El bullying ha existido en las escuelas desde hace muchos años. Es recientemente cuando se ha cobrado conciencia del daño que este acoso causa en los niños. No se presenta nada más como así. Hay quienes aseguran que es una conducta aprendida en la casa de cada uno de los niños que lo ejercen. Es una conducta preocupante y si ésta ha sido aprendida en el seno familiar es aún un problema mayor.
En el seno familiar los niños aprenden muchas cosas. Lo que hacen sus padres lo imitan ellos. Un niño que ejerce bullying es porque seguramente alguno de sus padres lo ejerce sin advertir, quizás, el daño que le hacen a sus hijos.
El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar, matoneo escolar o en inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado tanto en el aula, como a través de las redes sociales, con el nombre específico de ciberacoso.
Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patios de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia, siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas. Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente) que aquella. Suelen ser más proclives al acoso escolar aquellos niños que poseen diversidad funcional, entre las cuales se pueden contar el síndrome de Down, el autismo y síndrome de Asperger, entre otros.
En Veracruz, según informes que circulan, ya hay un caso de bullying. En la escuela primaria “Vicente Guerrero” de Pueblo Viejo un niño, de siete años de edad, podría quedar cuadripléjico como resultado de las lesiones recibidas a causa de una agresión por parte de sus compañeros de escuela. La información la dio a conocer el fin de semana la presidenta del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Pueblo Viejo, Rosario Gómez de Cuan.
Este caso de bullying, informó la funcionaria, se suscitó en la escuela primaria ya mencionada cuando el menor estudiante de segundo grado fue empujado por sus compañeros y después éstos se le arrojaron encima durante la hora del recreo. Según Rosario Gómez de Cuan, luego de la agresión, el menor empezó a perder movilidad en el cuerpo hasta el grado de ya no poder incorporarse, por lo que fue trasladado al hospital “Carlos Canseco”, de Tampico, donde se quedó internado desde el pasado 8 de mayo.
Hay versiones extraoficiales que han señalado que la directora de la escuela, María Virginia Castro, así como la maestra del grupo, se han negado a atender a los padres del menor además de que, presumiblemente, la directora ha amenazado a los padres para que no soliciten información acerca del caso ni de la identidad de los compañeros presuntos agresores.
Tres asociaciones
En Veracruz, oficialmente hay tres asociaciones de padres de familia constituidas.
Una lo es la Asociación de Padres de Familia del Estado de Veracruz (Apafev), de Rita María Guerra Nogueira. Hasta ahora no ha emitido una sola palabra acerca del bullying, fenómeno que crece en las escuelas de educación básica del estado porque así se lo ha ordenado, aseguran, la “tía Xóchitl”, como ella misma llama a la subsecretaria de Educación Básica de la SEV. Y dicen más: que según la presidenta no renovable de la Apafev, la “tía Xóchitl” le ha solicitado que evite involucrarse en los problemas de los padres de familia de las escuelas de Veracruz así como en temas que son delicados, como el bullying, que le pagan 60 mil pesos para “representar” a los padres de familia y coptarlos y no para involucrarse en sus problemas.
Otras dos asociaciones lo son la Unión de Padres de Familia Región Xalapa, de Ignacio y Carmen Guadarrama, y el Organismo Único de Atención Integral a Padres de Familia de Veracruz, de Esteban Rodríguez. Ninguno de los dos se ha pronunciado hasta ahora acerca del bullying que avance en los centros escolares. Llama la atención el silencio absoluto porque, como se dijo, el acoso escolar es un problema que no propiamente surge en las escuelas, sino en el seno familiar. Las dos asociaciones desean reconocimiento social, pero con su silencio no abonan a solucionar el grave problema que hay.
Las tres asociaciones sin duda pasan por alto que el niño que ejerce bullying es porque vive una situación de violencia familiar con toda seguridad, y esa violencia la repita en la escuela, entre sus compañeros. Si las mencionadas asociaciones quieren ayudar a resolver el problema deben empezar entendiendo la gravedad del asunto y realizando acciones desde el ámbito que les corresponda trabajar.
Dos asociaciones podrían tener la disculpa de no tener recursos para poder hacer lo que deben. La otra no tiene disculpa alguna, porque obtiene recursos públicos que gasta sin beneficio alguno para la sociedad y en este gasto innecesario, que no inversión, hay que poner énfasis mayúsculo.
Autoridades indiferentes
Hace unos días, el diputado local por el PAN, Carlos Gabriel Fuentes Urrutia, afirmó que en Veracruz podría presentarse, como ya se dio en Pueblo Viejo, alguna víctima de bullying en las escuelas de todos los niveles. Ello por la indiferencia que ante el tema han demostrado las autoridades estatales, una asociación de padres de familia que nadie sabe dónde está ni qué hace, pero que recibe recursos públicos de manera mensual, y el propio secretario de Educación, Adolfo Mota Hernández.
El legislador recordó que desde el 2 de noviembre de 2011 se promulgó la “Ley contra el acoso escolar para el estado de Veracruz” y que hasta ahora no existe el llamado Registro Estatal para el Control del Acoso Escolar que obliga a la autoridad a recoger con detalle las estadísticas de los casos de acoso escolar que tengan lugar en la entidad y en sus 23 mil escuelas.
Por ello, exhortó al gobernador del estado, Javier Duarte, y al secretario de Educación, Adolfo Mota Hernández, a que cumplan con lo dispuesto en el artículo 40 de dicha normatividad que así lo estipula. La información que se recabe, dijo el legislador, servirá como base para la elaboración de un informe anual acerca del acoso escolar; sobre todo cuando se tiene frente a la sociedad hechos recientes y lamentables como el ocurrido en Reynosa, Tamaulipas, donde un menor de edad murió a causa del bullying.
“Yo no sé si la intención de no hacer lo que dice la ley es esperar a que suceda un caso similar en Veracruz. Con el Registro Estatal para el Control del Acoso Escolar, las autoridades educativas tendrán los instrumentos necesarios para dar seguimiento y atención a los casos presentados. Esta información les permitirá implementar programas específicos para promover el respeto entre los estudiantes y evitar violencia física y psicológica entre los menores de edad", precisó el legislador.
Carlos Fuentes Urrutia mencionó que a la fecha se ha superado el plazo otorgado por la legislatura de más de 110 días para que Gobierno del Estado cumpla con lo dispuesto por la normativa. En ese sentido, el grupo legislativo del Partido Acción Nacional presentó el 2 de abril pasado ante el pleno del Congreso del Estado un pronunciamiento con anteproyecto de punto de acuerdo en el que exhortó al Ejecutivo Estatal a cumplir con lo dispuesto en la ley.
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