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Avalan PRI y AN bajar el IEPS a bebidas azucaradas

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De un peso, el impuesto se les reduce a 50 centavos; críticas de la oposición

Roberto Garduño y Enrique Méndez

Ningún argumento sobre las consecuencias en la salud de la población que consume refrescos y jugos conmovió a la mayoría de PRI y PAN, que ayer avaló en la Cámara de Diputados reducir de un peso a 50 centavos la cuota del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) a bebidas azucaradas cuando éstas tengan un máximo de 50 gramos de azúcar por litro.

‘‘Es una sentencia de muerte para los mexicanos’’, describió la diputada Alba Ramírez Nachis, de Movimiento Ciudadano. Sin embargo, a mano alzada, los legisladores priístas y panistas rechazaron las ocho reservas que MC, PRD y Morena presentaron para rechazar ese beneficio a las empresas refresqueras, incluido en la miscelánea fiscal para 2016.

Los diputados de oposición explicaron que si bien el impuesto se traslada a los consumidores, al bajar el precio los refrescos que sean más baratos se vuelven más accesibles y automáticamente aumenta su consumo.

Por esa medida se dejarán de recaudar 522.5 millones de pesos, cuando el objeto de ese impuesto es destinar los recursos a infraestructura en agua potable para las escuelas y a la atención médica de personas con diabetes, obesidad e hipertensión, asociadas al alto consumo de azúcar.

‘‘Decisión regresiva’’

Ernesto Ralis Cumplido (MC) consideró que la adición a la ley del IEPS por parte del PRI, que en la reforma fiscal de 2013 ‘‘defendió ese impuesto y ahora propone su disminución y debilitamiento, no debe ser opción. Sería una decisión regresiva’’.

Ramírez Nachis insistió: ‘‘Las calorías que contienen los refrescos no afectan. Es la rapidez con que el azúcar ingresa al torrente sanguíneo, aumentando la glucosa, generando insulina, convirtiéndose en un monstruo imposible de saciar que cada día demanda más’’.

El perredista Fidel Calderón explicó que los problemas de salud por ‘‘el consumo de esta bebida chatarra’’ cuestan al país 85 mil millones de pesos al año, más de la mitad del presupuesto de todo el sector salud, lo que ha provocado un colapso en el sistema público de salud por la atención de obesidad y diabetes.

Refirió que hasta ahora, por el peso que se ha cobrado por cada litro de refresco la recaudación es de 31 mil millones de pesos, ‘‘ni la mitad de lo que cuesta el combate a la obesidad y la diabetes’’.

Xóchitl Hernández Colín (Morena) afirmó que la tasa media de obesidad en la población de Campeche y Tabasco es de 43 por ciento, mientras que en el Distrito Federal es de 34.70 por ciento, y un tercio de los jóvenes de todo el país están en esa condición. ‘‘Niños con sobrepeso mueren por enfermedades de adultos y aun así no se logra modificar los hábitos de alimentación. Uno de cada seis mexicanos tiene diabetes’’, detalló.

A pesar de todos esos argumentos, cuando la mesa directiva preguntó si se admitía discutir las reservas, en el centro y a la derecha del salón de plenos se alzaron en contra las manos de diputados de PRI y PAN, con el respaldo de PVEM y Panal.

Durante la sesión –que al cierre de esta edición continuaba con la discusión en lo particular de la Ley de Ingresos para 2016, una vez aprobada en lo general–, Acción Nacional sí cuestionó que el tricolor no aceptara una lista de modificaciones en la Ley del impuesto sobre la renta (ISR).

Una de las principales demandas del blanquiazul fue regresar al régimen de pequeños contribuyentes. Al votarse esa reserva, PRI, PVEM y Panal lograron que no pasara con 250 votos por 206 del resto de las bancadas. ‘‘¡Quieren llorar, quieren llorar!’’, corearon los priístas. Ricardo Sheffield (PAN) respondió: ‘‘Son millones de mexicanos los que quieren llorar por la reforma fiscal’’.

Los panistas mostraron cartelones en los que se leía: ‘‘Reclámale al PRI-gobierno’’, y reclamaron que se excluyera desde la Comisión de Hacienda el debate de las iniciativas para regresar a la tasa de 11 por ciento del IVA en la frontera, a pesar ‘‘del efecto negativo en las familias’’.

Esa misma correlación de votos desechó el paquete presentado por el PAN, que pretendía hacer deducible el pago de colegiaturas y otorgar estímulos fiscales a empresas que contraten personas de entre 40 y 60 años, entre otras medidas.

José Gutiérrez de Velazco de plano reclamó: ‘‘Como veracruzano sólo me queda incluir una reflexión jarocha: ¡Qué poca! Qué poca conciencia hay que tener para no apoyar el ajuste y cambios que beneficien a los ciudadanos. Qué van a decir cuando sus electores se los encuentren en la calle y les digan: ‘me saludas a tu madre’’’.

Esa última frase no sólo indignó a priístas, sino a los propios panistas, que al alimón exigieron a la mesa directiva retirarla del Diario de los Debates.

En materia de Ley de Ingresos, el pleno aprobó en lo general el monto definido entre la comisión del ramo y la Secretaría de Hacienda de 4 billones 763 mil 899.9 millones de pesos.

También autorizó ajustar el tipo de cambio de 15.90 a 16.40 pesos por dólar; avaló un estimado de crecimiento de entre 2.6 y 3.6 por ciento del producto interno bruto (PIB); una inflación de 3 por ciento, y el déficit en .5 por ciento del PIB; el precio del barril de petróleo en 50 dólares, y una plataforma de producción de 2 millones 247 mil barriles diarios.

En la presentación de posturas, el PAN se atribuyó la reducción del precio de las gasolinas y el diésel a partir de 2016 y el priísta Jericó Abramo sostuvo que ‘‘el único objetivo de la lista tributaria de aquel partido son las elecciones”.

Vidal Llerenas (Morena) alertó que dentro de los ingresos, el gobierno tiene “un guardadito de 100 mil millones de pesos”, de los que no se sabe el origen ni el destino. Incluso deslizó que se trataría de ‘‘un fondo para la campaña de Aurelio Nuño’’.

Con información de La Jornada http://ow.ly/TCSco