Veracruz, Ver.- En playa Villa del Mar del puerto de Veracruz, algunos turistas dijeron haber quedado decepcionados del eclipse solar total de este lunes 8 de abril porque esperaban que oscureciera al igual que el 11 de julio de 1991.

A pesar de que especialistas informaron previamente que a diferencia de otros estados del país, en Veracruz el fenómeno astronómico se vería con una parcialidad de entre el 60 y 70 por ciento, los turistas esperaban algo más.

A las 11:00 de la mañana comenzó el espectáculo en el que la Tierra, la Luna y el Sol comenzaron a alinearse y, alrededor de las 12:15 de la tarde, el fenómeno alcanzó su plenitud.

Los vidrios para soldar, los lentes especiales y las cajas negras fueron algunas de las herramientas que utilizaron los curiosos para ver de manera segura el eclipse solar.

No obstante, a pesar de que en la playa había una importante afluencia de turismo, fueron contadas las personas que se percataron de lo que sucedía en el cielo.

Eduardo Pérez viajó desde el estado de Hidalgo para disfrutar de la playa jarocha, reconoció que ni él ni su familia se acordaron del eclipse.

“Ni cuenta me di esta vez, la verdad, fue un día normal, yo creo que fue por eso que ni me acordé”.

Bajo la sombra de una palapa y sentado en una mesa de madera mientras tomaba una cerveza, el turista reconoció que el fenómeno del 11 de julio de 1991 lo impactó porque en aquella ocasión pudo ver cómo se oscureció el día.

“En aquel tiempo estaba yo en el estado de Hidalgo, tenía yo como 18 o 19 años, aquella ocasión se oscureció todo, los animales se volvieron locos, si estuvo bueno el eclipse de aquella ocasión, pero esta vez ni cuenta nos dimos”.

El próximo eclipse solar volverá a ocurrir hasta el 30 de marzo de 2052, es decir, dentro de 28 años, así que Eduardo Pérez no pierde la esperanza de poder disfrutarlo.

“Esperemos estar y si no ni modo, nuestros familiares estarán, sobre todo los niños”.

La esposa de Eduardo, Jazmín Rodríguez, reconoció que tampoco se percató del eclipse porque en ese momento nadaba en el mar.

“Ni me di cuenta la verdad, para qué le digo mentiras, no se oscureció, nada”.

Quienes si disfrutaron por algunos momentos del fenómeno astronómico fueron los prestadores de servicios turísticos de la playa, más por curiosidad que porque en verdad les interesara el evento.