La definición de un patrón cultural, la manera de cómo una nación ve e interpreta la vida y al mundo, no siempre tiene que ver con las colindancias, barreras, límites territoriales o fronteras. La llegada de extranjeros a zonas territoriales conquistadas o pobladas, lograron crear corrientes de pensamiento que eran semejantes a las de la patria original.

La Cultura helénica, primero y luego la romana que adoptó varios patrones culturales de Grecia, la hicieron conocerse como la cultura greco romana, que al final del día, es la que dio a luz, a la cultura occidental como hoy la conocemos comúnmente.

Es difícil establecer por ello si las instituciones pueden en algún momento determinar la cultura, pero existen algunos ejemplos. Territorios tan lejanos como Filipinas o México, guardan culturas similares por las Colonias Españolas, Australia que está culturalmente más cercana a Gran Bretaña y a Canada, todos con grandes distancias en ultramar.

Una constante histórica es el hecho de que las sociedades protestantes se hayan industrializado antes que la mayoría de las sociedades católicas, sobre ello nadie como Weber quien ha explicado este proceso y su diferenciación. Lo cual no es proporcional al grado de ser feliz.

La felicidad para estos, tiene mucho que ver con la valoración de la familia, la religión y la libertad de elegir. Por eso y pese a lo que pudiera esperarse, a nivel global, lejos de desaparecer, la religiosidad está en aumento. El caso de Suiza, Holanda y Alemania que fueron históricamente protestantes pero (por diferentes tasas de natalidad, diferentes grados de desgaste religioso y la inmigración de católicos) hoy tienen el mismo número de protestantes practicantes que de católicos practicantes.

La religión por ello, sigue siendo factor preponderante en las naciones para medir la felicidad. Aunque de los estudios últimos se ha sacado esta conclusión: el perfil de la persona más inclinada a la felicidad es joven, que tiene un trabajo y un ingreso que le satisfacen, que vive con una pareja estable en un hogar que le satisface, en alguna ciudad no grande y en un país del cual se sienta orgulloso. Difícil creer que haya tres latinoamericanos en los primeros diez del orbe, México (1), Colombia (9) y Trinidad y Tobago (5).

Pilón

Esta semana comienza el cuarto periodo extraordinario en San Lázaro, para poder dictaminar los cuatro dictámenes de las distintas leyes secundarias de la reforma constitucional energética. Serán días muy largos pero de mero trámite, aquí no hay tanta civilidad como en el Senado. Aquí son más y muchos más radicales, se espera de todo; la mayoría debe guardar la calma y aguantar las votaciones al final del desahogo de las miles de reservas pronosticadas. La última bomba, el tema de las pensiones de PEMEX y CFE para deuda pública es un arponazo más a la mayoría de los mexicanos.

@gonzaloflorcast