"La paz no es solamente la ausencia de la guerra; mientras haya pobreza, racismo, discriminación y exclusión difícilmente podremos alcanzar un mundo de paz."
Rigoberta Menchú
Cuando me pidieron el nombre para esta columna, inmediatamente vino a mi mente “Todos Somos Animales”… Pensé, -¿O acaso pertenecemos los humanos al “reino vegetal” o al “reino mineral” que nos enseñaron en la escuela?
También se me ocurrió, -¿Alguien se sentirá “ofendido” por llamarlo “animal”…Quizás sí, pero sólo algunos animales humanos, porque los no humanos no se ofenden por ser animales, sólo nosotros tambaleamos en nuestras autoestimas cuando nos bajan abruptamente del antropocentrismo.
Masticando la idea, o más bien la realidad de que Todos Somos Animales, pero los humanos discriminamos descaradamente a las otras especies animales (también nos discriminamos dentro de nuestra especie claro), dirigí la mirada casi necesaria e impulsivamente hacia las decenas de perros mestizos que me rodean, y que por alguna razón poquísimos quieren adoptar; y pensé,- “Todos Somos Mestizos”…Sí, sí… Tútambién…Y yo…
La pregunta fue, -¿Cuál es esa tristísima realidad que nos crea la necesidad de tener un “perro de raza” y no un mestizo en nuestros hogares, si Todos Somos Mestizos?
Quise pensar que la respuesta tenía una sola explicación y creo haberla encontrado… Necesitar un perro de raza y no un mestizo, no es ni más ni menos que un ejemplo más de lo que le ha sucedido a la humanidad toda, y también a ti y a mí, que de una u otra forma nos hemos cómodamente dejado arrastrar.
Consumismo, desarrollo tecnológico desmedido y mal orientado, antropocentrismo, individualismo, falta de empatía, indiferencia, exclusión, minimización de la ética, la moral y la vergüenza, y todo lo que la Sociedad Capitalista aberrante ha potencializado, con el fin de que sólo unos pocos tengan el “privilegio” de poseer para “ser alguien”, aplastando ideales, espíritus e iniciativas, oprimiendo a quienes necesariamente estigmatizan y convencen de ser “más débiles”.
Los perros mestizos son los perros de “la gente pobre”, de las colonias marginadas, los “perros callejeros”, esos que son mestizos porque “quieren serlo” porque si quisieran podrían salir de las calles y dejar de ser mestizos…jajaja…como se dice de los indigentes o de las señoras y niños sin rumbo que nos topamos todos los días en la inmensidad de las junglas de cemento.
Y sí, parece que ese fuera el concepto que se tiene del perro mestizo. Y lo que no hace esa gente que así analiza situaciones, es mirarse al espejo… ¡También son mestizos! Aunque tengan casa propia, pertenezcan a la “clase media”, tengan celular, camionetas último modelo, sean artistas, universitarios, “presidentes”… ¡SON MESTIZOS! Y un perro de raza a su lado, no hará que dejen de ser mestizos… ¿Sí vamos entendiendo?.
Un perro de raza a su lado, podrá elevar el “status” imaginario de poder económico, que lastimosamente entenderán quienes tampoco de asumen como mestizos, pero jamás, absolutamente jamás, elevará su evolución moral ante los ojos de quienes sí estamos experimentando el cambio de conciencia.
El sólo hecho de comprar un perro de raza, sólo esa “pequeña” acción, no hace más que denotar lo manipulable, bajo de autoestima, y vulnerable psicológicamente que se es. Porque ese impulso de comprar el más caro o el más bello, no es más que la necesidad de medir la propia capacidad, mediante la capacidad “adquisitiva”, o sea el billete que tenemos en la bolsa, ni más ni menos. Es como comprar el último modelo de carro para mirar al vecino con cara de “soy mejor que tú”, o como comprar una bolsa Ferragamo, para mostrarla sólo una vez, en la tarde pastelera del viernes con las amigas.
La diferencia es que un perro no es un carro, no es una bolsa, no es un trivial objeto, es un animal, como tú y yo…Mestizo como tú y yo…Sintiente como tú y yo… Que tiene la capacidad de amar, de disfrutar, de sufrir dolor físico y emocional, como tú y yo…Y que tiene DERECHOS, como tú y yo, por el sólo hecho de estar vivos y compartir, como tú y yo, todo lo que en este planeta existe.
Un perro no es “callejero” porque es mestizo ni es mestizo porque es callejero; un perro está en la calle porque los mestizos humanos hemos sido irresponsables y faltos de sensibilidad hacia la vida misma. Porque fuimos nosotros los que por necesidad egoísta propia, los hemos quitado de sus hábitats naturales, de sus costumbres y hasta de su capacidad de supervivencia, desde la época de las cavernas. Todo por propia necesidad y comodidad, insisto, y jamás pensando en el mal que les causaríamos.
Un perro es un perro, como un humano es un humano, y todos somos animales. Hasta me atrevería a decir que en un mundo evolucionado, la palabra raza debería desaparecer de los diccionarios e idiomas, porque incluso la famosa “identidad” pasa por otro lado, y no por la necesidad de pertenecer, en este caso a “una raza”.
¿Y las razas de perros? Las razas las creamos nosotros señores, los animales humanos. No nacieron cuando la tierra estaba caliente… ¿Para qué las creamos? Simple y sencillamente para utilizarlas. Primero quizás para trabajo, luego para pura frivolidad, de eso no hay duda.
Por todo esto, y porque hoy por hoy, los perros sufren atrocidades a cada segundo, y porque los animales humanos somos los únicos culpables de esto, y no sólo responsables, somos culpables; y porque todos tenemos los mismos derechos en este planeta, reafirmo, por el sólo hecho de estar vivos, adoptemos uno de los cientos de perros mestizos que hoy esperan por un Hogar.
Sentirse orgulloso de pasear con un perro mestizo en la calle, como lo sienten quienes no necesitan de un perro de raza para que volteen a verlos, o para que alguien se le acerque con la necesidad de conocerlos. Con ese orgullo de quienes se saben profundos de sentimientos e “inflados” de satisfacción por haber cambiado el final de una historia de tortura y sufrimiento.
Sentirse orgulloso de dar hogar a un perro mestizo, que un futuro mejor niño que todos los demás, acariciará diario y amará diario sin importar su color, edad o tamaño.
Sentirse orgullosos de ser un Animal Mestizo. Ese es el camino; se es el mejor futuro para nuestros hijos, la humanidad y el Planeta.