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Hay avances en el combate al secuestro: PGR
En las cifras sobre secuestro hay imprecisiones que es necesario corregir. En el combate a este delito hay avances en algunos estados y la palabra clave es “coordinación”, pero tampoco se pueden “echar campanas al vuelo”, dijo Renato Sales.
El titular de la Coordinación Nacional Antisecuestros aceptó, en entrevista con el periódico El Universal, que los registros sobre secuestro no son del todo fiables, pues no incluyen aquellos que atiende la Procuraduría General de la República (PGR), porque posiblemente estén duplicados con los estatales, y reconoce que en muchos casos no hay, incluso, averiguación previa por el temor de las víctimas a declarar.
El funcionario aspira a que, con la reducción en las denuncias, el tema de las cifras se acompañe de una percepción ciudadana de la mejoría en el combate al secuestro, aunque consideró que aún falta demasiado trabajo.
Expuso que la reducción de algunos delitos de alto impacto tiene que ver, por ejemplo, con que en estados como México y Chihuahua se ha aislado a los secuestradores en penales específicos, lo cual ha derivado en la reducción de extorsiones, en el primero, y secuestros, en el segundo. También con el fortalecimiento de las Unidades Especializadas en Combate al Secuestro (UECS).
Advirtió que debe haber más colaboración con el Poder Judicial y las autoridades financieras para ubicar a quienes usan la telefonía móvil para extorsionar y secuestrar y así poder rastrear y congelar los recursos del crimen organizado.
Sales afirmó que —de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP)— la reducción en las cifras de secuestro a nivel nacional es de alrededor de 17%, “de 140 que teníamos reportados a 111 que tenemos ahora, cifras muy similares a las de 2012”.
Pero en el SNSP, los datos fluctúan, según el reporte que se vea. En la estadística nacional, las cifras coinciden, pero cuando se va al de homicidios, secuestros y extorsiones, de la misma fuente, hay una variación.
El primero consigna 979 víctimas de secuestro entre enero y junio, mientras el segundo establece que fueron 808, en el mismo periodo.
¿Qué pasa con el manejo de la información que hay sobre los secuestros?
Yo creo que no es un tema de cifras, es un tema de atención a víctimas, de captura de secuestradores, desmantelamiento de bandas y generación de confianza.
Por eso no hay que ni echar las campanas al vuelo, ni bajar la guardia, ni cantar victoria.
Sales aseguró que las cifras oficiales indican una tendencia a la baja del número de averiguaciones previas que se inician en las 31 procuradurías entidades y del DF.
“Hay un indicador con el que nos hemos medido también —desde hace muchos años— que son las averiguaciones previas reportadas por las entidades federativas, que es el indicador que maneja el Sistema Nacional de Seguridad Pública. En ese indicador notamos un decremento en las cifras de secuestro a nivel nacional, cerca de un 17%”, detalló.
El principal motivo por el que el reporte de la SNSP no incluye los expedientes de la PGR es porque existe una duplicidad de indagatorias, error que debe corregirse.
A pesar de ello, está convencido de que en el corto plazo solo habrá una cifra oficial de los casos y se logrará revertir el temor de los habitantes para denunciar este delito ante las autoridades hasta tener un expediente de cada caso de secuestro que se comete en el país.
¿Por qué no se agregan las denuncias de la PGR?
—Se conoce un asunto en la procuraduría de una entidad federativa y este asunto lo atrae la federación, si esa averiguación previa ya lo reportó la entidad federativa y la vuelve a reportar la federación, hay que evitar que se duplique el tema y ver que algunos asuntos atendidos se conviertan en averiguaciones previas. La víctima no quiere denunciar por muchas razones, por temor o porque no quiere verse involucrado en un proceso.
¿Qué resultados esperan a corto y mediano plazo?
La relevancia de colocar como coordinación el enfrentamiento de un tema así es fundamental precisamente por eso, porque coordinar es sumar esfuerzos, articular esfuerzos entre la federación —en este caso— y las entidades federativas.
Acompañándonos muy de cerca de la sociedad civil, creo que la clave de distinción de esta estrategia es la vinculación permanente con la sociedad civil.
¿Qué programas hay para contener el secuestro?
El vínculo interinstitucional se traduce en la generación de grupos tácticos vinculados con las unidades especializadas contra el secuestro; se propone que en las entidades federativas, las Unidades Especializadas Contra el Secuestro se acompañen de un grupo táctico.
Aquí tenemos a la UECS, al grupo táctico interinstitucional, aquí podemos ver cómo está conformado el grupo táctico que son las Secretarías de Defensa Nacional y de Marina, la Policía Federal, la PGR o SEIDO, el Centro de Investigación y autoridades locales. Esto es lo que se llama centro de fusión, un grupo de análisis por un lado, es decir, se reúnen datos de todas las corporaciones y un grupo operativo.
