Diminuto, micro, salario mínimo empobrecedor

  • Rafael Arias Hernández
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En México, casi 30 millones, dos terceras partes de la  población ocupada,  ganan  menos de 6 mil 57 pesos, tres salarios mínimos al mes.

Además, en el país, 3 millones  635 mil, el 7.3%,  trabajan y no reciben ingresos; en Veracruz,  278 mil, el 8.9%, están en la misma condición, trabajan y no les pagan.

En particular, 6 millones 462 mil mexicanos y de ellos 474 mil veracruzanos, ganan  hasta 2 mil 20 pesos mesuales.

Por otro lado,  un mexicano es el más rico del mundo.

POCOS EMPLEOS Y MAL PAGADOS.

Riesgo y posibilidad persistentes  en todo el país. Bienestar social y seguridad pública, preocupaciones centrales de todo buen gobierno.

Más allá de declaraciones y discursos, en los hechos, quienes gobiernan al aprobar sostienen,  que se puede sobrevivir con  67 pesos, que es el ingreso mínimo diario que según la ley,  debe recibir un trabajador por jornada.

A pesar de que  tal salario mínimo, está un 36% debajo de la línea de pobreza. Ese es y ha sido el salario real por generaciones, para millones de mexicanos.

Qué, ¿nos seguimos haciendo o somos?

Recientemente la Comisión Económica para América  Latina y el Caribe (CEPAL), reiteró que, "la relación entre el salario mínimo y el valor de la línea de pobreza per cápita demuestra la capacidad de compra del salario mínimo. México es el único país al final de la década (2002-2011) donde el valor del salario mínimo es inferior al umbral de pobreza per cápita” (Financiero.050814)

La pregunta sencilla y directa es,  ¿seguimos con más de lo mismo? O en su lugar,  dejamos la irresponsable y cómplice actitud e iniciamos una discusión seria, empezando por preguntarnos, ¿por qué quienes gobiernan han contribuido a  convertir el país, en una fábrica de hambrientos y miserables en aumento, al permitir que el salario real,  mantenga a los trabajadores en la pobreza?

Y eso, sin considerar otros importantes aspectos, como la notoria e insuficiente creación de empleos; el indiscutible fracaso de políticas y programas de fomento económico; el  cuantioso endeudamiento y dispendio de recursos públicos a ellos destinados. ¿Dónde están los presuntos responsables y los prófugos potenciales de las deudas públicas?

Por si fuera poco también se sabe que de la población ocupada,  casi dos terceras partes tienen por destino la economía y el empleo informal.

BECA SI,  EMPLEO QUIZÁ, SALARIO MÍNIMO Y PRESTACIONES NUNCA.

En el México de hoy y aquí, no el de las fantasías, la mayoría de quienes gobiernan no atienden,  ni les importa si la población obtiene a tiempo, mediante su esfuerzo y dentro de la ley, lo suficiente para satisfacer sus necesidades  básicas.  

Prefieren facilitar, hasta la exageración y la complicidad, inversiones y grandes negocios que sólo tienen como objetivo obtener las máximas utilidades, al costo que sea.¿ Dónde están las reformas de más y mejor seguridad y bienestar social?

Larga y repetida historia del costoso y conocido  fomento económico oficial, caracterizado por los enormes subsidios y estímulos destinados que, sin embargo, resultan como siempre,  con poco o nulo crecimiento,  e insuficientes nuevos empleos.  Mucho menos  se favorece o estimula, ni recompensa el esfuerzo de los trabajadores, tampoco se incrementan  y sostienen  mejores niveles de vida a la población.     

En su lugar, en las últimas décadas, se ha decidido  favorecer y ampliar  programas y acciones de asistencia y  desarrollo social, que pudiendo justificarse excepcional y temporalmente, para que se otorguen a quienes verdaderamente lo necesiten y con estrictas condiciones y limitaciones, en su lugar los  extienden y multiplican.

Vuelta a lo mismo. Orígenes, desarrollo y fortalecimiento de los eternos sistemas asistencialistas, de apoyo  y ayuda oficial;  que sin transparencia y rendición de cuentas verdadero y más bien sujetos a la discrecionalidad, voluntarismo y manipulación política y electoral, se han convertido en “minas de oro”, en fuentes de saqueo para beneficio de muchos que  los administran y sus cómplices.

