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Llega el fuego centroamericano a Veracruz, en medio de protestas

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Estudiantes protestaron por el caso Ayotzinapa y también por los desaparecidos en la zona centro del estado, para quienes exigieron justicia

Orizaba, Ver.- (AVC) Al paso de la antorcha de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014, salió al paso una manifestación que exigía a gritos y con lonas, la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y de los desaparecidos en la zona centro del estado.

La antorcha representativa de la justa deportiva llegó desde el miércoles por la noche a esta ciudad y a las nueve de la mañana, tal como estaba previsto, inició su recorrido por la ciudad, la primera que toca en el estado.

Como estaba previsto, el alcalde Juan Manuel Diez Francos, desde el Palacio de Hierro, salió con el fuego simbólico de la justa deportiva en manos y 150 metros adelante empezó el relevo con deportistas, 83 en total.

Cuando iban por el tercer relevo, metros antes del Palacio Municipal, de un costado y casi frente al corredor surgió un grupo de alrededor de diez personas, con sus grandes mantas, al tiempo que las mostraban, clamaban justicia.

“Veracruz no necesita juegos, necesita justicia”, “Juegos del hambre Duarte 2014”, “No queremos juegos, queremos justicia”, “En la región de Orizaba-Córdoba, desaparecidos” “No más desaparecidos en Orizaba”, decían algunas de las mantas, que incluían fotografías de las personas de quienes no se sabe su paradero.

Al mismo tiempo, también gritaron por los 43 normalistas de Ayotzinapa. La antorcha y su fuego siguieron su camino por la ciudad, recorrió en total 19 kilómetros, cubriendo sitios emblemáticos y atractivos turísticos, incluido el vuelo de un kilómetro en el Teleférico.

Patrullas de Fuerza Civil, de la Policía Estatal, elementos de Tránsito del Estado, Protección Civil, de la Secretaría de la Defensa Nacional, custodiaron todo el paso de la antorcha que pasó por la Catedral de San Miguel Arcángel, el Teatro Ignacio de la Llave, el mural de José Clemente Orozco, el Teleférico, el Cerro del Borrego, la Plaza Bicentenario, la calle Real, hubo encendido del pebetero olímpico en calle Madero.

Al paso de la antorcha también hubo porras, muchas personas estuvieron sobre la calle esperando su paso para tomar fotografías; estudiantes de escuelas cercanas tuvieron permiso de salir, y manifestaron su alegría, echaron relajo.

El fuego de la justa deportiva también pasó por Museo de Arte del Estado, la Facultad de Ciencias Química de la Universidad Veracruzana, el río Orizaba, y finalmente llegó a la Alameda Francisco Gabilondo Soler “Cri Cri”, donde se realizó un evento más, y ahí, estaban una vez más los manifestantes, con sus mantas y el rostro de sus desaparecidos en las lonas.

Gritando a todo pulmón, exigiendo justicia por los normalistas, y pidiendo la presentación vivos de sus familiares y amigos, rechazando los Juegos Centroamericanos. El evento terminó ahí, el fuego se dirigió a la vecina ciudad de Córdoba. Los manifestantes se disgregaron.