- Xalapa
Llevan cortejo fúnebre hasta Palacio de Gobierno
Xalapa, Ver. “Mi hijo es mi héroe porque me salva de que me lleven los malditos rufianes”, dijo visiblemente consternado José Carlos Hernández Marín, padre de Carlos Fernando Hernández Domínguez, joven de 16 años que muriera el pasado sábado cuando defendió a su padre de ser secuestrado.
Con armas largas le quitaron la vida al jovencito, que también salvó a su hermano menor cuando sujetos desconocidos le cerraron el paso a su padre, dueño de “Pollos Campirano” en la colonia Progreso e intentaron llevárselo.
Hoy, el cortejo fúnebre se detuvo por unos minutos en la plaza Lerdo, donde su familia con una foto grande donde se ve al joven vestido de vaquero y con una sonrisa afable en los labios, exigió que se castigue a los asesinos de Carlos Fernando.
En una mezcla de rabia y dolor, el padre sentenció:
“Ya estamos hasta la madre; necesitamos poner un alto a todo este tipo de problemas. Somos gente de trabajo, no sé qué tendrá que pasar para que alguien haga algo”.
Con la madre del menor a su lado, advirtió que no permitirá que la vida de su hijo haya terminado “en manos de esos malandros” y estos no tengan el castigo adecuado.
Hernández Marín dijo sentirse indefenso y fácilmente localizable, y aunque aseguró que no le da miedo morir, no quiere que sea en manos de “esa gente sin escrúpulos, ambiciosa y maldita” como la que se llevó a su hijo.
José Carlos acusó que la Fiscalía General del Estado les prometió medidas de protección, sin embargo solo se limitaron a tomar la declaración de los hechos.
Acompañado de familiares y amigos, el padre reiteró que su joven hijo fue más valiente que las personas que intentaron secuestrarlo.
Recriminó que aquellos que generan fuentes de empleo sean blancos fáciles para la delincuencia y exigió justicia y la captura inmediata de los culpables.
“Pase lo que pase con mi vida, yo voy a luchar hasta el final para que la vida de mi hijo no quede impune”.