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Asesinato de Ernestina Ascencio no se olvida: Diócesis de Orizaba

  • Analuz Medina
A 16 años del asesinato de Ernestina Ascensio, la comunidad católica se pronuncia respecto al caso

Orizaba, Veracruz.- Al cumplirse dieciséis años de la violación y asesinato de Ernestina Ascencio Rosario, a manos de presuntos elementos del Ejército Mexicano, el vocero de la diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez, comentó que no han sido atendidas las demandas de justicia, a pesar de que, al ser una mujer indígena, el caso fue más grave. 

“Ciertamente que, es un caso como muchos otros que, aunque no se olvidan, pero parece ser que todavía no han sido atendidas las demandas de justicia y de su procuración, pues como sucede con otros casos […] y que la señora Ernestina como sucedieron, como sabemos también, pues hacia una mujer de cultura indígena y eso también manifiesta una mayor gravedad”, expresó. 

Fue el 25 de febrero del 2007, la hija de la señora Ernestina Ascensio observó que los borregos que su madre pastoreaba regresaban solos al paraje donde vivían en Zongolica, Veracruz.
Al ir a buscar a su madre y encontrarla tirada en el suelo, le preguntó a su madre qué le había sucedido y ella le respondió: “los soldados se me echaron encima. Mija, me duele la cadera”. El abuso sexual se había concretado y de manera masiva.

Se trata de un caso que, a pesar de las pruebas aportadas, siguen en la lista de carpetas de investigación archivadas, mientras que los familiares continúan exigiendo justicia, al considerar que ha sido también la peor violación a sus derechos humanos. 

Por lo cual, el vocero diocesano en Orizaba, manifestó su deseo porque ese y otros casos ocurridos en similares circunstancias, sean tratados con celeridad, de manera que avancen en atención a los deudos que llevan años esperando por el esclarecimiento de los hechos y la impartición de justicia a los responsables.

“Desearíamos ciertamente como lo demanda la sociedad, que éste y todos aquellos casos que se han dado en circunstancias parecidas, pues verdaderamente recibieran una atención que se esclarecieran para que así se manifieste que estamos en un estado de derecho”, dijo.
Ernestina, indígena nahua de la sierra de Zongolica, habría sido violada por miembros del batallón 63 de infantería, quienes habían instalado un campamento cerca de su casa, por lo que, la mujer fue presa fácil.

En aquel momento, el examen forense del médico legista Juan Pablo Mendizábal reveló que, Ernestina había sido ultrajada por al menos tres hombres, violada y cercenada vía anal con un arma punzo cortante hasta destrozarle el riñón, el hígado y el intestino.

Sin embargo, para ocultar violaciones a derechos humanos cometidas por elementos del Ejército, los entonces presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, y la Comisión Nacional de Derecho Humanos (CNDH) a cargo de José Luis Soberanes, presuntamente, presionaron a la Fiscalía de Veracruz para fabricar la historia de que, las causas de la muerte de Ernestina, fueron por una “gastritis crónica no atendida”. A 16 años de los hechos, el caso sigue impune.