Una clara muestra del estado de descomposición del sistema de procuración e impartición de justicia en Veracruz se vivió este fin de semana en la ciudad de Coatepec.

Elementos de la Agencia Veracruzana de Investigaciones detuvieron el sábado a Ernesto Isunza Vera, académico del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, y al músico integrante de la Orquesta de Guitarras de la Universidad Veracruzana Iván Rísquez Valdepeña, quienes fueron trasladados al penal de Pacho Viejo, pues sobre ellos pesaba una orden de aprehensión girada por un juez municipal bajo la causa penal 7/2013, por el supuesto delito de coacción.

¿Qué fue lo que hicieron estos dos hombres, que los hiciera merecedores de ser detenidos y exhibidos como si de peligrosos delincuentes se tratara? Oponerse a que una empresa propiedad del ex alcalde y actual diputado local del PRI por Xalapa rural, David Velasco Chedraui, destruya un entorno natural para levantar un fraccionamiento.

Dicha unidad habitacional, que llevaría por nombre “Las Orquídeas”, está ubicada en la calle Prolongación Guillermo Prieto, en el barrio de San Miguel, en Coatepec. Los trabajos que la compañía constructora Edivel SA de CV realizó provocaron la fractura del pavimento, daños en las casas aledañas, así como la tala de unos 80 árboles.

Esto fue motivo para que los vecinos afectados, entre quienes se encuentran Ernesto Isunza e Iván Rísquez, formaran un movimiento en oposición a la construcción del fraccionamiento, pues además de las afectaciones a sus viviendas, argumentan que se trata de un proyecto ilegal e inviable ambientalmente.

De acuerdo con Rísquez, en el proyecto original se establecía la construcción de cuatro viviendas por hectárea. Pero éste fue modificado y ahora contempla 16, lo que representa sobrepasar en 400 por ciento la capacidad de la zona. Además, los vecinos investigaron en qué condiciones estaba la expedición de los permisos para la obra, y se encontraron con que no están en regla.

La respuesta del diputado local, integrante de la familia Chedraui, la más poderosa económicamente de todo el estado, fue denunciar penalmente a quienes se oponen a su negocio. Y con una rapidez insólita, un juez giró la orden de aprehensión y los elementos policíacos detuvieron a Isunza y a Rísquez, con el evidente propósito de amedrentarlos.

Ambos ya fueron liberados, tras pagar una fianza de cinco mil pesos cada uno. Pero tendrán que enfrentar un proceso penal por el “tremendo delito” de oponerse a que David Velasco Chedraui, quien forma parte de la oligarquía empresarial y política del estado de Veracruz, destruya el entorno para continuar enriqueciéndose.

Y para ello, cómo no, cuenta con el apoyo del sistema de procuración e impartición de justicia del estado, que cada día que pasa, apesta más de tanta   podredumbre que tiene dentro.

Si el caso trascendió a los medios fue porque Isunza es un conocido activista social y un respetado académico, motivo por el cual su aprehensión fue denunciada durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara este domingo. De haberse tratado de ciudadanos sin ese apoyo, quizás seguirían en la cárcel.

Ése es el real nivel de la justicia en Veracruz.

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