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La colorida expo de trajes de la Virgen de La Candelaria en Tlacotalpan
Tlacotalpan, Ver.- Uno tras otro se observan al menos 50 vestidos, todos ellos de colores claros, perfectamente planchados, con sus mantos extendiéndose por el suelo de la parroquia de San Cristóbal, ubicada en Tlacotalpan, Veracruz.
Se trata de una exhibición con los vestuarios que la Virgen de la Candelaria portó desde su presentación en 1776, sin embargo, en la exposición resulta imposible mostrar la totalidad de los vestidos.
Desde los años 70’s se tomó la decisión de cambiar anualmente el vestuario que la figura de la virgen luciría para las festividades de La Candelaria y, desde entonces, los feligreses tratan de conservarlos de la mejor manera.
Los vestuarios están realizados con intricados bordados en telas muy delicadas, calados, deshilados, labrados y brocados. Los forman el vestido y el manto, que se coloca sobre la cabeza de la figura de la virgen, todo hecho a medida.
“Desde que empieza el rosario de la virgen, que se hace un novenario, se empieza a poner la exhibición de algunos vestidos que ya ella usó”, explicó Alicia Fierro Licona, una de las devotas de la virgen y quien forma parte de las personas que vigilan la exhibición.
En el libro de Milagros de la Virgen de la Candelaria es en donde se enlista a todos los beneficiados que se preparan para reintegrarle su intervención divina a través de la donación del atuendo que va a lucir durante las fiestas.
“Son las personas que lo donan algunas que les hizo un milagro la virgen, ellos lo donan y ya ahorita están anotados varias personas hasta el 2033”, explicó Fierro Licona.
También donan las alhajas y coronas que se le colocan a la figura de la virgen.
La virgen usa un mismo vestido todo el año. Cuando se recibe el nuevo se prepara para que lo porte el 2 de febrero.
La entrada no tiene costo, sin embargo, en el acceso de la Iglesia se coloca una caja para que las personas dejen su cooperación voluntaria, ya que resguardar todos los vestuarios y repararlos es costoso.
Hay que volver a sujetarles piedras, lentejuelas e hilos. El desgaste natural que genera la humedad de la zona hace fundamental que se mantengan en resguardo.
En la parte central de la exposición está la prenda original, con el que llegó la imagen en 1776. Ese traje se comenzó a reparar; cuando se decidió retirárselo a la virgen, algunos hilos ya estaban desgastados.
Durante el resto del año, este traje específicamente se mantiene a una temperatura adecuada debido a que tiene 249 años de antigüedad.