Reestructurar, ¿para endeudar más y peor?

  • Rafael Arias Hernández

Ahora resulta  que es verdad lo que se negaba, lo que se ocultaba. Con bombo y platillo se anuncia  “lo que quizá es la medida más importante de la presente administración estatal en materia financiera”.

Por un lado. Nada nuevo, se paga deuda con deuda, alrededor de 22 mil millones de pesos.

Esto es,  se sacrifica y endeuda parte de dos fondos federales,  para tener disponibles anualmente 3 mil millones de pesos, de participaciones federales, hasta hoy comprometidos.

En verdad, con esto se hará realidad lo que se dice y asegura que:

¿Veracruz recuperará estabilidad financiera,  y el flujo para pagar a proveedores y contratistas? ¿Se logrará, el anunciado fuerte impulso para dinamizar la economía del Estado con obras productivas?

Y por el otro. Peor,  porque se pretende lograr endeudamiento adicional,  ¿5,250 millones de pesos?, cuya aplicación y destino no están claros.

Esto es, ¿se aspira además,  obtener un cheque en blanco, para tener en disponibilidad cuantiosos recursos para fines desconocidos?

Más cuerda al ahorcado. Las preguntas son inevitables.

¿A qué costos y consecuencias?  ¿A qué plazos y condiciones?

En todo caso, hay que exigir explicaciones claras y puntuales al respecto.

Se teme, porque se sabe y padece, que en pleno año de “hidalgo” y de elecciones,  buena parte puede tener o  tendrá otros destinos o aplicaciones.

Enterarse y participar

El espectáculo en todas las pistas. Velocidad e intensidad nublan el panorama, bloquean los sentidos e impiden la correcta y oportuna reacción social.

Las y los veracruzanos aplastados por las exigencias de la sobrevivencia y cotidianidad, por crisis de todo tipo; limitados y condicionados por sus necesidades y sacrificios, no hay tiempo para  poner atención,  para en uso de sus libertades y derechos, por  su presente y futuro en riesgo, controlar o impedir mucho de  lo que se hace y deshace desde el gobierno, en su contra y a costa de su bienestar social. 

A reserva de abundar en el tema, lo recomendable por lo pronto es  leer e informarse,  acerca de lo que se pretende hacer e imponer con la anunciada reestructuración financiera del gobierno estatal.

Por cierto, basada en su mayor parte, en  una ley recientemente reformada y cuestionada, “la del 3% a la nómina” que tendrá vigencia plena en 2016.

No se espere mucho de los irresponsables diputados, quienes salvo excepciones, aprueban todo, hasta lo que  todavía no les presentan. Como es costumbre no leen, analizan y mucho menos discuten y argumentan. Raro que contribuyan y mejoren iniciativas y propuestas. Ignoran o, lo que es peor, no les importan las consecuencias con tal de quedar bien. De cualquier  forma no está por demás recordarles que  tienen responsabilidades.

Imprescindibles,  verdaderas transparencia y acceso a la información, fiscalización y evaluación pública. Un simple cuadro comparativo ayudaría a explicar y entender lo que se pretende hacer.

Por lo pronto, nótese el cambio radical en temas de importancia y trascendencia financiera, económica y social.  Llueven verdades que sólo días antes se negaban.

El cinismo no tiene memoria, pero tiene historia.

1.- El tamaño, el total de la deuda pública alcanzado en el estado, es superior  o cercano a los 100 mil millones, más lo que se acumule en lo que resta del sexenio. Total, los que deben de informar, no se cansan de ocultar

2.- Las finanzas estatales están en quiebra. Luego entonces. Por favor. ¿Cuáles finanzas sanas? Responsables  o culpables son intocables y reciclables.

3.-Sólo de la deuda bancaria y de valores ya adquirida. ¿En dónde están las obras y las inversiones productivas?

4.- El nuevo impuesto a la nómina aumentado, no será destinado para nada de lo que se decía y presumía, su fin es y ha sido su bursatilización.

5.- Porque se ocultan importantes aspectos como el tipo y monto de intereses, coberturas y otros servicios.

6.- Ahora resulta que si se debe al Instituto de  Pensiones, a la Universidad Veracruzana y a otras dependencias e instituciones, a contratistas y proveedores.

