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Covid no paró reclamos feministas en Veracruz; resurgen las protestas

  • Carlos Caiceros
Pandemia contuvo pero no silenció a veracruzanas, alerta académico; este miércoles tomarán las calles en su lucha contra violencia de género

Las medidas de prevención por el covid-19 paralizaron las actividades económicas en Veracruz. También pararon temporalmente las marchas y protestas de grupos feministas en contra de la violencia de género, pero la pandemia no silenció a las inconformes que nuevamente comienzan a tomar las calles.

Ante la reducción del nivel de riesgo epidémico al color amarillo, de riesgo medio, las activistas por los derechos de las mujeres retoman sus movilizaciones y expresiones en la entidad, aunque no se ausentaron del todo.

El pasado 29 de julio la Colectiva Brujas del Mar protestó en la Plaza de la Soberanía de Veracruz contra el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), al no avalar una nueva legislación referente al tema de la interrupción legal del embarazo en la entidad. Sus reclamos habían parado desde el 9 de marzo del año en curso.

El fallo del máximo tribunal desató movilizaciones el 15 de septiembre en el Zócalo del Puerto de Veracruz; el 28 de septiembre en Plaza Lerdo de Xalapa; el 4 octubre en Córdoba; el 1 de noviembre en Orizaba, el 2 de noviembre en Veracruz y el 22 de noviembre en Córdoba, nuevamente.

Para este fin de año los reclamos se están haciendo habituales. La protesta más reciente tuvo lugar en Boca del Río, en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana (UV) el 23 de noviembre derivada de una presunta agresión sexual.

Además, para este próximo 25 de noviembre, por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres, se prevén protestas en Córdoba, Xalapa, Coatepec, Veracruz, Orizaba, Huatusco, Poza Rica y Martínez de la Torre. 

En el caso de los municipios de Xalapa, Coatepec, Veracruz, Poza Rica y Martínez de la Torre la Secretaría de Salud reporta actualmente riesgo alto de contagio de covid-19, color naranja, en el semáforo epidemiológico. Por su parte Huatusco, Orizaba y Córdoba reportan riesgo medio, color amarillo.

VIOLENCIA SE DESATÓ EN PANDEMIA

Si bien el SARS-COv2 disminuyó las protestas, la violencia de género no paró e incluso, aumentó en los hogares con las medidas de confinamiento. De acuerdo con el investigador del Instituto de Salud Pública y académico de la Universidad Veracruzana (UV), Benno George Álvaro de Keijzer, con las medidas de Sana Distancia aumentó la cifra de solicitudes de auxilio al 911 de parte de mujeres víctimas de violencia doméstica.

De Keijzer, a la vez integrante y fundador del grupo "Hombres Responsabilizándose de su Vida", enfocado a construir nuevas masculinidades, observa un antes y un después en el actual 2020 con las expresiones de las mujeres los días 8 y 9 de marzo con el Día sin Mujeres, así como con el inicio de la fase de cuarentena en el país.

"Me parece muy interesante lo que pasó en Veracruz y en México, de ese enorme clamor de las mujeres el 8 de marzo, fue realmente tremendo y el 9 de marzo este 'silencio' de las mujeres, esta desaparición, esta huelga que hicieron las mujeres"

En esa fecha, De Keijzer enfatizó que no "se dieron abasto" con tanta demanda de parte de grupos de diferentes ámbitos, tanto en bachillerato, en la Universidad, en medios de comunicación, para realizar reuniones y reflexionar el clamor de las mujeres.

Ante la "huelga", el académico reconoció la respuesta de la parte gubernamental para no aplicar descuentos ni sanciones a aquellas participantes en el 9-M, sin embargo, considera que las acciones posteriores han sido insuficientes.

"Después sí: se vino la pandemia y (la violencia) no dejó de manifestarse, porque a las tres o cuatro semanas ya había denuncias que aumentaban peticiones de ayuda telefónica de las mujeres por violencia doméstica".

Por lo anterior, el académico observó que si bien el Estado dispuso iniciativas de atención y escucha, no existió una política dirigida a los hombres en confinamiento, quienes generalmente tienen problemas para gestionar su enojo y sin un eje en la política pública para contener la violencia en el hogar.

"Los hombres que de repente están en cuarentena y no están acostumbrados a entrarle a lo doméstico y esperan ser atendidos".

En el tema de la violencia contra las mujeres durante la fase de Sana Distancia, el investigador refirió que "Hombres Responsabilizándose de su Vida" y "Cómplices por la Igualdad" lanzaron una campaña con varias instancias de Gobierno para canalizar mensajes a los hombres.

