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Instan a prohibir uso de pirotecnia

Niños con trastorno del espectro autista suelen ser extremadamente sensibles al ruido; el estallido provoca estrés y pánico

A través de redes sociales y sitios especializados en peticiones a gobiernos, asociaciones y organizaciones no gubernamentales solicitan tanto a las autoridades como a la población en general, la prohibición del uso de artefactos pirotécnicos, ya que el estallido que producen genera elevados índices de estrés en los menores, que llegan a caer en momentos de pánico por ser hipersensibles en su aparato auditivo. La iniciativa nace en Argentina y personas de varios países se han sumado a la causa.

Por tradición, México es uno de los países donde se encuentra muy arraigado el uso de pirotecnia es las festividades de todo tipo, especialmente las religiosas como procesiones, peregrinaciones y la navidad; cívicas como el Grito de Independencia y de todo tipo, como la noche vieja.

Mucho se ha discutido su uso por la contaminación ambiental que generan los gases que despiden durante las explosiones, pero también las afectaciones que provocan en los animales, especialmente las mascotas, pero poco se había tomado en cuenta a las personas con hipersensibilidad a los fuertes ruidos, tal es el caso de los niños con autismo.

El autismo o trastorno del espectro autista (TEA) provoca afectaciones en el desarrollo neurológico de los niños, incluido el habla y la capacidad de socialización, por lo que usualmente son niños tímidos y suelen ser víctimas de acoso escolar.

Se estima que en el mundo uno de cada 68 niños está siendo diagnosticado con autismo en alguna de sus etapas a partir de los ocho años, pero el TEA comienza a manifestarse en los primeros años de vida, por lo que la cifra de niños con autismo podría ser mayor a la que se plantea, según refiere Gloria Ivet Licona Martínez, presidenta de Fundación Danitos; asociación civil que participa en la atención de manera multidisciplinaria a niños y jóvenes con algún tipo de discapacidad.

Los niños autistas tienen muy desarrollado el sentido del oído, por lo que los fuertes ruidos los estresan con facilidad. Lo que ocurre en el caso de la utilización de pirotecnia, cuando los estallidos les llegan a generar momentos de pánico y fuertes molestias auditivas.

Por este motivo, a través de la plataforma Change.org se ha emprendido una campaña para evitar el uso de este tipo de artefactos, especialmente durante esta temporada decembrina, cuando se incrementa su uso como parte de las festividades.

La iniciativa se crea a partir del caso de un padre de un niño con autismo en Argentina, donde hace un año envió una carta en la que exponía las dificultades a las que se enfrentaba su familia durante las festividades, porque su hijo no podía tolerar tan fuerte ruido y entraba en situaciones de pánico.

En la carta, Marcos, padre del pequeño Ezequiel, relata haber tratado de utilizar diferentes técnicas y apoyos para evitar daños a su hijo, pero al no ser posible, recurría a la sociedad y a las autoridades para detener su uso.

Es el mismo tipo de testimonio que ofrecen los padres de niños autistas que son atendidos en Danitos, quienes lamentan el dolor que les causan estos artefactos a los pequeños, sin que la sociedad haga conciencia de ello.

Si bien su uso está regulado por la Ley federal de armas de fuego y explosivos, cohetes de todos los tamaños son vendidos libremente en las calles y han ocasionado tragedias tanto en los polvorines donde se fabrican, como en los tianguis y entre los mismos usuarios.

Datos de la Cruz Roja Mexicana advierten de la peligrosidad que representa el empleo de este tipo de artefactos explosivos, siendo las principales víctimas, niños por quemaduras y lesiones en jóvenes menores de 20 años.