- Seguridad
Continúan saqueos, SSP blinda plazas comerciales de Veracruz
Xalapa, Ver.- Los saqueos en comercios en Medellín, y el Puerto de Veracruz continúan, aunque en menor medida, por la presencia policiaca en la zona, y ante las amenazas de convocatoria en redes sociales para realizar más ataques, se reforzó la seguridad en las plazas y centros comerciales en Veracruz, Xalapa y el resto del estado.
En conferencia de prensa dijo que los comercios que fueron dañados en estructura y robo de productos electrodomésticos están siendo vigilados por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), informó el titular de dicha dependencia, Jaime Téllez Marié.
El funcionario estatal reconoció que durante los robos y daños a negocios, los policías detonaron disparos al aire para intentar ahuyentar a la gente que realizaba los saqueos.
Hasta el reporte preliminar de esta mañana, la SSP no cuenta con registro de lesionados por los saqueos, sólo daños en comercios que cuentan con productos electrónicos.
Ni los disparos pudieron detener saqueo en tiendas comerciales
Varios niños corrían con juguetes en mano cual si se los hubieran traído los Reyes Magos, carros, taxis y hasta una camioneta de mudanza eran llenados de los más variados objetos y algunas personas hacían uso de una fuerza bruta al cargar por si solos un refrigerador o una lavadora.
Los motociclistas ideaban las formas más extrañas para colocar la mayor cantidad de juguetes y electrodomésticos posibles y algunos observaban lamentando haber dejado lejos su coche.
Todos ingresaban felices a la tienda Coppel que fue saqueada con violencia y entraban por un hueco que lograron hacer en una de las cortinas.
La convocatoria que se hizo en redes sociales para saquear una tienda comercial parecía que no tendría repercusión o que era un chiste o un juego para los usuarios. Al final no solo sacaron todos los objetos de ese Chedraui sino de una gran cantidad de negocios más.
Cuando en Famsa del fraccionamiento El Coyol los disparos al aire ausentaron a las personas que estaban llevándose cosas, alrededor susurraban “Soriana Núcleo, Soriana Núcleo” y algunos no parecían convencidos de llegar.
La pequeña plaza comercial conocida como Núcleo ya era resguardada por policías y Fuerza Civil; los comercios todos estaban cerrados, porque unas cuantas personas habían intentado ingresar al Coppel, pero cuando intentó la multitud ni los tiros al aire ni ninguno de los elementos lograron contener la euforia.
Los primeros objetos en ser retirados de la tienda fueron motocicletas y bicicletas. Entonces todos se animaron. Mujeres, niños, hombres, todos corrían de un lado a otro para acaparar todo lo que pudieran.
Algunos no se metían. Solo observaban, se dedicaban a ver, a aplaudir, a reír y a dar consejos sobre dónde guardar las pertenencias robadas o cómo acomodarlas en la batea de la camioneta.
Otros sabían muy bien a qué iban. Como una joven pareja que llegó por un equipo de sonido, lo subió a un taxi y se retiró.
Pocos eran los que se preocupaban, ya sea porque llegara la policía, otros reprobaban los actos y algunos más como Apolinar por sus hijos, ya que los trabajadores de los negocios quedaron encerrados cuando todo comenzó y no sabía nada de ellos.
Cuando las sirenas sonaron a lo lejos todos corrieron no sin antes llevarse la mercancía robada y dejar las cajas vacías. Salvo los de las motos, esas motos que en redes sociales culpan de todo y que se alejaban y regresaban para aventar piedras a los policías.
A algunos los alcanzaron adentro y los atrapaban cuando intentaban salir por el hueco de la cortina. La mayoría se resistía, gritaban no haber hecho nada y en unos cuantos casos lograron escapar aunque les costara su sangre.
Varias patrullas rodearon el sitio e intentaron hacer un perímetro, mientras los elementos se cuestionaban unos a otros cuantos negocios estaban en la misma situación y hacían una pequeña cuenta que no dimensionaba los 50 negocios que reporta la Cámara de Comercio que fueron saqueados.
Ellos sabían que no se daban abasto para atender todos los reportes y así lo demostraban cuando iban en convoy por alguna calle con sirenas encendidas y de pronto preferían apagarlas o cambiar de dirección.
Una y tras otra persona fueron subidas a las patrullas como detenidos cuando intentaban entrar a una u otra tienda o cuando eran los únicos que lograban alcanzar por ser los más lentos.
Avc
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