RABIA PUEDE MÁS QUE EL COVID

El investigador observó que la pandemia del SARS-CoV2 acaparó el tema principal en los medios de comunicación y relegó otros problemas de salud pública, como la epidemia de dengue; sin embargo las propias activistas mantuvieron vivos sus reclamos.

"Del tema de la violencia a las mujeres, ellas se encargan de mantenerlo vivo, entonces es una pausa porque en las universidades todo el mundo está trabajando a distancia y buena parte de las mujeres más avanzadas y claras en su protesta son estudiantes, algunas maestras".

De Keijzer enfatizó que si con el retorno a las actividades en las escuelas y el ámbito laboral no se logra reducir la problemática de la violencia contra las mujeres, volverá a estallar.

"Yo percibo al Gobierno actual como un gobierno progresista en lo político, lo social, pero sí le falta ser más progresista en la dimensión de género, más sensible a la demanda de las mujeres".

SE DESATAN PROTESTAS

Del 29 de julio a la fecha, las colectivas feministas empezaron a reanudar sus expresiones de manera pública. 

En esa fecha, en la Plaza de la Soberanía de Veracruz, la Colectiva Brujas del Mar protestaron en Plaza de la Soberanía de la ciudad de Veracruz contra el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para no exigir al Congreso del Estado una nueva legislación sobre la despenalización del aborto.

El 15 de septiembre, en el Zócalo de Veracruz, colectivas igual realizaron un "antigrita" para recordar a las mujeres víctimas de violencia de género y de feminicidios.

El 28 de ese mismo mes, en Xalapa, activistas realizaron una protesta para reclamar el acceso a una interrupción legal del embarazo (ILE). La marcha se caracterizó por los roces contra la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz, la cual desplegó elementos para evitar desmanes de las feministas.

El 4 de octubre, en Córdoba los colectivos Kol´Olelm, Brujas del Mar y Marea Verde Altas Montañas replicaron la manifestación realizada en la Capital del Estado, a favor de una legislación donde se permita la ILE.

Los días 1 y 2 de noviembre Marea Verde Altas Montañas y Colmena Verde instalaron en Orizaba y Veracruz, respectivamente, altares en memoria de las víctimas de feminicidio.

El 22 de noviembre, integrantes de la "Colectiva Ko´ Olem" marcharon en Córdoba para exigir un alto a la violencia de género y la ola de feminicidios registradas en Veracruz.

El 23 de noviembre, en la Facultad de Comunicación de la Universidad Veracruzana, en Boca del Río, estudiantes convocaron a un paro indefinido por la inconformidad de una sanción de la Junta Académica contra un alumno acusado por agresión sexual. 

El estudiante citado, Kevin "N" fue objeto de una suspensión de 6 meses, pero estudiantes inconformes reclamaron la baja definitiva del alumno, tras ser encontrado responsable de obtener fotografías íntimas de una estudiante –sin su consentimiento- y presuntamente haberlas propagado en un sitio web.

DÍA CONTRA LA VIOLENCIA

Además para este 25 de noviembre se prevén marchas alusivas al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres en Córdoba, Xalapa, Coatepec, Veracruz, Orizaba, Huatusco, Poza Rica y Martínez de la Torre.

De Keijzer admitió que existe un malestar justificado no solo de las colectivas feministas, sino de los de familiares de desaparecidos o de familias con una integrante víctima de violación o violencia de género y por lo tanto existe un enojo creciente e histórico con manifestaciones en Xalapa y en las escuelas de educación superior, principalmente en la Universidad Nacional Autónoma de México.

"Yo coincido con las amigas feministas de Veracruz en la preocupación no solo por el tema de feminicidio sino otras formas de violencia contra las mujers que culturalmente suelen estar 'justificadas' por una parte de la población. Y yo lo entiendo como una falta de escucha histórica a las mujeres y sus reclamos y va subiendo de tono y la expresión violenta es la cara de esta manifestación porque buena parte de ella no ejercen esa violencia".

El investigador aclaró que detrás de la ira de las feministas existe mucho dolor y enojo tanto de ellas, como de sus madres y abuelas.

"Es algo que ha ido subiendo como la espuma y el gran riesgo es que los hombres en general y los hombres en posición de autoridad no sabemos escuchar que hay atrás de esta manifestación. Más allá de los muros pintados o ventanas rotas, es no escuchar este grito a destiempo porque finalmente el feminicidio no está mostrando tendencias a la baja".

El académico enfatizó que dicha violencia de género requiere medidas profundas tanto legales, como un cambio cultural por parte de los varones y sobre todo, eliminar la impunidad en los crímenes.