Lo peor, la reestructuración de la deuda pública no va a alcanzar y a muchos no se les va a pagar.

Simplemente, si se consideran los montos de lo reclamado por pasivos institucionales, preocupa que  no se atiendan, como se anuncia, “con desahogo los subsidios para la UV y el Instituto de Pensiones” que se adeudan.

En fin, para ubicar con claridad algunos compromisos en la materia, una vez más oficialmente repetidos y anunciados, quedan para seguimiento y evaluación publica, los siguientes:

-Se tendrá el flujo de recursos que permitirá tener una mejor estabilidad económica y financiera y  se podrán atender los compromisos que tiene el Gobierno con mayor celeridad.

-Se logra un fuerte impulso para dinamizar la economía en Veracruz,

- Se podrán realizar más obras productivas para atender a los sectores más necesitados de la población, especialmente donde hay condiciones de mayor vulnerabilidad y pobreza.

-Se asegura que la medida, no significa más deuda para los veracruzanos.

-Se  permitirá liberar participaciones federales, “comprometidas” para el pago del servicio de la deuda pública. Serán  3 mil millones de pesos anuales, con ello se lograra el equilibrio de los ingresos al tener más recursos.

-Se  actúa con responsabilidad y un profundo sentido social, tal y  como se ha establecido el compromiso con los ciudadanos desde el primer día.

-Se  dejarán  finanzas públicas sanas para garantizar el bienestar de todos los veracruzanos.

Todo ello, se dice comprobable y verificable, porque además con  esta acción de reestructuración, se asegura que se “permitirá el fortalecimiento de la economía para dinamizar el calendario de pagos a acreedores, proveedores y contratistas, calendario  que con los ingresos que hoy llegan al Estado se ve limitado”.

Compromisos oficiales estatales, establecidos y anunciados  que deben ser comprobados  y evaluados.

Importante saber que se cumple y que no, para en su caso reconocer logros y avances. Saber de pérdidas y errores; y señalar retrocesos y fracasos.  Por lo pronto, informarse y participar en lo que, sin duda, se  va a cobrar  por muchos años.

*AcadémicoIIESESUV

@RafaelAriasH

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Rafael Arias Hernández

Actualmente es Investigador del IIESES y maestro de la Facultad de Economía de la UV.

Cuenta con  Licenciatura en Economía, por la Universidad Veracruzana. Obtuvo mención honorífica Cum Laude.  Maestría en Economía con especialización en Desarrollo Regional y sub especialización en Historia del Pensamiento Económico. Salt Lake City, Utah. USA. Diplomado por la U.V. en “Habilidades del Pensamiento”.  Alta Dirección AD2 Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas. (IPADE). Becario en los programas Lincon-Juárez y LASPAU.  Asesor académico y maestro de Enseñanza Media, Esc. De Bachilleres Noc. “Art. 3º Constitucional”, Xalapa, Ver. Maestro en la Facultad de Economía, y de la Maestría en Desarrollo Regional. Historia Económica, Desarrollo Económico, Desarrollo Regional, Taller de Investigación, Metodología, Habilidades del Pensamiento y otras cátedras. Maestro en “Técnicas de Debate” de la maestría en Acción Política y Administración Pública, de la Universidad Anáhuac. Xalapa, Ver.

Director General Técnico y Secretario General de la Universidad Veracruzana.

En el Gobierno Federal, fue Delegado Estatal de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial en Veracruz, y Director de Desarrollo Regional en SPP. En el Gobierno del Estado de Veracruz ha sido Asesor Económico, Jefe de Prensa y Comunicación Social, Director General del Instituto Veracruzano de Cultura, Director General de Industria, Comercio y Estadística, Coordinador de Participación Ciudadana, Coordinador Ejecutivo del Comité de Planeación para el Desarrollo (COPLADEVER). SEFIPLAN, (2010)

Miembro de diversas Asociaciones Civiles y ciudadanas, como el Colegio de Urbanistas y Planificadores, el Colegio de Economistas; la Fundación Cambio XXI A. C.; y de la Fundación Colosio A.C. Colaborador de diversas revistas y publicaciones académicas. Articulista de diversos periódicos, y de otros medios de comunicaciones nacionales, estatales y municipales.