- Educación
Agarcita, la cordobesa que no se negó a dar clases en escuela rural
Veracruz, Ver.- Agarcita Herrera Licona es una docente rural que no dudó en dejar la comodidad de su casa y aventurarse a vivir en un pueblo alejado de su familia, pues sabría que podría poner en práctica algo que entendió hace mucho tiempo: para una mejor educación es necesario romper la barrera entre maestro y alumno.
La joven de 30 años es docente de 12 niños de cuarto grado, cuyas edades oscilan entre los 9 y los 10 años, lo que le hace recordar que cuando ella era niña, le fue difícil aprender y hoy se pone en los zapatos de sus estudiantes para comprender sus necesidades, lograr la confianza y adaptarse a su forma de aprender.
Actualmente, vive a casi 180 kilómetros de distancia, aproximadamente cuatro horas en carretera, de Córdoba, Veracruz. La maestra nacida en la ciudad de Los Treinta Caballeros es muy querida en Las Sabanetas, una comunidad de aproximadamente 300 habitantes que pertenece a Chacaltianguis, municipio al que llegó en octubre del 2023.
Allí, contó la docente, las personas se dedican al cultivo de piñas, y quienes viven de una forma más holgada es porque reciben remesas de sus familiares desde Estados Unidos. De acuerdo con la Secretaría de Economía, en el segundo trimestre del 2024 Chacaltianguis registró un monto de remesas de 44 mil 300 dólares, unos 882 mil pesos.
Agarcita no pensó en decir que no cuando le pidieron cubrir esa plaza, y es que las autoridades educativas de Veracruz han reconocido que tienen problemas para cubrir los espacios en las comunidades rurales debido a la negativa de los docentes de vivir en estos lugares.
El secretario de Educación de Veracruz (SEV), Víctor Emmanuel Vargas Barrientos, lamentó que una de las causas de la falta de docentes en algunas escuelas de la entidad es que los recién egresados se niegan a cubrir plazas en zonas rurales del sur y norte de la entidad veracruzana.
“El problema es que el de nuevo ingreso no se quiere ir a trabajar en la zona rural, en el norte y el sur, y en ese sentido seguimos contratando y tratando de hacer el mayor esfuerzo para cubrir esos maestros”, explicó el funcionario.
El Sistema Educativo del estado de Veracruz atiende a más de dos millones de estudiantes.
En la entidad veracruzana, hay un registro de más de 137 mil docentes que dan clases en casi 24 mil escuelas. Del total de planteles educativos, 15 mil 5 son rurales y ocho mil 915 urbanas, brindando servicio a seis mil 775 localidades en los 212 municipios.
Aproximadamente el 40 por ciento de las escuelas están en zonas urbanas y el resto, es decir, el 60 por ciento, se encuentran en zonas rurales, debido a la geografía del estado, que cuenta con muchas áreas rurales y semiurbanas.
Nacida para educar
La maestra Agarcita supo que quería dedicarse a la docencia cuando comprendió que para educar a un niño era necesario romper la barrera que lo separa de su educador.
“Me llamó la atención el ser maestra, el aprender, más que nada, porque yo fui una niña que tuvo dificultad, pero me nació la vocación porque yo entiendo a mis alumnos, yo me pongo en sus zapatos, porque yo también fui niña”, explica con regocijo.
Su esquema de enseñanza se basa en la comprensión y la confianza con sus alumnos de cuarto grado, una fórmula que le ha dado buenos resultados pues en la actualidad es una de las maestras más queridas de su escuela.
“Yo dije ‘quero ayudar a los niños, quiero entenderlos, que aprendan’, porque muchas veces hay maestros que te dan clases, solo llegan, te enseñan, pero no te ayudan, no se ponen en tu lugar como niño y pues yo quise ser maestra para poder ayudarlos, enseñarles, comprenderlos y ser su amiga”.
La distancia, un reto
Hoy en día, los viajes de la maestra a su natal Córdoba para ver a su familia no son tan frecuentes como ella quisiera, el costo del traslado y la distancia hacen que sus viajes sean “de vez en cuando”.
“Para llegar al pueblito tengo que transbordar, primero tomar un autobús AU en Córdoba que me lleve a Santa Cruz y de ahí agarro un camión ordinario que me deja en la entrada al pueblo y ya en Las Sabanetas tomo taxi comunitario. Aquí los taxis comunitarios salen a trabajar desde la mañana, pero a las 6 de la tarde dejan de llevar pasaje”, cuenta la maestra.
Llegó el 4 de octubre de 2023 a la escuela primaria “Benito Juárez García” después del examen que realizó para la obtención de su plaza como maestra.
De acuerdo con el puntaje que obtuvo tras el examen, la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM), un órgano administrativo desconcentrado con autonomía técnica, operativa y de gestión, adscrito a la Secretaría de Educación Pública (SEP), la envió durante seis meses a una escuela del puerto de Veracruz y al concluir dicho periodo fue seleccionada para dar clases en Chacaltianguis.
En la escuela primaria “Benito Juárez García” lleva 11 meses, sin embargo, deberá dar clases durante dos años ininterrumpidos para posteriormente poder elegir otra institución educativa, alguna de la ciudad de Córdoba, quizá, para estar cerca de su familia.
“Yo creo que a todos nos gustaría estar cerca de nuestra casa, de nuestra familia, porque más que nada es estar cerca de la familia”.
Mientras eso sucede, Agarcita dijo sentirse contenta con su experiencia como maestra de escuela rural.
“La verdad me siento muy contenta, me siento muy tranquila, de hecho si yo pido mi cambio y no encuentro lugar me quiero quedar aquí, me gustó mucho, la gente es muy tranquila, la comunidad es muy amable. Me tocó llegar a un lugar donde las personas aprecian a los maestros y la verdad estoy aquí por vocación, llegar a este lugar es una experiencia que me la voy a llevar toda la vida porque es bonito”.
No obstante, reconoció que la distancia es un factor en contra. Estar tan lejos de Córdoba, de su familia y del gasto que implica viajar de un municipio a otro, la hacen pensar a cada rato sobre qué es lo que más le conviene.
La maestra reconoció que no en todos los casos las y los profesores quedan conformes con dar clases en escuelas rurales alejadas de sus ciudades de origen y de sus familias.
Contó el caso de una maestra, amiga suya, que no estaba conforme con haber quedado en la escuela primaria “Benito Juárez García” en Las Sabanetas, sin embargo, con el tiempo se adaptó.
“Tengo una compañera que al principio hasta quería renunciar porque estaba lejos de su familia, ella es de Coatepec, más lejos que yo de Córdoba, ella gastaba mil 300 pesos de ida y de venida, entonces ella quería renunciar por la distancia, la economía y pues era nueva, si son muchas cosas que los maestros vivimos, pero con el paso del tiempo hablamos con ella y le dijimos que era bonito y que era una bonita experiencia, pero sobre todo que el tiempo pasa rápido”, finalizó.