• Xalapa

Soledad y ceguera: la vida de don Toques, en Xalapa

  • Nayra Rivera
Generaciones de estudiantes y adultos conocen a este personaje de Xalapa que está a punto de perder la vista debido a una catarata

Xalapa, Ver.- Don Toques es conocido en todo Xalapa. Bares, antros, calles céntricas lo escuchan gritar: ¡Tooooques! ¡Tooques!; por cinco pesos podías sentir la electrizante sensación de una descarga y mirar las caras de tus amigos retorcerse; bajo los efectos del alcohol parecía aún más divertido. 

Generaciones de estudiantes y adultos noctámbulos lo vieron a diario durante años, los mismo años en que Don Toques se convirtió en un adulto mayor, que hoy está por perder la visión debido a una catarata en sus dos ojos.

Él se dedicó gran parte de su vida a las atracciones, al mundo de la emoción: a la feria, cuando era un joven fuerte y a los toques cuando su salud y fuerzas decayeron; cuenta que busca a su familia, pues desde hace mucho no tiene noticias de sus hijas. 

Para el Xalapa fue el lugar ideal para salir a pernoctar y vender “toques” por la ciudad; “Aquí la gente es muy buena onda, me agrada la vida aquí, aquí yo solo me he dedicado a trabajar”.

¿Con quién vive aquí en la ciudad?

Fíjate, ahorita estoy solo, me voy a ir a buscar a mi gente, ando buscando a mi gente. Ya puse en la televisión un anuncio, tengo unas hermanas y ellas van a venir por mi cuando lo vean, es que fíjate no veo ya nada casi, empecé con mis cataratas hace poco tiempo, como 3 meses y eso me impide trabajar bien, pero si trabajo a pesar de todo”

¿Sólo trabaja en sus toques eléctricos?

-Sí, sólo en eso. Ya tiene mucho tiempo, con los toques he estado en Veracruz Puerto y Coatzacoalcos además de estados, como Villahermosa y Aguascalientes.

Don Toques asegura que toda su vida ha trabajado mucho, en la feria donde dice “es muy pesado”, se describe como padre de familia trabajador, hace algunos años se dedicada a las ventas, algunos de los productos que él ofrecía era ropa, artesanías, con ello lograba llevar el sustento a su casa, a sus hijas. 

Su avanzada edad y mover enormes piezas de metal colorido han hechos que ya no pueda “hacer ciertos trabajos” cargar cosas pesadas -lamenta-, por lo que ahora solamente se dedica a encender la pequeña máquina de la cajita cuadrada de no más de 20 centímetros y dar toques en los lugares más conocidos de nuestra ciudad.

“Si me gusta mucho mi trabajo porque a los años que tengo lo amerita” 

¿Cómo es su día a día aquí?

Si me gusta, pero no puedo decir que me ha pasado algo (entre risas), nunca me han faltado al respeto, al contrario, siempre me han ayudado. De Xalapa tengo pasan cosas buenas, me dan una moneda, me han ayudado a cruzar la calle, subir escaleras, la gente de aquí es muy positiva y divertida, claro que hay sus excepciones, hay gente malévola, pero hay más gente buena. 

¿Con que se refiera a gente malévola?, ¿Alguna vez lo han asaltado o algo similar?

No, gracias a Dios nunca y si me asaltan rápido me dan en la torre, pues no veo (entre risas), mira por ejemplo ahorita te estoy viendo, pero no te veo la cara bien.

Él cuanta que con la feria conoció Villahermosa, Coatzacoalcos, Veracruz, Aguascalientes, y describe el ambiente como “alivianado” que le permitió conocer muchas ciudades, pero asegura que de todas prefiere vivir aquí por la tranquilidad y la calidez de la gente.

¿Qué fue lo que más le gustó de su vida en las ferias?

Pues la armonía que había entre todos, los bailes, las regiones, por ejemplo, si vas a Yucatán tiene lugares muy bonitos naturales, cada estado tiene lugares naturales muy bonitos. 

¿Alguna vez sufrió algún accidente en sus días de feria?

Nunca me ha pasado nada, únicamente que me dio las cataratas y es la que me impide ver y no me puedo desenvolver, pero no por eso porque no veo voy a estar jodiendo a la gente (se ríe), “jamás de los jamases”, yo me gano la vida honradamente.

¿Cuál es su nombre?

¿Para que quiere saber? (se ríe) -¿Cómo le dicen? Don Toques me dicen, ¿va a querer toques?” 

[relativa1]