En el Estado de México se advierte una disminución de cerca de 34% en las extorsiones telefónicas desde que se trasladó a todos los secuestradores sentenciados a un penal en particular. En Chihuahua ha funcionado espléndidamente este tema y advertimos que hay en lo que va del año cuatro secuestros en todo el estado, porque se atiende transversalmente, multifactorialmente, un tema como éste que hay que atenderlo así.
¿Cuáles son algunas mejoras que requiere la estrategia?
El secuestro tiene que ver con los diferentes componentes de todo delito pero, particularmente en este —desde la prevención hasta la compurgación de la sanción— hay que atender e involucrar a todos los actores, al poder judicial, tribunales superiores de justicia, poder judicial federal. Se pugna por tener jueces especializados en delitos de alto impacto como ya lo hizo también el Estado de México, como se hace en otras entidades federativas; que haya subprocuradurías especializadas en delitos de alto impacto, vinculadas con su unidad especializada contra el secuestro, que generen grupos de inteligencia.
¿Por qué jueces especialistas en delitos de alto impacto?
Porque los procesos en la materia deben ser más ágiles y todavía no logramos que el proceso a los secuestradores sea con la rapidez necesaria; o sea, no podemos decir que es justicia, si la justicia no es pronta y expedita.
¿Qué otros programas o acciones están implementando para disminuir el delito?
Estamos vinculando con una unidad específica y una coordinación de análisis financiero en relación con la Unidad de Investigación Financiera de la Secretaría de Hacienda y de la Unidad Financiera de la propia PGR ¿Qué hacen con el dinero y cómo lo transfieren los secuestradores?... tenemos que bloquear el flujo de dinero.
Estamos en vinculación con la Comisión Nacional Bancaria de Valores, con los bancos, con los transmisores de dinero y estamos generando las condiciones para acceder a la información con mayor rapidez. Otro tema fundamental es el vínculo que hemos establecido con la Conferencia Nacional de Procuradores y Secretarios de Seguridad Pública y las propias compañías telefónicas que tenían algunos puntos a aclarar para poder suministrar información con la rapidez con la que la necesitamos, información que está planteada en la Ley Federal de Telecomunicaciones recientemente modificada, pero no tocada en su esencia en lo que corresponde al capítulo con la Justicia.
¿En qué estados ustedes tienen el objetivo?
Hemos logrado una disminución muy importante en Tabasco a partir de la captura del jefe de bandas de secuestradores Geremias Márquez; se ha dado una disminución muy importante en Morelos con la aplicación de la vinculación de la Unidad Especializada con el grupo táctico; se está trabajando así en Veracruz, en Guerrero y creo que prontamente lograremos ver con claridad una disminución no solamente en las estadísticas, sino también en la percepción de la gente. Se está trabajando en Tamaulipas también, estamos desarrollando estrategias específicas para enfrentar el delito ahí.
En la última conferencia que usted dio en Gobernación, mencionó que había muchos jovencitos o menores de edad que se estaban involucrando en este delito, ¿es grave este problema?
Sí, porque resulta que los delincuentes saben que las sanciones a los menores de edad son, valga la redundancia, mucho menores que a los adultos y lo que hacen es instrumentalizarlos, se les utiliza como actores inmediatos para la comisión de delitos.
Es un problema de prevención y cultural también, tenemos que atender a este sector desde diversos enfoques: en el social, en el de las escuelas de tiempo completo y generación de oportunidades.
¿Confía usted que a final de sexenio esté a su mínima expresión este delito?
Estamos trabajando para eso, es la apuesta de todos.
Tecnología la mejor arma contra el narcotráfico
Las “municiones” más efectivas que tienen los comandos especiales de la Policía Federal (PF) en contra de los cárteles del narcotráfico, no están en un rifle más largo o en un vehículo más artillado… sino en un iPad, en un localizador GPS, en un correo electrónico.
Es la tecnología el “arma” que equilibra la balanza contra un enemigo que generalmente tiene el factor sorpresa y la ventaja territorial de su lado, reconocieron agentes de la División de Fuerzas Federales de la corporación policial según se informe en otra nota del diario 24 Horas.
Los policías entrevistados por ese diario, cuyas identidades se protegen por razones de seguridad, saben de lo que hablan. Ambos participaron en la identificación y seguimiento de un narcotraficante buscado por la DEA hace unas semanas en Brasil, y han intervenido en operaciones de alto impacto en distintos estados.
“Hay un arma para cada situación, por supuesto, si ellos (los criminales) se arman nosotros tenemos que armarnos, pero reducir los daños es el objetivo siempre (…) y la tecnología ahí es nuestra ventaja”, señala uno de los agentes.
Sólo así es posible que una unidad de intervención pueda desplazarse en un terreno rural o urbano dominado por los criminales sin ser aniquilado, o que un narcotraficante de nuestro país sea detectado y detenido en el extranjero, entre miles de mexicanos más.
