No sé exactamente con qué intención, pero durante todo el fin de semana un ejército de bots atacó la cuenta de Twitter de quien esto escribe, arrobándole el mismo texto en todos los casos.

El enlace en cuestión era un boletín que daba cuenta del discurso del procurador de Justicia del Estado de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras, durante la ceremonia en honor de los “Niños Héroes” (que ni eran tan niños, y que, la historia lo ha demostrado, no todos eran tan héroes), titulada “En Veracruz, nada ni nadie fuera de la ley: Bravo Contreras”.

El citado enlace fue publicado en una página Web denominada Telenews, cuyo director es José Luis Galindo, un ex empleado del Gobierno del Estado que en la actualidad “presta” sus “servicios” a la administración estatal como operador en redes sociales a través de bots, las famosas cuentas falsas que se usan en Twitter para hostigar a quienes sus “clientes” ubican como adversarios.

Un total de 35 bots me arrobaron el boletín de Luis Ángel Bravo Contreras, texto que se adjudicó y firmó Carlos Hoeflich –quien en la red social se ostenta como director operativo de Telenews–, con la leyenda “Ya lo dijo el procurador, todos a someterse a la ley en #Veracruz”.

A las 19:53 horas del martes 16 de septiembre, les solicité vía a Twitter a José Luis Galindo y a Carlos Hoeflich que sus bots dejaran de arrobarme el enlace, en los siguientes términos: “@JLGalindo1 @CarlosHoeflich les pido de favor que sus bots dejen de arrobarme su nota de @luisangelbravo No me interesa su boletín”.

Pero no les importó, y durante el resto de ese día y parte del siguiente, continuaron  con su “estrategia” de hostigarme arrobándome en Twitter la misma nota. Incluso, Carlos Hoeflich marcó como “Favorito” el tuit en el que le solicité a él y a su director detener la andanada, como una especie de burla a mi petición.

No acostumbro ventilar y mucho menos quejarme de temas personales en mi columna, pues considero que no son de interés de mis lectores, a quienes respeto absolutamente. Cuando he escrito algún texto de carácter personal, ha sido sobre asuntos de tipo lúdico, introspecciones que busco sean más bien amenas y un tanto sentimentales.

Pero en este caso, me parece que hay una intención expresa por enviar algún tipo de mensaje, no sé si intimidatorio, hacia mi persona, por las críticas que he publicado hacia el trabajo del procurador Luis Ángel Bravo Contreras, quien tal parece decidió responder a las mismas a través de estafadores de baja estofa que ni siquiera tienen valor civil.

No soy de los que se amedrentan fácilmente, aunque tampoco me hago la víctima ni me siento héroe. Sé de los riesgos y consecuencias que en Veracruz entraña encaminarse por el sendero del periodismo crítico. Pero si el Procurador General de Justicia del Estado o cualquier político o funcionario público tiene algo que decirme o reclamarme por lo que escribo, estoy a sus órdenes. No hacen falta intermediarios de medio pelo.

Twitter: @yeyocontreras