestaban y que bloqueaban la calle recibieron golpes por parte de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, para impedir que obstruyeran el tránsito vehicular.

Los bloqueos que realizaron en las últimas semanas sin duda provocaron caos vial, pero en este caso, su demanda es justa, requieren un pago que les sirve para cubrir sus necesidades básicas, exigen una pensión a la que tienen derecho por los años de trabajo, y los elementos policiacos les dieron un trato indigno para su condición.

Con la reforma a la Ley Federal del Trabajo, la mayoría de las personas no tenemos derecho a una pensión o jubilación. En nuestra vejez no contaremos con una mensualidad que nos ayude a subsistir, por lo que tendremos que buscar otras opciones.

De ahí que la exigencia de las y los jubilados es justa, el pago que les corresponde. Sobre esta situación hubo comentarios a favor y en contra de las y los ancianos, algunos con discapacidades, y que aún así se plantaron para exigir su pago.

No todas las  personas adultas tienen las condiciones para salir adelante, de ahí que las instancias gubernamentales deberán aplicar acciones que les beneficien y la sociedad solidarizarse con sus demandas, porque sin duda la juventud actual también llegará a los 65 años y las problemáticas que enfrenten también deberán atenderse.