Sin revelar detalles que pudieran ser útiles para los delincuentes, los agentes entrevistados en el Centro de Mando de la corporación accedieron a platicar algunos aspectos de su forma de trabajo.
Este diario denominará “Policía 1” al agente de siete años de experiencia perteneciente al grupo de Operaciones Especiales, y “Policía 2” al subinspector de dos años en la corporación adscrito a la Coordinación de Restablecimiento del Orden Público, ambos de la División de Fuerzas Federales.
El 16 de junio, en medio de los festejos por el mundial de fútbol, se dio a conocer en Brasil una noticia: la captura en el aeropuerto de Río de Janeiro del presunto narcotraficante José Díaz Barajas, buscado por la DEA.
Lo que no se supo fue que en el seguimiento que se hizo de cinco días del sospechoso, fue relevante la aportación de una unidad de cinco agentes federales mexicanos que participaron en un esfuerzo coordinado con otras naciones para la seguridad del evento deportivo.
Y fue en esa operación donde la tecnología de la policía resultó en una herramienta vital para que la operación fuera un éxito.
“A través de canales de intercambio de información seguros y de contraseñas protegidas, se compartió con la Policía Federal de Brasil los datos que teníamos de Plataforma México sobre este narcotraficante: quien era, la ficha roja de Interpol, su fotografía, y demás información”, dijo Policía 2.
El seguimiento, explica Policía 2, se hizo desde el momento en que Díaz entró a territorio brasileño por la aduana de Foz de Iguazú. Los agentes mexicanos, divididos en un equipo móvil y uno no móvil, recibieron la notificación de parte de sus colegas brasileños sobre la presencia del connacional, entre miles de mexicanos que transitaban por el país sudamericano.
En minutos, añade el agente, ya tenían los antecedentes del sospechoso y su red de vínculos, en donde se iba a quedar en Brasil, que vuelos tomaría y hasta la fila y asiento en el Estadio de Fortaleza donde acudiría a ver con su familia un partido de futbol.
Así se estableció que el punto más seguro para la captura era en el aeropuerto de Río. La operación la realizaron policías brasileños al ser su jurisdicción, acompañados por el cónsul mexicano que ya tenía toda la información disponible.
La tecnología es la clave de muchas operaciones
Los operativos contra el crimen organizado en el país implican la intervención de fuerzas federales en sitios donde los delincuentes tienen ventaja pues están familiarizados con el terreno.
- ¿Cómo igualar esta situación y cambiar la balanza?
“Con tecnología”, responden los agentes. “En una sierra de Durango o Michoacán, ellos nos tienen ventaja en que ya conocen las brechas, cuevas, ríos, casas para organizarse. La ventaja de nosotros es que tenemos tecnología. GPS, aparatos de apoyo vía satelital, las cartas topográficas”, indica Policía 1.
Por ejemplo, los elementos de fuerzas especiales que realizan una intervención traen consigo tableta electrónica la información detallada del terreno, con brechas y caminos alternos, que les permite estar en alerta ante una posible emboscada, y si esta se da, saber cómo moverse y minimizar los daños.
El uso de vehículos aéreos no tripulados que permiten un reconocimiento visual sin arriesgar vida de los agentes, la comunicación satelital en zonas donde no es posible ningún otro tipo de señal, entre otros dispositivos que no se detallan, representan la superioridad tecnológica sobre los criminales.
“Por supuesto tiene que haber un trabajo de inteligencia para que procesemos la información y sepamos como operar, eso es vital, pero también la tecnología para sacarle ventaja a ello”, agrega el agente.
Los comandos especiales de la Policía Federal reciben una formación de élite que les permite responder al poder armado del crimen organizado, y a las amenazas actuales e incluso a aquellas que no han presentado, pero tampoco se descartan.
“Nos capacitan en ambiente táctico que es paracaidismo, buceo, explosivos. Estuvimos en Colombia haciendo un curso de 5 meses en combate en selva y situaciones operativas. Fue una capacitación con la Policía nacional de Colombia. El curso es anti guerrilla”, agrega Policía 1.
Si bien en México no opera una guerrilla de la dimensión de las FARC en Colombia, sí existen operativos en zonas rurales o urbanas con enemigos fuertemente armados. Los agentes adquieren habilidades en análisis del terreno, orientación, clima, seguimiento, entre otros.
Y bajo la premisa de que también se debe estar listos para actos “terroristas” de cualquier dimensión, los policías también reciben capacitación de agencias estadunidenses en esta materia.
“No se trata de perder la cabeza en una situación de estrés. Es estar preparados y tener control (…) en ese sentido, porque lo hemos visto en la experiencia con otros países, la Policía Federal tiene un nivel muy alto, con conocimientos distintos que hemos amalgamado para las exigencias de nuestro país”, subrayó Policía 2.