Para algunas culturas, la menstruación representa el futuro alimento de un nuevo ser, el indicador del inicio de la vida sexual en una mujer o una enfermedad mientras que, para otros, beber la menstruación puede ser un "pecado" o beneficio nutricional.

La menstruación tiene en torno a ella, una serie de mitos y realidades que incomodan o inquietan a muchos: es un tema tabú.

Información de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), detalla que la menstruación es un fenómeno propio de las mujeres y que consiste en la expulsión de la capa interna del útero.

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Comienza entre los 12 y 16 años, aunque existe evidencia de menstruación "temprana" (10 años de edad).

La menstruación puede durar de 3 a 7 días, la cantidad de sangre menstrual varía de mujer a mujer.

Mitos y realidades de beber la menstruación

¿Células madre? Desde 2007, publicaciones en Journal of Translational Medicine, revelaron que la sangre menstrual contiene un nuevo tipo de células madres capaces de producir hasta 9 tipos de tejidos; estos hallazgos se encontraron luego de 2 semanas de cultivo en que fueron transformadas en células musculares cardíacas.

Estas células madre también pudieron convertirse en células pancreáticas, adiposas, hepáticas, óseas y nerviosas. Aún continúan las investigaciones para el aprovechamiento de estas células contenidas en la sangre menstrual.

No tóxica. De acuerdo con especialistas de la Universidad Mayor en Chile, la sangre menstrual no contiene elementos tóxicos. Es una superstición pensar que la sangre de la menstruación es tóxica y maligna.

Actualmente no existe evidencia científica respecto a las consecuencias de beber sangre menstrual, aunque sigue formando parte de los materiales de "desecho" del cuerpo humano femenino.

El caso de Maanee Chrystal. La maestra de yoga y psicoterapeuta mostró a través de un vídeo cómo bebía su menstruación dentro de la popular copa menstrual.

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Justificó este acto con la explicación de que la sangre menstrual es sagrada y que esta práctica ha mejorado su calidad de vida, al reducir los cólicos de este período.

Chrystal agrega que los nutrientes perdidos en la menstruación son energía de vida y que toda carne que consumimos tiene también sangre que bebemos.

Riesgos. Beber sangre menstrual se asocia con riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual como la hepatitis C o el VIH. Además también puede transmitir hongos y bacterias.

¿Qué opinas?, ¿Conoces otros datos sobre esta práctica?

Con información de La Silla Rota

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