Que la próxima dirigencia del Partido Acción Nacional vaya a dirimirse únicamente entre Gustavo Madero y Ernesto Cordero no es buena noticia para este instituto político.
Luego de que por años este partido aportara ideas y propuestas políticas provenientes de algunas de las mentes más lúcidas que han existido en México, como su fundador Manuel Gómez Morín, de unos años a la fecha y en particular actualmente, sus principales figuras no son ni la sombra de lo que alguna vez le dio lustre a este partido, más allá de sus concepciones ideológicas.
Quizá el peor de todos sea Vicente Fox Quesada, uno de los más grandes embaucadores de la historia de México, quien se aprovechó del hartazgo de la población con el priismo autoritario para hacerse del poder y, una vez ahí, traicionar a quienes votaron por él pensando en que habría un cambio real en México.
Doce años después, la gente echaría de palacio nacional a los panistas para abrirle la puerta de nuevo al PRI, mientras en el seno del blanquiazul comenzó una lucha a muerte por los despojos de ese partido, que ha perdido la brújula democrática en la que alguna vez inspiró su andar.
La actuación de Gustavo Madero –quien es descendiente del malogrado presidente de México e iniciador del movimiento revolucionario, Francisco I. Madero– al frente del Comité Ejecutivo Nacional panista ha sido, sin ambages, un desastre. Perdió la elección presidencial que le devolvió al PRI el poder, y una vez reinstalados en Los Pinos los tricolores, transó con éstos una serie de acuerdos con los que buena parte del panismo no estuvo nunca de acuerdo.
Ello le ha valido ser señalado dentro de su mismo partido como un “vendido” con el PRI, donde, a su vez, lo ven como un dirigente “conveniente” y dócil ante los designios del presidente Enrique Peña Nieto, no como un verdadero líder opositor a un gobierno que en mucho representa y hace uso de las prácticas que en el pasado combatieron los fundadores de Acción Nacional.
Pero su contraparte no representa algo mejor. A pesar de haber ocupado importantes carteras en el gobierno de Felipe Calderón –Hacienda y Desarrollo Social– Ernesto Cordero nunca pasó de ser un anodino burócrata cuyo único mérito político era ser el depositario de las confianzas e intereses de su jefe el presidente de la República.
Eso quedó de manifiesto durante la interna panista para definir candidato presidencial en 2012, en la que fue vencido por Josefina Vázquez Mota, quien, dicho sea de paso, tampoco ganaría un concurso de simpatía, como no ganó los comicios constitucionales de ese año.
Como consolación y para defender los intereses del calderonismo –corriente política responsable de convertir a México en un mar de sangre entre 2006 y 2012–, Cordero fue colocado como senador plurinominal y coordinador de la bancada panista en la Cámara alta, hasta que su oposición a los amarres de Madero llevaron a éste a destituirlo para nombrar en esa posición a alguien afín.
La realidad es que en la próxima elección de dirigente nacional del PAN estarán en juego los privilegios e intereses de dos grupos antagónicos, más no un verdadero proyecto político de país. La derrota de los principios de Acción Nacional fue por partida doble: perdieron el poder y perdieron el partido. Y por el camino que van, no se ve que puedan recuperar a ninguno.
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Twitter: @yeyocontreras
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Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). Inició su carrera en el periodismo como reportero gráfico en el Diario “Cambio”, en 1995, en la ciudad de Puebla, siendo aún estudiante.
Fue Subdirector fundador de Diario “AZ Veracruz” y Subdirector de Información en Diario “AZ Xalapa”.
Entre 2005 y 2006 participa en el proyecto periodístico colectivo “Horas Extra”, el primer periódico gratuito que se publicó en el estado de Veracruz, y del cual fue uno de los fundadores e integrante del Consejo de Redacción.
De 2006 a 2014 fue Director Editorial de Grupo Líder, que edita la revista Líder en los estados de Veracruz y Puebla.
Actualmente es colaborador de la revista etcétera, del noticiario radiofónico “Infórmese” de EXA FM en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, y autor de la columna “Rúbrica”, que se publica en diferentes medios de comunicación, impresos y digitales.