Saber cuándo lloverá o habrá largos periodos de sol es un conocimiento que nos ayuda en nuestra vida diaria para prevenirnos, sin embargo, este saber fue fundamental para el asentamiento de las grandes civilizaciones que han poblado al mundo, pues no fue hasta el desarrollo agrícola que lograron su cúspide, es por ello que en cualquier parte del globo y en el caso particular de Mesoamérica –territorio donde habitamos- desde la época prehispánica la meteorología se basa en la observación con el fin de pronosticar los cambios en el tiempo y la forma que impactan a los cultivos y a la población.

En la meteorología tradicional, M. Avendaño menciona que predominan varios métodos para pronosticar el tiempo a través de una observación meticulosa del ambiente, principalmente de las nubes, aunque también por medio de la interpretación de los cambios que se producen en las plantas, comportamiento de animales y observación astronómica, éstas prácticas son aplicadas a pronósticos de corto plazo, es decir, durante el mismo día o sólo un par de días, sin embargo, en cuanto a pronósticos a largo plazo como temporadas de lluvias o de frío la predicción empírica como la científica se va volviendo más compleja y más errática mientras el periodo de tiempo sea mayor.

Entre los métodos empíricos de predicción a largo plazo se encuentran las cabañuelas, que de acuerdo a investigaciones de M. Avendaño llegan al continente americano tras la conquista y evangelización, en ese momento se fusionaron los rituales mesoamericanos y las prácticas católicas. M. Cruz afirma que durante las cabañuelas las personas observan el tiempo para prever cómo será el ciclo de producción, esperando que tengan factores propicios para ésta como lo son poco calor, suficiente lluvia y poco hielo.

Las cabañuelas tienen muchas variantes, en México las más conocidas consisten en representar del 1 al 12 de enero cada día con un mes del año en orden ascendente y del 13 al 24 de enero en orden descendente, posterior del día 25 al 30 cada 12 horas se representa un mes en orden ascendente y finalmente el 31 de enero se toman dos horas cada mes en orden descendente, te anexo una tabla para que sea más fácil la identificación de los días y sus correspondencias, como puedes ver el día más complicado de observación es el 31 de enero.

Es importante recalcar que las cabañuelas no tienen un sustento científico, sin embargo, te invitamos a hacer el ejercicio para ver qué tanto se cumplen el próximo año las tradiciones de nuestros abuelos ¿Te animas a hacer la observación?

Referencias

Avendaño M., (2012). Etnometeorología de los tornados en México. El Caso de la Ranchería Xaltitla, Municipio de Atltzayanca, Tlaxcala. UNAM. México, D.F. 257p

Guzmán F.,(2016). Magía, ciencia y religión son usados para pronosticar el tiempo. Gaceta Universitaria. UNAM. Disponible en: http://www.gaceta.unam.mx/20161128/magia-ciencia-y-religion-son-usados-para-pronosticar-el-tiempo/ [Fecha de consulta: 25/12/2016]

Magaña V., (Editor) (2004). Los impactos del niño en México. Centro de Ciencias de la Atmósfera, Universidad Nacional Autónoma de México, Secretaría de Gobernación. México, 229 p

Cruz M. (2011).Comparación del ciclo agrícola actual con el de hace unos diez años en San Juan Jalpa municipio San Felipe del Progreso, Estado de México: evidencia de adaptación al cambio climático.Ra ximhai. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=46116742009 [Fecha de consulta: 26/12/2016]