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Jornaleros de Tlapacoyan llevan 4 años desaparecidos
Tlapacoyan, Ver.- (AVC) A poco más de cuatro años de que un grupo de siete jornaleros de la comunidad La Palmilla, perteneciente a este municipio, partieran hacia Estado Unidos, para cumplir el sueño americano, y que misteriosamente desparecieran en su viaje por el norte de este país, las autoridades judiciales de Veracruz y Tamaulipas siguen sin dar ningún resultado en la investigación, la cual -según los familiares- desde el 2013 prácticamente quedó detenida.
Como se recordará, el 23 de marzo del 2011, un grupo de campesinos de la citada comunidad, salieron con rumbo al estado de Florida, en Estados Unidos, a trabajar en el campo, pero misteriosamente la última vez que tuvieron contacto con sus familiares fue ese mismo día, cuando llegaron al municipio de Poza Rica, desde donde se comunicaron para informar que por la noche saldrían a la ciudad fronteriza de Matamoros, en el estado de Tamaulipas.
Desafortunadamente, los días pasaron y ante la falta de noticias, los familiares los reportaron como desaparecidos. Fue así que la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), hoy Fiscalía General, inició una investigación para dar con el paradero de cada uno de los jornaleros, quienes se cree que pudieron haber sido víctimas de la delincuencia que en esas fechas afectaba a los estados vecinos del norte, entre ellos el ya mencionado, donde se registraron varias desapariciones de personas.
Según los familiares, desde la fecha de desaparición -hasta el momento- la investigación se ha quedado en puras vueltas, falsas esperanzas y llamadas telefónicas a la ciudad de Xalapa, en donde el personal encargado de impartir justicia sólo han sabido decirles que no hay nada y que se sigue investigando, tal y como ha ocurrido con otros casos en los que la dependencia prefiere guardar silencio, para no hacer más evidente el “tortuguismo” que prevalece en la mayoría de averiguaciones.
“Han pasado más de cuatro años y nosotros sabemos nada de ellos, lo único que podemos decir es que las autoridades nos tomaron muestras de ADN, nos pidieron fotos, ropa y nos hicieron una serie de estudios para compararlos con los cuerpos que hace un par de años fueron hallados en unas fosas clandestinas de Tamaulipas, pero de ahí en adelante no se ha hecho, ni dicho nada que nos deje en claro si están vivos o muertos”, señalan los familiares de los jornaleros.
En entrevista con este medio, la señora Cristina Rojas Media, madre de uno de los desaparecidos, comenta que desde el 2013 las autoridades locales prácticamente los dejaron de apoyar con la investigación, pues argumentaron que con los cambios de gobierno se habían perdido los documentos oficiales, peor aún es que, la justicia estatal ya también se olvidó del tema, pues no hay quien los presione para seguir buscando al grupo de jornaleros que únicamente buscaba una vida mejor.
“Yo confío en la justicia y así como se está viendo que resuelven casos, espero que trabajen limpiamente y que den con estos muchachos, ya pasaron cuatro años; desde que Nayeli Jarillo dejó la presidencia (en el 2013) todo se detuvo, no tenemos apoyo, nadie nos sabe dar respuestas. Sin embargo, tengo la esperanza de verlos regresar”, afirma la entrevistada, quien con lágrimas en los ojos pide a las autoridades veracruzanas que no se olviden de este asunto.
Acompañada de las esposas, hijos y padres de los desparecidos, doña Cristina pide a las autoridades ministeriales de Veracruz y Tamaulipas ser más consientes, no olvidarse del asunto y dar respuesta inmediata a las peticiones que han estado haciendo en torno a la agilización de la investigación, pues así como ellos hay muchas personas de otros municipios de la entidad que están en la espera de alguna pista que los lleve a saber el cuál fue el destino de sus parientes.
Los nombres de los campesinos desaparecidos son: Pedro Lozano Vivanco, de 28 años; Lucio Martínez Rojas, de 33 años; Sergio Contreras Murrieta, de 31 años; Jesús y Adrián Ramírez Matías, de 22 y 20 respectivamente, Guillermo Herrera Tirado, de 21 años y Ciro Hernández Dionisio, de 40 años; todos desaparecieron en 2011, son originarios de este municipio y vecinos de esta comunidad.