"Hay que hacer notar que el feminicidio es como la manifestación peor, máxima, más terrible y es la punta del iceberg de una violencia a las mujeres que tienen muchos siglos y está enraizada y justificada en muchísimas formas de desigualdad entre hombres y mujeres y es algo que viene de bastante lejos".

Esto, se suma el contexto del feminicidio en donde un alto porcentaje de las víctimas mueren a manos de sus parejas.

"A nivel mundial se sabe que alrededor de la mitad de estas muertes de las mujeres son por lo que llaman la pareja sentimental, hay un vínculo sentimental de la pareja o de la expareja en donde se comete este feminicidio".

Observó que en el caso de Veracruz por muchos años prevaleció la acepción del "crimen pasional" y en este, la cultura eximía parcialmente a los autores de asesinar a su pareja en un arrebato de celos.

"Impulsado por diputadas, y en especial por Marcela Lagarde, se fue creando con mucha dificultad y cuesta arriba esta figura del feminicidio, donde es un asesinato de una persona con toda la serie de elementos de la desigualdad de género".

Enfatizó que si bien el país cuenta con leyes "de avanzada", el problema consiste en convertir estas leyes en algo "operante".

"Se tardó bastante en convertir la ley por una vida sin violencia en reglamentos específicos y uno de los elementos fundamentales, es el tema de la reeducación para los hombres en todo municipio del estado y del país y eso, se ha cumplido a medias".

El investigador citó de ejemplo la organización "Hombres Responsabilizándose de su Vida", además del Programa de la Secretaría de Salud en Xalapa y Veracruz para atender a los hombres con problemas con su violencia.

Y aunque a nivel nacional el Congreso de la Unión elevó las penas por feminicidio, de Keijzer advirtió que esto de nada serviría si no existe una formación de la policía, formación de los agentes del ministerio público y una nueva educación básica, el efecto va ser muy lento.

HACE FALTA MAS SENSIBILIDAD

A la vez consideró que la creación de una fiscalía especializada en feminicidio implica a la vez una mayor sensibilización de todo el personal en las agencias del ministerio público, más en el caso de las agencias especializadas en delitos sexuales y donde se requiere una perspectiva de género para iniciar acciones.

"Finalmente estamos usando una metáfora que usamos mucho, de muy río abajo, antes de la cascada, cuando ya se produce la muerte". 

Urgió a un mayor trabajo en los medios de comunicación, en el sector educativo, en el sector salud, la cultura y se empiece a trabajar en la igualdad de género, además de un cambio cultural con las penas a los feminicidios y el combate a la impunidad.

"En eso, el eje del trabajo con hombres es absolutamente fundamental, los hombres estamos muy atrasados con el avance de las mujeres y más de una investigadora en estos temas ve el feminicidio como un latigazo de parte de cierto sector de los hombres ante el avance de las mujeres".

Cabe referir que dentro de su labor como docente en la Universidad Veracruzana, De Keijzer forma parte del Consejo Consultivo sobre Violencia de Género en la UV y en donde participa en las políticas de la Alma Máter en este tema.

"La creación de la coordinación de género tiene que ver con esto, con empezar a diagnosticar, atender y modificar la legislación universitaria. Las universidades han sido históricamente muy patriarcales y este tipo de casos, se ven normalizados de tener acceso a las estudiantes y decir frases como las que aparecen en los tendederos, que me parecen realmente de vergüenza".

Aunque admitió un avance, al contar incluso con un protocolo de actuación, De Keijzer admitió que este va un "poco lento".

"Tuve la oportunidad junto con dos colegas de Hombres Responsabilizándose de su Vida de trabajar con todas las autoridades de la UV de todas las regiones y a pesar de la resiliencia, existe una mayor sensibilización".

Subrayó el hecho que los hombres requieren replegarse cada vez más de actitudes machistas y violentas y cuestionar a los demás varones con este tipo de actitudes mientras la legislación va cambiando.

"Obviamente cualquier estudiante debe tener una ruta clara para poder denunciar y tiene que hacer un procedimiento para demostrar la culpabilidad porque denuncias falsas son muy pocas".

Al mismo tiempo debe prevalecer una secuencia con la suspensión o baja definitiva.

"Pero ya se va enderezando, ya se va enderezando el barco y ojalá antes de que tengamos huelgas y tomas semejantes a la de Ciudad de México".

Recordó que en mayo de 2018, estudiantes y maestras tomaron 60 universidades, entre públicas y privadas, por un reclamo histórico por razón de género.

Observó que la suspensión de actividades por el Covid-19 "enrareció" todo el trabajo con las autoridades, directores y directoras en materia de violencia de género.