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Carmelo, un símbolo de la lucha animalista en Veracruz
Coatepec, Ver.- (AVC) Carmelo tiene cuatro meses y a su edad se ha convertido en un símbolo de la lucha animalista para reducir el consumo de la carne, bajo el principio de que "no comemos lo que conocemos", explicó su madre adoptiva Gabriela Martínez Castro, coordinadora del Comité Defensor del Bienestar Animal (Codeba).
Carmelo es un cabrito, que fue rescatado de formar parte de un menú, pues el día que lo llevaban camino al mercado para venderlo y ser utilizado como alimento, Gabriela lo rescató e iniciaron una relación de compañia, como familia, en donde este pequeño animal terminó mimetizándose con sus demás compañeros.
Ahora este pequeño cabrito se comporta prácticamente como un perro, como un cachorro, juega con los otros dos perros que tiene Gabriela en casa, duerme sobre sus cobijas en el baño de la casa, prueba todo, muerde cables, cobijas, ropa y experimenta.
Su dueña explica que este animal se ha convertido en un símbolo, pues busca concientizar sobre el consumo de la carne, ya que mucha gente después de conocer a Carmelo, al ver su personalidad y lo cariñoso que es con las niñas y los niños empieza a pensar dos veces antes de comer carne.
Esto es parte del proyecto educativo que tiene Codeba para el próximo año, en el que busca concientizar a niñas y niños de las escuelas de la región, a lo que es el cuidado animal, no sólo de perros y gatos, que son los animales más comunes, sino también de otras especies que son vistas como alimento, entre ellas las cabras, los borregos o los chivos.
Gabriela explica que Carmelo no es una mascota, es un compañero de vida, igual que pueden ser otros perros o gatos, e incluso personas, pues muestran sentimientos, tienen personalidad y son no sólo una alegría en casa, sino también un apoyo y una muestra de afecto cuando se necesita.
Una vez que Carmelo crezca, dijo, podrá seguir ayudando en esta tarea de concientizar a la población, para poder sacar adelante esta campaña para reducir el consumo de la carne y demostrar que incluso los animales menos pensados pueden ser una gran compañía.