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Barranca de Metlac, del olvido a zona de Monumentos Históricos
La exuberante vegetación que conforma la Barranca de Metlac, ubicada a aproximadamente 20 minutos de Córdoba, es solo uno de los diversos atractivos de esta zona que fue protegida mediante la declaratoria de Zona de Monumentos Históricos.
El área que ahora está protegida incluye una superficie de 355 hectáreas del trazo del Antiguo Ferrocarril Mexicano, tramo Sumidero-Fortín de las Flores, ubicado en los municipios de Ixtaczoquitlán y Fortín, en la zona centro del estado de Veracruz.
La zona se había convertido en un área olvidada y rondada por la inseguridad, pues las autoridades abandonaron los proyectos para la práctica de deportes extremos como rapel, senderismo y ciclismo de montaña.
El proceso para buscar que la Barranca de Metlac fuera declarada como Zona de Monumentos Históricos comenzó desde hace 15 años, cuando en 2007 se inició la integración del expediente para consolidar el proyecto.
Sin embargo, desde hace 20 años la sociedad civil organizada — en la figura de la iniciativa ciudadana “Del volcán al mar”, que encabeza el Dr. Emilio Zilli Debernardi — y el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) buscaron reconocer su valor histórico.
La preocupación comenzó cuando la zona comenzó a sufrir saqueos, lo que puso en peligro su preservación. Entonces, tanto la asociación como el IVEC se acercaron a varias instancias, como el Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Coordinación Nacinal de Monumentos Históricos y la ahora Secretaría de Cultura del gobierno de México.
¿QUÉ SE CONSERVA A TRAVÉS DE ESTA DECLARATORIA?
En la zona se conservan cinco inmuebles y dos conjuntos con valor histórico. Se trata de la Hacienda de Las Ánimas, el puente de Metlac, el puente de San Miguel y la Casa del Guardapuente. También se incluyen dos estaciones del tren: la de Fortín de las Flores y la del Sumidero, en el municipio de Ixtaczoquitlán.
También hay siete túneles (3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9) dispuestos estratégicamente a lo largo de la barranca, y de múltiples elementos de infraestructura ferroviaria, como muros de contención, terraplenes, postes de telégrafos y señalamientos que fueron construidos en el siglo XIX.
El antiguo puente de Metlac es una de las zonas más reconocidas; éste une ambas estaciones y fue construido para atravesar la barranca del río del mismo nombre. Este es uno de los más altos en todo Norte América, con una altura de 131 metros y un largo de 90 metros.
En el siglo XIX fue la obra más importante de ingeniería y hoy se considera patrimonio ferroviario. En 1970, el original puente de Metlac comenzó a tener fallas en su estabilidad, por lo que se decidió construir un puente más moderno. Con el paso de los años se han hecho diversas obras para darle mantenimiento a este puente.
PAISAJE
El paisaje de toda la zona protegida es tal vez uno de los más bellos que hay en la región, debido a la gran cantidad de árboles que forman el bosque mesófilo de montaña, en donde se combinan decenas de tonalidades de verde en los densos follajes de los inmensos árboles que serpentean por toda la barranca.
Este fue retratado por artistas como José María Velasco y Casimiro Castro. Las obras pictóricas que se encuentran en el Museo Nacional de Arte en la CDMX y en el Museo de Arte del Estado de Veracruz en la ciudad de Orizaba.
HISTORIA FERROVIARIA
La ruta México - Veracruz del ferrocarril fue de gran relevancia política y económica en el territorio nacional. Sin embargo, históricamente este camino fue utilizado durante la época prehispánica; los comerciantes, recaudadores de tributos, soldados, gobernantes y sacerdotes transitaban por la zona.
La plata de la Nueva España –época posterior a la conquista– así como las mercaderías del comercio sevillano, y los nuevos inmigrantes europeos que se dirigían a establecerse en el Valle de Anáhuac también transitaban por ahí.
Fue hasta el siglo XIX cuando el interés de adquirir locomotoras y construir caminos de hierro se incrementó debido a que cada vez se hacía más evidente la necesidad de un medio de transporte rápido y eficiente para trasladar no solo mercancía sino pasajeros.
El 1 de enero de 1873 salió de Buenavista el tren inaugural de la línea completa del Ferrocarril Mexicano, en el que viajó el entonces presidente de la república, Sebastián Lerdo de Tejada.
El puerto de Veracruz era la puerta de los productos provenientes del exterior, mientras que la Ciudad de México era el primer mercado de consumo del país, por lo que la ruta fue sumamente importante.