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Alertan por presencia de cocodrilo en laguna de Puente Moreno

  • Iraís García
Earth Mision informó que hacía tiempo no veían cocodrilos en la laguna de Puente Moreno.

Medellín de Bravo, Ver.- Ciudadanos del fraccionamiento Puente de Moreno alertaron a través de redes sociales sobre la presencia de un cocodrilo en la laguna de la zona, generando preocupación entre los habitantes.

Sergio Armando González, presidente de la fundación Earth Mission, señaló que, aunque en Puente Moreno siempre ha habido lagunas, desde hace tiempo no se habían reportado avistamientos de cocodrilos.

Explicó que es posible que el animal haya llegado debido a la venta ilegal de cocodrilos bebés, los cuales algunas personas liberan en cuerpos de agua.

Recomendaciones a la ciudadanía

El especialista advirtió que la población debe extremar precauciones y evitar cualquier intento de captura o intervención. En caso de avistar al reptil, recomendó llamar a Protección Civil, que trabajará en conjunto con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para su manejo adecuado.

“Nos pueden contactar, hacemos acto de presencia, pero turnamos el caso a Profepa. Si la autoridad lo autoriza, podemos colaborar en la captura y reubicación, aunque también pueden intervenir los Bomberos Conurbados”, indicó González.

Riesgos potenciales

El presidente de Earth Mission explicó que el riesgo de ataque por parte de estos animales aumenta cuando superan los dos metros de longitud. Además, señaló que, mientras que en lagunas grandes como La Mancha y el Estero de Mandinga los cocodrilos han convivido con el ganado sin representar un peligro significativo, en cuerpos de agua urbanos, como los de Puente Moreno, sí pueden suponer una amenaza para niños o mascotas.

Asimismo, González mencionó que en lagunas profundas, como la del Malibrán, los cocodrilos tienden a alejarse de las personas; sin embargo, en espacios más reducidos su comportamiento puede ser distinto.

No alimentar a la fauna silvestre

El experto enfatizó la importancia de no interactuar ni alimentar a los cocodrilos. Explicó que, aunque un ejemplar pequeño parezca inofensivo, con el tiempo puede superar los 90 kilos y, al acostumbrarse a recibir alimento de los humanos, aumentaría el riesgo de incidentes.

“Si un cocodrilo muerde y realiza el ‘giro de la muerte’, puede ser extremadamente peligroso”, advirtió.

Finalmente, González reiteró que la mejor forma de prevenir accidentes es permitir que las autoridades competentes se encarguen de la situación y seguir las recomendaciones de seguridad.