Institucionalizar la democracia en México es uno más de los retos que se ha propuesto el presidente Enrique Pena Nieto y que ha respaldado el poder legislativo.

Después de 23 años de existencia deja de existir el Instituto Federal Electoral, para dar paso a un nuevo órgano con todas las herramientas necesarias para velar por la sana competencia en las elecciones, llevando la democracia electoral a otro nivel.

La semana pasada, en la Cámara de Diputados, en un claro ejercicio de concertación entre las principales fuerzas políticas del país, se alcanzaron. consensos con una mayoría calificada para conformar el Instituto Nacional Electoral (INE). Destacándose en los once integrantes del INE su basta experiencia y conocimientos en materia electoral.

Comparto la visión del Diputado Manlio Fabio Beltrones de que “la integración del Instituto Nacional Electoral abre una nueva etapa en el desarrollo político de México con una autoridad electoral que será el árbitro de todos los comicios”. Los miembros del INE son garantía de autonomía e imparcialidad y con un gran compromiso de elevar la efectividad del voto a nivel nacional.

La creación del INE, presidido por Lorenzo Córdova, permitirá que la recién aprobada reforma político electoral alcance su mayor efectividad e impactará de manera positiva el escenario político del país y en la vida democrática de los mexicanos.

Aún existen pendientes en el ámbito legislativo, que sin duda reforzarán al máximo la actividad del Instituto Nacional Electoral. Por ello, la legislación secundaria, que está en proceso de análisis, deberá estar aprobada antes del próximo 30 de abril.

En ese sentido, el compromiso que me mueve como senador de la República, es reforzar la institucionalidad y democracia en México para tener un mejor país.