Como si no fuera suficientemente lastimera la condición de “patiño” del régimen priista que juega en el estado de Veracruz, el PRD se hunde cada vez más en el porquerizo de inmundicia en el que se revuelca su “líder”, Sergio Rodríguez Cortés.

Para “protestar” contra la aprobación de la reforma energética en el Congreso de la Unión, al funesto “dirigente” de lo que queda de este partido en el estado se le ocurrió la “brillante” idea de llevar a la principal plaza pública de la capital veracruzana a tres mujeres semidesnudas, con el torso cubierto únicamente con body paint con imágenes de pozos petroleros trazadas sobre sus pechos y estómago, cargando una manta con la frase de José Saramago que retomó la senadora Layda Sansores durante el debate en la Cámara alta.

¿Qué resultados obtuvo? Que los transeúntes, los fotógrafos y los automovilistas se dieran un “taco de ojo” con las bien formadas “edecanes” (que de ninguna manera eran militantes perredistas, sino modelos contratadas para la ocasión) sin que nadie reparara en la “causa” que decían defender: la de la oposición al remate de los bienes y recursos de la nación.

La verdadera y aviesa intención de estos liderzuelos es terminar de enterrar lo que queda de un partido que llegó a ser segunda fuerza estatal, y hacerle la chamba a sus patrones del PRI y del gobierno estatal restándole seriedad ante los ciudadanos a la protesta civil, misma que fue reducida al nivel de un show de table dance.

Y no es que nos espantemos por ver un cuerpo de mujer desnudo. No es cuestión de mojigatería ni de supuestas buenas costumbres. Simple y llanamente no había justificación alguna para presentar de esta manera a estas muchachas en el marco de una protesta contra reformas legislativas. El espectáculo montado por el llamado “PRD rojo” fue sexista, morboso, y sobre todo, inútil para los fines que mentirosamente aseguran perseguir.

No extraña de una persona como Sergio Rodríguez Cortés que pretenda reducir el debate de un tema del que depende el futuro del país, al nivel de una cantina o de un congal como los que, por lo visto, frecuenta para “afinar” sus estrategias políticas.

Lo que es inconcebible es que la gente valiosa que todavía queda en el PRD veracruzano permita o al menos tolere que Rodríguez denigre una causa social legítima y valiosa, dejándose arrastrar al despeñadero de descrédito y vergüenza al que este sujeto ha llevado al sol azteca por un puñado de billetes.

Convirtieron al Partido de la Revolución Democrática en Veracruz en un mero partido “teibolero”, que a lo único que realmente se opone es a quedar fuera del presupuesto.

De pena ajena.

Email: [email protected]

Twitter: @yeyocontreras