Xalapa, Ver. (AVC) Cuando Elizabeth Morales habla de su mayor pasión, suspira, no lo piensa dos veces y responde “Amo Xalapa”.

La candidata a la diputación federal por Xalapa urbano, deja de lado su faceta política y afirma que ayudar a la gente ha sido su principal motor en la vida, y eso la ha llevado por caminos que no imaginó.

Inició a los 21 años con un programa de ayuda social y eso derivó, tiempo después en su primer puesto político como diputada local, hoy va por su tercera elección y está dispuesta a ser la mejor candidata.

En una breve numeralía dice que camina más de 12 horas diarias, toca infinidad de puertas y sostiene hasta 7 reuniones con diversos sectores.

Elizabeth ha elegido un viejo dique del siglo XIX, que rescató durante su administración como alcaldesa, para hacer la entrevista. Platica sin parar sobre la galería urbana, el árbol del amor, el puente, y las bancas artísticas hechas de un viejo haya que rodean este paseo.

Le emociona hablar del proyecto reconoce que por hacerlo recibió críticas, pero afirma, he pagado el costo político de mis decisiones.

Sabe que no es “monedita de oro”, con buen tramo político andado, ha sido reconocida y también criticada, ante ello aplica el dicho de su abuela: “ Trabajo mata grilla , podrán decir que les caigo mal por chaparra, por morena, por lo que sea, pero las obras ahí están, el trabajo ahí está”.

Ese es su mayor valor, se define como una mujer trabajadora y luchona, perseverante. Enumera sus logros en cada uno de sus cargos de elección, y adelanta que ahora Xalapa es su proyecto de ciudad, y cuando llegue a ser diputada quiere que la cultura y las artes sean detonadores económicos.

El reto de ser candidata

Reconoce que hay un voto antipriista muy fuerte, que es una realidad en el país, “ Sé que hay un voto en contra del PRI y los partidos políticos, y la verdad los entiendo, pero estamos trabajando”.

Elizabeth se siente más ciudadana que política, y aunque la gente tiene una percepción del partido diferente, le han reconocido que es la única que ha visto las problemática y los ha escuchado.

Ese espíritu de ayuda es el que le ha servido para ser reconocida en las colonias y otros sectores, y a lo largo de su carrera política ha sido congruente entre sus acciones y palabras.

“Cuando fui diputada presidí la Comisión del Deporte, lo primero que puse es vitapistas, gimnasios al aire libre, he sido congruente entre lo que pienso y lo que hago y he buscado como ayudar”

He aprendido a ser fuerte

Elizabeth reconoce que ha sido crítica y abunda “ Me han golpeado tanto, he sido objeto de tantos señalamientos que aprendes a ser fuerte. Trabajo mata grilla y trabajo y el resultado es positivo la gente me reconoce. Traigo un golpeo muy fuerte en ciertos sectores, pero reconocimiento y apapacho en muchos otros”.

Aunque su trabajo en colonia ha sido intenso, considera que la obra ahí no se ve, por lo que hace oídos sordos a la crítica y no se distrae de su objetivo que es trabajar.

“Yo me digo, concéntrate en un acosa, no te distraigas, muchas veces el golpeteó lleva ese fin, te están golpeando para que psicológicamente te disminuyas, te distraigas y empieces a ver cómo te defiendes”, opina.

Afirma que es una persona que no critica, ni habla mal de la gente, no responde porque está centrada en trabajar “No me he sentado en el café en estos 38 días de campaña, los utilizó para caminar”.

La política no será mi vida, ayudar a los demás si

De los 8 a los 23 años fue nadadora, de ahí viene esa cualidad de dar el mejor esfuerzo. Fue premiada como una de las mejores estudiantes del país, campeona nacional de natación.

Cuando se le pregunta como se ve a futuro, sentencia: “la política no será mi vida. Mi vida será ayudar a los demás”.

Ha encontrado los espacios en la tele, la radio, y el servicio público para sus objetivos y dice que si la vida abre la oportunidad de ayudar a la gente en otro sentido “seguramente iré”.

Su deseo de ayudar, también la han enfrentado a los momentos más difíciles de su vida, como la historia de Paty a quien días después de conseguir una quimioterapia, falleció, aun cuando tenía las ganas de vivir.

Pero también esa historia, le dejó una enseñanza: “nos enseñó a vivir mientras se muere y no morir mientras se vive. Son difíciles y dolorosas, pero enseñanza de vida”.

Debería hacer campaña bailando salsa

Elizabeth es modesta cuando habla de su persona.

Pero dice, que amigos le han comentado que debería hacer campaña política bailando salsa porque lo hace muy bien. “ Debería hacer campaña bailando salsa no bailó bien, pero me gusta , le entiendo y si le entró, no he tomado clases. Llevo el ritmo”.

Con una agenda de trabajo que la absorbe hasta las 1 o 2 de la mañana, cuando llega a su casa, uno de sus mayores placeres es cenar en la soledad de su recamara.

“Pido que me dejen un sándwich de jamón con queso, ( del chavo del ocho), , me voy a la recamara y veo la tele, eso me gusta, es difícil que quiere ir a cenar a un lugar, es como mi recreo de 30 minutos, en pijama, sola y sin hacer nada”.

Presume que es ávida lectora, y alcanza a leer un libro cada 15 días, sus preferidos son las biografías, ya ha leído la del Calderón, Elba Esther, Rosario Robles, Andrés Manuel, Enrique Peña, y su favorita es la de Steve Job el creador de Appel.

Aunque no tiene tiempo por la campaña, en su bolsa trae la biografía de Malala.

Sentada en una banda en el viejo dique del siglo pasado, dice que su película favorita se llama: Gatacca, que trata de cómo un imperfecto burla el sistema que solo permitía personas perfectas en el mundo.

Elizabeth escucha cualquier música, igual Beyonce, que Luis Miguel, igual Rihana que Juan Gabriel, trata de actualizarse, aunque ríe y dice “ya estoy viejita”.