Notoria y comprobable experiencia y padecimiento, explicado en parte por las innumerables ventajas y beneficios que ofrece  crear y aprovechar  hambre y pobreza.

Además está la prometida y no alcanzada creación de fuentes de empleo,  con salarios dignos y prestaciones mínimas que,  tal parece no es preocupación central de gobierno.

De tiempo acá, poco importa que no alcancen las metas establecidas por los mismos presuntos responsables, en las repetidas exageraciones del discurso y el boletín oficial. Total la creación y administración de pobres no sólo hace a unos más ricos, también  favorece y enriquece  a  otras y otros,  en los diversos ámbitos de gobierno. Muchos servidores públicos, funcionarios y gobernantes, personajes públicos que van de régimen en régimen, de gobierno en gobierno administrando hambre y pobreza, desgracia y sacrificio.

GOBIERNOS CONTRA EL ESTADO DE DERECHO.

Trasgredir la ley, no cumplirla ni hacerla cumplir,  es ir en contra de ella. Principio simple y sencillo para identificar y definir a delincuentes.

Con toda razón se asegura que los primeros en violar la Constitución General de la República y sus leyes es el gobierno,  que incluso de muchas formas permite o promueve un esclavismo disfrazado, una servidumbre o vasallaje laboral altamente redituable.

La Constitución establece claramente que  “los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material social y cultural, y para promover la educación obligatoria de los hijos”.

Así que no hay pretextos. A menos que, como bien se asienta en “Esclavitud asalariada”,  de lo que se trate en realidad es  de asegurar, “…trabajo esclavo o en condiciones de esclavitud virtual - que-,  no es extraño a la historia del país… “.   (Lajornadaveracruz.120814)

Así que,  ante un océano real y en aumento de pobres y hambrientos, ¿cuál es la justificación o pretexto?  ¿Hay legalidad y legitimidad en gobiernos que facilitan y sostienen salarios mínimos empobrecedores y anticonstitucionales?

Las preguntas se repiten por todas partes. ¿Por qué sólo reformar para facilitar presencia, operación y expansión del capital, sobre todo transnacional?

Y lo que supone más importante,  las y los mexicanos, ¿cuándo?

@RafaelAriasH

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Rafael Arias Hernández

Actualmente es Investigador del IIESES y maestro de la Facultad de Economía de la UV.

Cuenta con  Licenciatura en Economía, por la Universidad Veracruzana. Obtuvo mención honorífica Cum Laude.  Maestría en Economía con especialización en Desarrollo Regional y sub especialización en Historia del Pensamiento Económico. Salt Lake City, Utah. USA. Diplomado por la U.V. en “Habilidades del Pensamiento”.  Alta Dirección AD2 Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas. (IPADE). Becario en los programas Lincon-Juárez y LASPAU.  Asesor académico y maestro de Enseñanza Media, Esc. De Bachilleres Noc. “Art. 3º Constitucional”, Xalapa, Ver. Maestro en la Facultad de Economía, y de la Maestría en Desarrollo Regional. Historia Económica, Desarrollo Económico, Desarrollo Regional, Taller de Investigación, Metodología, Habilidades del Pensamiento y otras cátedras. Maestro en “Técnicas de Debate” de la maestría en Acción Política y Administración Pública, de la Universidad Anáhuac. Xalapa, Ver.

Director General Técnico y Secretario General de la Universidad Veracruzana.

En el Gobierno Federal, fue Delegado Estatal de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial en Veracruz, y Director de Desarrollo Regional en SPP. En el Gobierno del Estado de Veracruz ha sido Asesor Económico, Jefe de Prensa y Comunicación Social, Director General del Instituto Veracruzano de Cultura, Director General de Industria, Comercio y Estadística, Coordinador de Participación Ciudadana, Coordinador Ejecutivo del Comité de Planeación para el Desarrollo (COPLADEVER). SEFIPLAN, (2010)

Miembro de diversas Asociaciones Civiles y ciudadanas, como el Colegio de Urbanistas y Planificadores, el Colegio de Economistas; la Fundación Cambio XXI A. C.; y de la Fundación Colosio A.C. Colaborador de diversas revistas y publicaciones académicas. Articulista de diversos periódicos, y de otros medios de comunicaciones nacionales, estatales y municipales.