Restricción al tren generará inseguridad a migrantes
Coatzacoalcos Ver.- La propuesta migratoria presentada por el gobierno federal para impedir que los migrantes utilicen el tren como medio para desplazarse por México sólo provocará más “inseguridad y muerte”, manifestó David Hernández Tobilla, presentante del Pastoral de la Movilidad Humana, en la diócesis de Coatzacoalcos.
La Iglesia católica consideró que se tienen que trabajar en políticas de apoyo en los países centroamericanos para frenar la violencia y la falta de oportunidades de desarrollo, factores que están impulsando la migración de cientos de personas.
El gobierno federal estableció una coordinación de Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur, con el cual se tomarán una serie de medidas para evitar la circulación de migrantes por el servicio ferroviario de carga y frenar el flujo de migrantes a la frontera norte.
El padre David Hernández Tobilla indicó que es un intento del gobierno federal para detener la migración antes de que se internen a territorio nacional, pero eso no va a solucionar el problema de raíz.
“Hay mucha inseguridad y falta de empleos, mientras que no haya empleos ni seguridad, la migración va a continuar, la situación es muy lamentable, los migrantes nos dicen que prefieren morir en el camino, a quedarse a que los maten o morir de hambre”.
El prelado indicó que las medidas de control de la frontera sur no bajarán el flujo pues los migrantes buscarán nuevas formas de entrar al país, lo que incrementará el riesgo de morir en el camino o serán captados por grupos delincuenciales dedicados al tráfico de personas o el secuestro.
“Ellos van a buscar los medios para trasladarse, sino es por ferrocarril, lo van a hacer a pie o en camiones, la situación de inseguridad se va a agravar”, anotó Hernández Tobilla
La pastoral social de todas las diócesis de Veracruz se reunirá en San Andrés Tuxtla para definir la postura que van a enfrentar en los próximos meses ante el fenómeno migratorio, ya que buscarán apoyar el trabajo desde Centroamérica.
También en el mes de agosto, los responsables del Pastoral de la Movilidad Humana se reunirán en Mérida para hacer una evaluación del trabajo que han realizado en los últimos años.
La Iglesia católica pretende instalar un plan de acción en Centroamérica, junto con empresarios y benefactores, con el fin de aumentar las oportunidades de trabajo y las condiciones sociales en países como Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador.
Se entregan migrantes al INM
Héctor Danilo Fernández Mejía abandonó su tierra natal, Santa Rosa de Copán, en Honduras, con la esperanza de cruzar Guatemala y México hasta arribar a Louisiana, Estados Unidos. Atrás dejó a su padre y su trabajo en la albañilería, motivado por el sueño americano, ese mismo que atrae a sus compatriotas a iniciar el viaje, la aventura, correr los riesgos que implica la condición de migrante en naciones extrañas.
Sin embargo, la ilusión de Héctor Danilo terminó a un mes de emprender el camino porque el dinero se acabó. Decidió entregarse voluntariamente en las instalaciones de la delegación del Instituto Nacional de Migración (INM), ubicadas en la esquina de Lerdo y 5 de Mayo de la ciudad de Veracruz.
Ahí concedió una breve entrevista. Otros migrantes parados a la entrada del inmueble observan mientras guardias de seguridad privada están atentos a la llegada de un autobús para su traslado.
Al fondo de las instalaciones de la delegación del INM está presente otro grupo de migrantes, entre los que figuran mujeres.
Los guardias no impiden la entrevista a Héctor Danilo, quien confiesa que la situación “está difícil” y, aunque aseguró que viajaba en solitario, comentó que ya no “quisieron seguir adelante, por eso nos venimos a entregar mejor”.
El hondureño, de 25 años, a quien se le nota la resequedad en la boca por la deshidratación, aseguró que corrió con suerte en el estado de Veracruz, pues no se topó con autoridades o integrantes de la delincuencia que le solicitaran cuotas, lo cual agradeció a Dios. Incluso, el joven dio gracias a las personas que lo apoyaron con alimentos o agua en el trayecto.
Dijo desconocer cuál es la situación de los migrantes a bordo de La Bestia, el tren que inicia su recorrido en Tenosique, Tabasco, o en Tapachula, Chiapas, ya que se dedicó a viajar por carretera.
El hondureño originario de Santa Rosa de Copán aclaró que no cuenta con familia en Louisiana, pero era el lugar que eligió como destino final de su travesía. “Difícil no lo veo, pero lo que falta es el dinero para seguir, sin dinero no puede seguir uno”, afirmó que prefiere regresar a su tierra, “a comer frijoles y arroz”, a arriesgar la vida en el trayecto a los Estados Unidos.
El joven descartó sentimientos de tristeza al ver frustrado su plan, sino que, al contrario, se sintió feliz por retornar con los suyos, a ese pedazo de tierra de Honduras que lo espera y a la cual piensa no volver a abandonar.



