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Ofician ceremonia religiosa para despedir a Mara

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El coraje y la impotencia se mezclaron con el dolor de la pérdida de una vida que fue cortada de tajo.

Xalapa, Ver.- "Dios no se llevó a Mara", dijo el sacerdote Quintín López Cessa al oficiar una ceremonia ante los familiares y amigos de la joven xalapeña víctima de un atroz crimen que acabó con su vida en Puebla.

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"Dios no se lleva a nadie porque no causa la muerte, sino la vida y Mara resucitará", fueron las palabras que hicieron brotar las lágrimas de los dolientes.

Parados junto al féretro de madera, los cantores entonaron el Salmo 23, "El Señor es mi pastor, nada me faltará", pero poco sirvió de consuelo para una madre afligida y familias que hoy se preguntan qué clase de persona es capaz de arrebatar la vida de una mujer de 19 años que empieza a conocerse.

"Mara era como un capullito que se comenzaba a abrir, siempre había amor en ella", expresó una joven de la misma edad que Mara y que con los ojos rojos de tanto llorar no aguantó la ceremonia y salió de la Sala de Velación número 5 en la funeraria Bosques del Recuerdo.

Mientras, el clérigo repitió insistentemente en el pasaje bíblico cuando Jesús aparentemente llega tarde para salvar de la muerte a Lázaro, y una de sus hermanas, Marta le reclamó la tardanza.

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"En situaciones difíciles preguntamos dónde está Dios y decimos 'Si hubieras estado aquí mi hermano no hubiera muerto,' así es posible que digan de Mara (...) pero ojalá que todos los que han querido a Mara puedan escuchar esto: Mara resucitará".

Por ello, pidió que sigan orando por la joven cuyos restos fueron hallados en una barranca de Puebla, para que Dios la perdone y entre en el cielo.

"La muerte ha sido vencida y vamos a resurgir, hay que dejarse iluminar en este acontecimiento tan doloroso, tener fe y pedir por ella para que le dé la vida eterna y por su familia para que el Señor los conforte en la verdad y en la esperanza cierta de la resurrección".

Mientras, los arreglos florales, los cuadros de imágenes católicas y el llanto no dejó de fluir porque el coraje y la impotencia se mezclaron con el dolor de la pérdida de una vida que fue cortada de tajo.

Avc

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